Francamente, no me gustó demasiado. Pero se trata de Doris Lessing, afamada autora ¿británica?, ganadora del Nobel de Literatura 2007; asi que sería muy injusto decir que no me gusta su trabajo sin leer otras de sus novelas. Quizá no ayudó el hecho de que leyera su libro después de leer a Yasunari Kawabata y sus "Mil Grullas"; son estilos completamente distintos, casi diría antagónicos.
Lessing usa oraciones largas, sinuosas, salpicadas de comas; Kawabata nos entrega guijarros redondos y pulidos, despojados e intensos. Lessing va tejiendo como una araña meticulosa el escenario en el cual se mueven sus personajes, creando un mundo acorde a las emociones que quiere transmitirnos. Kawabata hace fotografías, cuadros, captura objetos y personas para que podamos observarlos con detenimiento, aprehenderlos; nos muestra la belleza escondida en gestos y quehaceres cotidianos.
Doris May Tayler, tal es su nombre de soltera, nació en 1919 en Kirmanshah, Persia (actualmente Irán). Su padre era oficial del ejército británico y su madre era, según cuenta la misma autora, una mujer severa. La familia Tayler se trasladó de Persia a Rodhesia ( hoy Zimbabwe), atraídos por la promesa del Gobierno de un futuro próspero como colonos, dedicándose a actividades agrarias. Sin embargo, la tensión existente entre Doris y su madre, hizo que ella dejara sus estudios a la edad de quince años (trece según algunas fuentes). A partir de entonces, su formación fue autodidacta y se dedicó a diversos oficios para subsistir. En el año 1949, deja Africa para instalarse en Londres donde vive actualmente.
Podría explayarme algo más sobre sus datos biográficos, escribir sobre sus dos matrimonios, su militancia en el partido comunista, etc, etc. Pero lo que aquí más importa es su faceta como escritora, así que haré a un lado su interesante historia personal. Para leer más pueden ir a la siguiente página web:
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/lessing_doris.htm
Su libro más conocido es "El Cuaderno dorado", escrito en 1962 y considerado una obra cumbre dentro de las letras inglesas. Escribió así mismo novelas como "Canta la hierba"(1950), "Instrucciones para un viaje al infierno"(1971),"La buena terrorista"(1985),"Un paseo por la sombra"(1997),"Mara y Dan"(1999), "Las abuelas"(2003) y "La grieta"(2007), entre otros.
Recibió inumerables premios, entre ellos el "Premio Internazionale Mondello" en 1987, el "XI Premio Internacional de Catalunya", en 1999, y el premio "Príncipe de Asturias de las Letras" en el año 2001.
"Memorias de una Superviviente" (Memoirs of a Survivor, 1974)
fragmento
..."Quién más escapaz de llorar así. La mujer de edad, no. Las lágrimas de la anciana pueden ser dolorosas, pueden ser abyectas, tan terribles como podamos imaginar. Sin embargo, son lágrimas en las que la experiencia impide clamar pidiendo justicia, pues han aprendido demasiado y carecen de esa calidad abismal que recuerda un desangramiento. Un niño pequeño puede llorar como si toda la angustia y soledad del universo le pertenecieran exclusivamente, mas no es el dolor del llanto de una mujer lo que importa, no, es lo definitivo de esa aceptación de un mal. Allí estaba, como en aquel momento y como estaría siempre en el futuro, con los ojos cerrados, de los que caían lentamente las lágrimas, el cuerpo que se movía con lentitud, el pesar... el acto de duelo, eso es. Se ha enfrentado a un enemigo, se ha trabado lucha con él, pero se ha perdido una batalla, todo se ha derrumbado, todo se ha agotado, no queda nada, no cabe esperar nada... sí, a pesar mío, todo lo que escribo en este instante bordea la farsa, se oye con frecuencia una carcajada que es tan intolerable como las lágrimas. Seguí sentada mientras contemplaba a Emily, la mujer eterna, en su tarea de llorar. Hubiera querido poder alejarme, sabía que no tenía importancia alguna para ella que yo estuviese allí o no. Hubiera querido darle algo, reconfortarla, ofrecerle unos brazos abiertos, o...¿una buena taza de té?( a su debido tiempo se la ofrecería). No, debía escuchar. Escuchar ese pesar, esa expresión de lo intolerable. "Qué cosa en el mundo- se habría preguntado quien la observara en aquel momento, marido, amante, madre, amigo, aun alguien que en un momento determinado hubiese llorado esas mismas lágrimas, pero en particular, desde luego, un marido o un amante-¿qué puedes haber esperado de mí, de la vida, por Dios, que ahora lloras así?¿No ves que es imposible, que tú eres imposible, que nadie podría haber recibido promesas suficientes como para justificar, siquiera, tales lágrimas... no lo ves?". Pero es inútil. Los ojos ciegos miran a través de uno, están viendo un enemigo ancestral que no es, gracias a Dios, uno mismo. No, es la vida, el azar, o el destino, una fuerza de este tipo, que ha golpeado a la mujer en lo más profundo del corazón, y allí permanecerá sentada siempre, balanceándose en su dolor arcaico y terrible, y los sollozos que desgarran su ser son uno de los pilares sobre los que debe descansar todo. Nada menos podría justificarlos."...
