jueves, 21 de agosto de 2008

Cosas de día jueves...

No sé por qué, pero los días jueves siempre terminan siendo extraños. Las cosas no me salen ni bien ni mal, simplemente quedan a medias. Camino y llego a callejones sin salida. Llamo por teléfono y sólo encuentro contestadores automáticos. Busco algo y nunca aparece. Toda conversación termina en malentendido. Cualquier intento en la cocina puede tener el más improbable resultado. Nada se ve cómo debería, ni la fotografía que me observa todos los días desde mi escritorio, ni el color del cielo a través de la ventana. Hay algo esquivo y ajeno en el ambiente. Así son las cosas los días jueves.
Bueno, podría ser peor. Podría ser miércoles.


La esperanza de estar triste (de Púrpura, 2000)


Es invierno,
jueves,
el Sol queda al codo
y el malvón esta solo.

La tierra está fría,
blanquecina de escarcha;
mi cabeza oscila,
angulosa, triste,
luna de pájaros grises.

Ondea mi chal verde
melancolía venteañera.
Pero llega más alto,
con el viento violáceo,
y se hace torcaza,
poesía descalza.

¡Qué distante este invierno!
Han dempleado al juego
y los nudillos son números
de un ábaco silente.

La hiedra es mi pierna
que reposa desnuda,
sobre tréboles de luz
y almácigos de pan.
La hiedra se seca.

Mi chal verde ondea
verde- vivo verde- inquieto.
Sólo esperar es olvido,
mi latido es verdadero.



Ainadamar (de Púrpura, 2000)


Peregrino azul,
dime cuál es el camino
que lleva a la fuente de las lágrimas.
El alma llora en sus cenizas
y la araña teje con mis hilos.

Peregrino de ala corta,
he dejado de ser niña
y la noche se me antoja.
¡Ay, mis manos se obscurecen
y hace tiempo que no llueve!
Te suplico, peregrino,
enséñame la fuente.

Peregrino de ojos negros,
¿por qué insistes en saberlo?
Donde hay tumbas, hay silencio.
Peregrino, no busques mi dolor;
es grande el cementerio
si está lleno de recuerdos.

Peregrino, ¿puedes verla?,
es la fuente de las lágrimas,
donde todos se estremecen
y danzan, verdes, las ánimas.
Peregrino ven conmigo,
el cielo está muy blanco
y nos acecha el olvido.
Aquí nadie te hará daño.

Peregrino azul,
he dejado de ser niña
y mi alma llora en sus cenizas.
¡Ay, la niña que yo he sido
ha muerto tan sola, temblando de frío!

Tengo miedo peregrino,
la araña teje con mis hilos.



Publicados en "Los nuevos escritores latinoamericanos " 2004- Tomo V- Editorial Nuevo Ser.



"Princess Tustarr"- John Bauer




4 comentarios:

Rayuela dijo...

Ahora ya es viernes: espero que tus calles tengan final, haya alguien al otro lado del teléfono, la cocina resulte exitosa y el cielo sea del color que desees. Ayer para mí fue redondo y verde, como todos los jueves; hoy es un rectángulo de color beige.

Veronika dijo...

Sí, es viernes... al fin, felízmente viernes. Los viernes siempre tienen la silueta de un delfín, un olor que podría resultar de la mezcla de agua de mar con algún libro viejo, y se oyen como el follaje de los árboles agitado por el viento. Los viernes siempre empiezan y terminan en rima, y aunque muchas veces me siento triste lo hago de una manera alegre. Llegó el día azul-gris de la semana.

Veronika dijo...

Los lunes son para mi un rectángulo de color beige.

Rayuela dijo...

Para mí los lunes, redonditos y colorados.