miércoles, 1 de octubre de 2008

Vals entre poetas

Estoy terminando de leer dos novelas; buscando un libro de ensayos que leer, uno que sea realmente bueno y sacuda un poco el polvo de mis ideas(se aceptan sugerencias); y también estoy leyendo poesía, vieja y nueva. Sí, entré en una nueva etapa de lecturas caóticas. Paciencia.

Les dejo un humilde tributo, un par de poemas que considero muy buenos.


Vals en las ramas

de Federico García Lorca(del libro Poeta en Nueva York, en homenaje a Vicente Aleixandre y su poema "Vals")


Cayó una hoja
y dos
y tres.
Por la luna nadaba un pez.
El agua duerme una hora
y el mar blanco duerme cien.
La dama
estaba muerta en la rama.
La monja
cantaba dentro de la toronja.
La niña
iba por el pino a la piña.
Y el pino
buscaba la plumilla del trino.
Pero el ruiseñor
lloraba sus heridas alrededor.
Y yo tambén
porque cayó una hoja
y dos
y tres.
Y una cabeza de cristal
y un violín de papel.
Y la nieve podría con el mundo
si la nieve durmiera un mes,
y las ramas luchaban con el mundo
una a una,
dos a dos,
y tres a tres.
¡Oh duro marfil de carnes invisibles!
Oh golfo sin hormigas del amanecer!
Con el muuu de las ramas,
con el ay de las damas,
con el croo de las ranas,
y el gloo amarillo de la miel.
Llegará un torso de sombra
coronado de laurel.
Será el cielo para el viento
duro como una pared
y las ramas desgajadas
se irán bailando con él.
Una a una
alrededor de la luna,
dos a dos
alrededor del sol,
y tres a tres
para que los marfiles se duerman bien.


El vals

de Vicente Aleixandre


Eres hermosa como la piedra,
oh difunta;
Oh viva, oh viva, eres dichosa como la nave.
Esta orquesta que agita
mis cuidados como una negligencia,
como un elegante bendecir de buen tono,
ignora el vello de los pubis,
ignora la risa que sale del esternón como una gran batuta.

Unas olas de afrecho,
un poco de serrín en los ojos,
o si acaso en las sienes,
o acaso adornando las cabelleras;
unas faldas largas hechas de colas de cocodrilos;
unas lenguas o unas sonrisas hechas con caparazones de cangrejos.
Todo lo que está suficientemente visto
no puede sorprender a nadie.

Las damas aguardan su momento sentadas sobre una lágrima,
disimulando la humedad a fuerza de abanico insistente.
Y los caballeros abandonados de sus traseros
quieren atraer todas las miradas a la fuerza hacia sus bigotes.

Pero el vals ha llegado.
Es una playa sin ondas,
es un entrechocar de conchas, de tacones, de espumas o de dentaduras postizas.
Es todo lo revuelto que arriba.

Pechos exuberantes en bandeja en los brazos,
dulces tartas caídas sobre los hombros llorosos,
una languidez que revierte,
un beso sorprendido en el instante que se hacía «cabello de ángel»,
un dulce «sí» de cristal pintado de verde.

Un polvillo de azúcar sobre las frentes
da una blancura cándida a las palabras limadas,
y las manos se acortan más redondeadas que nunca,
mientras fruncen los vestidos hechos de esparto querido.

Las cabezas son nubes, la música es una larga goma,
las colas de plomo casi vuelan, y el estrépito
se ha convertido en los corazones en oleadas de sangre,
en un licor, si blanco, que sabe a memoria o a cita.

Adiós, adiós, esmeralda, amatista o misterio;
adiós, como una bola enorme ha llegado el instante,
el preciso momento de la desnudez cabeza abajo,
cuando los vellos van a pinchar los labios obscenos que saben.
Es el instante, el momento de decir la palabra que estalla,
el momento en que los vestidos se convertirán en aves,
las ventanas en gritos,
las luces en ¡socorro!
y ese beso que estaba (en el rincón) entre dos bocas
se convertirá en una espina
que dispensará la muerte diciendo:
Yo os amo.


"Pez y luna" Mordecai Ardon (1946)




9 comentarios:

Rayuela dijo...

Qué ritmo tenía Federico... Escribía y le bailaban las palabras.

De Aleixandre conozco menos, ¡pero qué gran Generación!

P.D: ¿El libro de ensayo de buscas, sobre alguna temática concreta?

Veronika dijo...

¡Hola Rayuela!

Sí, era y es genial. La primera vez que leí a Federico García Lorca sentí que leía poesía por primera vez.
En mis mejores días, en mis mejores momentos, en esos donde las palabras saltan del espíritu a la mano, sólo puedo aproximarme a la orilla... Y el gran Federico me mira, mar adentro.

Cualquier temática.

¡Saludos!

Verónika

Rayuela dijo...

Ayer me olvidé de preguntarte: ¿conocés el Diario de Poesía que publica Daniel Samoilovich? El pasado fin de semana publicaron un artículo muy interesante sobre ese diario en el suplemento cultural de El País.

Veronika dijo...

- Diario de Poesía es una revista literaria que, personalmente, me parece muy buena pero que nunca consigo en el puesto de revistas.

- de Daniel Samoilovich he leído varios poemas, pero no conozco toda su obra poética.

¡Saludos rayuela!

Veronika dijo...

Tengo que entrar más seguido a leer Babelia... Mirá como serán las cosas por acá, que no me había enterado que Diario de poesía tiene página web (por supuesto que revistas culturales de corte comercial no iban a publicitar algo así... No vaya a ser cosa que sus lectores descubran que se puede hacer algo de calidad sobre el tema)

Saludos!

Rayuela dijo...

Sí, pero creo que esa web no está... No sale nada en relación al diario, ¿no la ves rara? Estuve buscando si había alguna otra dirección pero sigo con las manos vacías...

Veronika dijo...

Sí, creo que la dirección está mal. Yo tampoco pude encontrar nada más.
Voy a hacer nuevos intentos por conseguir la revista, aunque sea un ejemplar viejo.

ericz dijo...

Libro de ensayos: Cultura y contracultura, de Jorge BOsch

Veronika dijo...

Tomo nota. ¡Gracias!