..."Quién más escapaz de llorar así. La mujer de edad, no. Las lágrimas de la anciana pueden ser dolorosas, pueden ser abyectas, tan terribles como podamos imaginar. Sin embargo, son lágrimas en las que la experiencia impide clamar pidiendo justicia, pues han aprendido demasiado y carecen de esa calidad abismal que recuerda un desangramiento. Un niño pequeño puede llorar como si toda la angustia y soledad del universo le pertenecieran exclusivamente, mas no es el dolor del llanto de una mujer lo que importa, no, es lo definitivo de esa aceptación de un mal. Allí estaba, como en aquel momento y como estaría siempre en el futuro, con los ojos cerrados, de los que caían lentamente las lágrimas, el cuerpo que se movía con lentitud, el pesar... el acto de duelo, eso es. Se ha enfrentado a un enemigo, se ha trabado lucha con él, pero se ha perdido una batalla, todo se ha derrumbado, todo se ha agotado, no queda nada, no cabe esperar nada... sí, a pesar mío, todo lo que escribo en este instante bordea la farsa, se oye con frecuencia una carcajada que es tan intolerable como las lágrimas. Seguí sentada mientras contemplaba a Emily, la mujer eterna, en su tarea de llorar. Hubiera querido poder alejarme, sabía que no tenía importancia alguna para ella que yo estuviese allí o no. Hubiera querido darle algo, reconfortarla, ofrecerle unos brazos abiertos, o...¿una buena taza de té?( a su debido tiempo se la ofrecería). No, debía escuchar. Escuchar ese pesar, esa expresión de lo intolerable. "Qué cosa en el mundo- se habría preguntado quien la observara en aquel momento, marido, amante, madre, amigo, aun alguien que en un momento determinado hubiese llorado esas mismas lágrimas, pero en particular, desde luego, un marido o un amante-¿qué puedes haber esperado de mí, de la vida, por Dios, que ahora lloras así?¿No ves que es imposible, que tú eres imposible, que nadie podría haber recibido promesas suficientes como para justificar, siquiera, tales lágrimas... no lo ves?". Pero es inútil. Los ojos ciegos miran a través de uno, están viendo un enemigo ancestral que no es, gracias a Dios, uno mismo. No, es la vida, el azar, o el destino, una fuerza de este tipo, que ha golpeado a la mujer en lo más profundo del corazón, y allí permanecerá sentada siempre, balanceándose en su dolor arcaico y terrible, y los sollozos que desgarran su ser son uno de los pilares sobre los que debe descansar todo. Nada menos podría justificarlos."...
Extraído de "Memorias de una Superviviente", Doris Lessing- DeBolsillo, 2007. (Editorial Sudamericana)Traducción de Mireia Bofill.
2 comentarios:
A mí me gustó, aunque noté lo de las frases algo enmarañadas.
Ahora bien, yo lo leí en castellano por lo cual no sé qué sonoridad tendrá en inglés.
Saludos
Yo también lo leí en castellano. Después busqué en internet el texto en inglés, pero leí muy poco. Me dió la impresión de que el estilo no cambiaba mucho, pero, por otra parte, siempre he creído que lo ideal sería leer todo texto literario en su idioma original. Después de todo, un escritor elige una palabra, entre todas las posibles, por razones que son inherentes al acto creativo y a su concepción artística.Diciendo esto no quiero desmerecer el trabajo de los traductores, hay muchos que son muy buenos y se comprometen profundamente con el texto.
Gracias por el comentario!
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