"La gran ola de Kanagawa" de Katsushika Hokusai
Esta célebre imagen me hizo cambiar lo que iba a escribir a partir de esta línea.
Una ola gigantesca, feroz, se alza como una garra sobre las frágiles embarcaciones. Desconociendo la obra de Hokusai, uno podría pensar que aquí da muestras de ser esclavo de su tiempo. Un artista del siglo XIX mostrando la fuerza incontenible de la naturaleza... Esa fuerza anárquica, irracional y salvaje que el hombre por fin llegaba a domesticar a través de la revolución industrial y el desarrollo de maquinaria. Pero no es así, Hokusai sólo nos muestra uno de los tantos rostros de una naturaleza que observaba con fascinación y reverencia... ¿Acaso deja de ser una ola de gran belleza por su ánimo crispado?.
Entonces pienso en ese hombre moderno regocijándose en autosatifacción, proclamándose vencedor frente a la tiránica naturaleza. Ese hombre que parece decir "¡Miren! ¡He podido domar a la bestia!"...¿Por qué?. Miles de años atrás busco mi respuesta. Recuerdo a Jack London y su "Antes de Adán" hablando de miedos que sobreviven al cuerpo y se incorporan al proceso evolutivo. Los primeros seres humanos, los últimos homínidos, luchando por sobrevivir. Amenazados por otros animales, por tormentas, por el frío y el viento... Y esa bestia azul de garras ondulantes. Miedo acumulándose en sus células, impotencia también. Sobrevivir hasta el día en que pudiesen dejar de temerles.Pensándolo así, concluyo, caprichosamente, que el deseo del hombre por modificar y someter su entorno responde más a una necesidad primitiva y emocional que al exaltado triunfo de la razón y la civilización.
Y acá estamos, un par de siglos después, implorándole a la bestia malherida que resista. Aterrados ante la idea de que muera; sabiendo que hemos de morir con ella.
Esta célebre imagen me hizo cambiar lo que iba a escribir a partir de esta línea.
Una ola gigantesca, feroz, se alza como una garra sobre las frágiles embarcaciones. Desconociendo la obra de Hokusai, uno podría pensar que aquí da muestras de ser esclavo de su tiempo. Un artista del siglo XIX mostrando la fuerza incontenible de la naturaleza... Esa fuerza anárquica, irracional y salvaje que el hombre por fin llegaba a domesticar a través de la revolución industrial y el desarrollo de maquinaria. Pero no es así, Hokusai sólo nos muestra uno de los tantos rostros de una naturaleza que observaba con fascinación y reverencia... ¿Acaso deja de ser una ola de gran belleza por su ánimo crispado?.
Entonces pienso en ese hombre moderno regocijándose en autosatifacción, proclamándose vencedor frente a la tiránica naturaleza. Ese hombre que parece decir "¡Miren! ¡He podido domar a la bestia!"...¿Por qué?. Miles de años atrás busco mi respuesta. Recuerdo a Jack London y su "Antes de Adán" hablando de miedos que sobreviven al cuerpo y se incorporan al proceso evolutivo. Los primeros seres humanos, los últimos homínidos, luchando por sobrevivir. Amenazados por otros animales, por tormentas, por el frío y el viento... Y esa bestia azul de garras ondulantes. Miedo acumulándose en sus células, impotencia también. Sobrevivir hasta el día en que pudiesen dejar de temerles.Pensándolo así, concluyo, caprichosamente, que el deseo del hombre por modificar y someter su entorno responde más a una necesidad primitiva y emocional que al exaltado triunfo de la razón y la civilización.
Y acá estamos, un par de siglos después, implorándole a la bestia malherida que resista. Aterrados ante la idea de que muera; sabiendo que hemos de morir con ella.
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Agua.
H2O
Océanos, mares, ríos, lagos, lagunas, arroyos, manantiales, fuentes.
Fuentes.
Agua,
fuente de vida.
Siempre escuché esa afirmación "Agua, fuente de vida". Y cada vez pensé "Por supuesto, ¿no es el agua dónde dicen los biólogos que empezó la vida? ¿no está por eso el planeta tierra compuesto en mayor parte por agua?¿no es el agua condición indispensable para que todo ser vivo siga siéndolo?".
Agua, fuente de vida. ¿Pero qué tipo de fuente? Me pregunto en este instante. Fuente como principio u origen de algo, evidentemente. Sí, evidente. Lo dejo ahí.
Agua como principio u origen de vida. Acá me doy cuenta de que estoy complicada porque acabo de ingresar al territorio de una de mis grandes incertidumbres. ¿Qué es la vida?¿la vida nos precede o sólo existe a través de quienes la contenemos y podemos hacer uso de ella?¿ o la vida nos contiene y sólo somos una manifestación de ella?. No importa ahora. Me acabo de enterar de que la vida se origina en el agua y yo soy posterior a ella. Y me doy cuenta de que no puedo disociarlas de ninguna manera. Agua-vida.
