martes, 21 de octubre de 2008

El dinero no compra la felicidad...

Anteayer terminé de leer Eugenie Grandet, novela de Honoré de Balzac. Inicié su lectura tres días antes, y se dió una de esas pequeñas casualidades que a veces me hacen sonreír...

Los primeros versos del poema "Los limones" de Eugenio Montale que posteé unos días antes:

Óyeme, los poetas laureados
se mueven solamente entre las plantas
de nombres poco usados: boj, ligustros o acantos.

Y he aquí la dedicatoria que antecede a la novela:

A María

Su retrato es el adorno más hermoso de esta obra. Que su nombre sea aquí como una rama de boj bendita, arrancada de cualquier árbol, pero santificada por la religión y conservada siempre verde por manos piadosas para proteger la casa.
De Balzac


No recuerdo haber leído la palabra boj antes de eso. No creo conocer tampoco al arbusto que designa, según la RAE mide unos cuatro metros y tiene flores blancas (que huelen mal).

Perdón por la disgresión.

"Eugenie Grandet" es una de las novelas más conocidas de Honoré de Balzac, fue escrita en el año 1833 y está ambientada en la Restauración, ese breve período en el que los conservadores quisieron reestablecer el poder de los Borbones y la Iglesia Católica, en Francia. Es una novela costumbrista, como toda la obra de Balzac que compone la "Comedia humana" y como casi toda, sino toda, novela escrita en esa época. Y su tema es: la avaricia.
¿Quién es Eugenie? Una joven de provincia, hija de un hombre extremadamente avaro quién es realmente el personaje principal de la historia. Eugenie no tiene mucha relevancia, su única función en la historia es poner en relieve la avaricia de quienes la rodean. Su madre es una buena mujer, pero totalmente sometida al mandato social y al gobierno de su esposo. Sus ¿amistades? sólo ven en ella a una rica heredera, un instrumento para obtener sustanciosas rentas. Eugenie es rica, pero vive en la pobreza, pasa frío, se conforma con poco. Es envidiada y, sin embargo, no conoce del mundo más que un retazo; no ha experimentado pasiones ni sueños. Pero encarna la heroína estoica, libre de culpas, que toda buena novela clásica requiere.
El relato es un exquisito retrato de época, abundante en detalles y referencias históricas. Pero sería injusto pensar que Balzac sólo retrataba, siguiendo sus aspiraciones ( es bien sabido que sus grandes esfuerzos como escritor y las privaciones a las que se sometía, tenían como Norte el prestigio y la inclusión en los círculos selectos de la sociedad parisina); sin críticas. Al contrario, las hay; críticas que moralizan, pero críticas al fin. Eugenie Grandet describe minuciosamente la maquinaria empleada para ascender socialmente y acrecentar el patrimonio, las ventajas de hacer un buen matrimonio, los intereses escondidos detrás de los distintos actores sociales en la pequeña ciudad de Saumur, la especulación y la codicia en todo su esplendor.

Quisiera contar más, pero siempre existe la posibilidad de que un futuro lector ande por ahí.
Disfruté mucho leer una novela clásica, estaba de humor para ese tipo de literatura. Y de Balzac, hay tanto para escribir que lo voy a dejar para otro post.

A continuación, pequeños fragmentos:




"Estos gérmenes de melancolía existen en la fisonomía de una casa situada en Saumur, al extremo de la empinada calle que lleva al castillo por la parte alta de la ciudad. Esta calle, ahora poco frecuentada, cálida en verano, fría en invierno, oscura en algunos parajes, es notable por la sonoridad de su empedrado de pequeños guijarros..."

"En pocos minutos, la noticia de la magnánima resolución de Grandet llegó a tres casas a la vez y ya no se habló en toda la ciudad más que de aquel gesto de abnegación fraternal. Todo el mundo perdonaba a Grandet la venta que había hecho faltando a la fe jurada entre los propietarios, y se admiraba su honor y se alababa una generosidad de que no le creían capaz. Es muy del carácter francés entusiasmarse, encolerizarse o apasionarse por las cosas del momento o por el acontecimiento de la actualidad. ¿Será que carecen de memoria los seres colectivos y los pueblos"

"Y se escapó, avergonzada y feliz de haber ido. Sólo la inocencia tiene tales atrevimientos. La virtud instruída calcula tan bien como el vicio."






"El avaro"- Mariano de Cossío

2 comentarios:

Lluís Salvador dijo...

Hola!
Muy buen post, Verónika, me ha hecho recordar vívidamente cuando la leí, hace muchos años. No olvides, sin embargo, que forma parte de ese titánico proyecto de Balzac, "La Comedia Humana", en concreto de la serie de Escenas de la Vida de Provincias, con lo que Balzac casi se autoimpuso una particularización de los caractéres diversos de la sociedad.
Un saludo!

Veronika dijo...

A mí me recordó otra novela clásica que leí hace muchos años, La ralea de Émile Zola.
De vez en cuando hace bien volver a la literaruta clásica (especialmente cuando las últimas publicaciones van cuesta abajo).

¡Saludos Lluís!