Pero hoy estoy hablando del agua para suscribir al Blog Action Day, para llamar la atención sobre algo que nos tiene a muchos preocupados: el agua como recurso natural y sus problemas. El agua siendo contaminada. El mal uso del agua. La falta de agua.
Hoy estoy hablando de la vida siendo contaminada. El mal uso de la vida. La falta de vida.
Pocos se atreverían a decir en voz alta, y con total soltura, que la vida puede venderse embotellada en una góndola de supermercado. O que pueden usarse millones de vidas para extraer oro... No, al menos, desde la época de la colonia. Hay que ser políticamente correctos.
Sin embargo, por ejemplo, se emplean más de un centenar de litros de agua potable, e incluso agua pura de manantiales cordilleranos, para extraer oro... Más de un centenar de litros por segundo. Miles por hora. Millones de litros en un día.
Hace dos días el mundo entero festejaba el rescate éxitoso de los treinta y tres mineros atrapados en una mina de oro, en Chile. Todos nos alegramos. ¿Quién, además de los directivos de la minera, pudieron pensar que el oro que hay ahí abajo valía más que esas treinta y tres vidas?. Hace dos días nadie. ¿Y hoy? ¿cuántas vidas se están poniendo en peligro en este momento para extraer ese oro?. ¿Cuántas vidas dependen de esos millones de litros de agua potable que se envenenan con cianuro?.
No voy a detallar todas las formas en que se contamina y se desperdicia el agua. No voy a enumerar todas las consecuencias de esa contaminación. Hay tantas personas haciéndolo; hay tantas ONGs trabajando en eso, mejor informadas que yo. Sólo quiero que recordemos que el agua es vida y no podemos tomarla con levedad. ¿Porqué debatimos acaloradamente sobre la eutanasia, sobre la despenalización del aborto o la pena de muerte, pero no sobre cómo las empresas, gobiernos e individuos dan uso al agua?.
Hay personas muriendo de sed hoy, ahora. No estamos hablando a futuro, aunque también debiéramos hacerlo. Hay personas a las que se les niega lo más esencial: la vida.
Enlaces útiles:
www.water.org
Blog Action Day 2010
Greenpeace Argentina: agua
Y queriendo volver a la fuente de este blog confieso que, a mí, personalmente, el agua me da paz. Oír a la lluvia mojándolo todo. Ver la corriente ovillarse una y otra vez. Sentir el agua pasando entre mis manos y el suspiro de la ola llegando a mis pies . Beber hasta saciar mi sed. Dejarme mecer por el vaiven del agua. Son sensaciones que me dan paz. Y sólo encuentro paz donde hay verdad, donde puedo sentirme y ser verdadera. El agua me deja ser. ¿No es una hermosa obviedad?
Acá abajo les dejo un poema y un cuento.
H2O
Océanos, mares, ríos, lagos, lagunas, arroyos, manantiales, fuentes.
Fuentes.
Agua,
fuente de vida.
Siempre escuché esa afirmación "Agua, fuente de vida". Y cada vez pensé "Por supuesto, ¿no es el agua dónde dicen los biólogos que empezó la vida? ¿no está por eso el planeta tierra compuesto en mayor parte por agua?¿no es el agua condición indispensable para que todo ser vivo siga siéndolo?".
Agua, fuente de vida. ¿Pero qué tipo de fuente? Me pregunto en este instante. Fuente como principio u origen de algo, evidentemente. Sí, evidente. Lo dejo ahí.
Agua como principio u origen de vida. Acá me doy cuenta de que estoy complicada porque acabo de ingresar al territorio de una de mis grandes incertidumbres. ¿Qué es la vida?¿la vida nos precede o sólo existe a través de quienes la contenemos y podemos hacer uso de ella?¿ o la vida nos contiene y sólo somos una manifestación de ella?. No importa ahora. Me acabo de enterar de que la vida se origina en el agua y yo soy posterior a ella. Y me doy cuenta de que no puedo disociarlas de ninguna manera. Agua-vida.
Pero hoy estoy hablando del agua para suscribir al Blog Action Day, para llamar la atención sobre algo que nos tiene a muchos preocupados: el agua como recurso natural y sus problemas. El agua siendo contaminada. El mal uso del agua. La falta de agua.
Hoy estoy hablando de la vida siendo contaminada. El mal uso de la vida. La falta de vida.
Pocos se atreverían a decir en voz alta, y con total soltura, que la vida puede venderse embotellada en una góndola de supermercado. O que pueden usarse millones de vidas para extraer oro... No, al menos, desde la época de la colonia. Hay que ser políticamente correctos.
Sin embargo, por ejemplo, se emplean más de un centenar de litros de agua potable, e incluso agua pura de manantiales cordilleranos, para extraer oro... Más de un centenar de litros por segundo. Miles por hora. Millones de litros en un día.
Hace dos días el mundo entero festejaba el rescate éxitoso de los treinta y tres mineros atrapados en una mina de oro, en Chile. Todos nos alegramos. ¿Quién, además de los directivos de la minera, pudieron pensar que el oro que hay ahí abajo valía más que esas treinta y tres vidas?. Hace dos días nadie. ¿Y hoy? ¿cuántas vidas se están poniendo en peligro en este momento para extraer ese oro?. ¿Cuántas vidas dependen de esos millones de litros de agua potable que se envenenan con cianuro?.
No voy a detallar todas las formas en que se contamina y se desperdicia el agua. No voy a enumerar todas las consecuencias de esa contaminación. Hay tantas personas haciéndolo; hay tantas ONGs trabajando en eso, mejor informadas que yo. Sólo quiero que recordemos que el agua es vida y no podemos tomarla con levedad. ¿Porqué debatimos acaloradamente sobre la eutanasia, sobre la despenalización del aborto o la pena de muerte, pero no sobre cómo las empresas, gobiernos e individuos dan uso al agua?.
Hay personas muriendo de sed hoy, ahora. No estamos hablando a futuro, aunque también debiéramos hacerlo. Hay personas a las que se les niega lo más esencial: la vida.
Enlaces útiles:
www.water.org
Blog Action Day 2010
Greenpeace Argentina: agua
Y queriendo volver a la fuente de este blog confieso que, a mí, personalmente, el agua me da paz. Oír a la lluvia mojándolo todo. Ver la corriente ovillarse una y otra vez. Sentir el agua pasando entre mis manos y el suspiro de la ola llegando a mis pies . Beber hasta saciar mi sed. Dejarme mecer por el vaiven del agua. Son sensaciones que me dan paz. Y sólo encuentro paz donde hay verdad, donde puedo sentirme y ser verdadera. El agua me deja ser. ¿No es una hermosa obviedad?
Acá abajo les dejo un poema y un cuento.
El mar viene del mar
de Don Mario Benedetti.
El mar viene del mar
muere naciendo
simulacro de dios
baba del cielo
Viene del mar el mar
mar de sí mismo
desierto sin memoria
y sin olvido
el mar se lleva el mar
pero en la noche
las resacas no vuelven
al horizonte
muere naciendo
simulacro de dios
baba del cielo
Viene del mar el mar
mar de sí mismo
desierto sin memoria
y sin olvido
el mar se lleva el mar
pero en la noche
las resacas no vuelven
al horizonte
Mizu (Agua de "Historias en la palma de la mano")
del maestro Yasunari Kawabata
Apenas la mujer llegó de su pueblo desde Japón para casarse, al hombre lo transfirieron a una estación de observación metereológica en la cadena de montañas de Hsing-an en Manchuria. Lo que más sorprendió a la mujer fue que una lata de aceite llena de agua- un agua turbia y sucia- costara siete sen. Sólo imaginar que con ella tendría que enjuagarse la boca o lavar el arroz le daba náuseas. En seis meses, las sábanas y la ropa interior se habían amarilleado. Y, para empeorar las cosas, en diciembre el pozo se congeló hasta la superficie. Los peones les traían bloques de hielo de algún lugar, y ella los usaba alguna que otra vez para un baño, después de largos preparativos. No era éste un lugar para despilfarros. ¡Qué bendición calentar sus entumecidos huesos! Recordó el baño en su hogar como si se tratara de un sueño imposible. La toalla blanca en la mano, sumergida hasta los hombros en el agua caliente que embellecía sus brazos y piernas.
-Disculpe, pero ¿no le habrá quedado un poco de agua?, ¿me podría prestar un poquito?- una vecina apareció, cargando una botella de arcilla.- Estoy lavando mis cacerolas por primera vez en mucho tiempo, me descuidé y usé toda la que tenía.
Ya no tenía agua, pero le ofreció un poco del té que había sobrado.
-No puedo esperar hasta la primavera para chapotear con mi lavado como a mí me gusta. Qué bueno sería poder salpicar un poco de agua- dijo la vecina.
La abundancia de agua pura era el anhelo de todos los nativos de Japón. La nieve derretida se hacía esperar. El agua derramada de una palangana y absorbida por la tierra. Los dientes de león brotando.
Invitó a su vecina a tomar un baño en su tina. Entonces el tren que iba hacia la frontera norte ingresó en el valle. Era tiempo de tener noticias sobre las condiciones en el frente de batalla en el sur.
-Qué grande- dijo la vecina con voz entusiasta disfrutando de su baño caliente.
Y lo era, desde la estación metereológica en el lejano norte donde trabajaba el marido de la mujer, hasta los cielos de los mares del Sur. Ése era el japón de aquellos días.
Cuando la mujer salió al frente de su casa, las flores congeladas que la niebla había formado en las diminutas ramitas del alerce estaban cayendo, se diría que como pétalos de cerezo. Y cuando elevó la vista, la perfección azul del cielo le recordó los mares de su tierra natal.
-Disculpe, pero ¿no le habrá quedado un poco de agua?, ¿me podría prestar un poquito?- una vecina apareció, cargando una botella de arcilla.- Estoy lavando mis cacerolas por primera vez en mucho tiempo, me descuidé y usé toda la que tenía.
Ya no tenía agua, pero le ofreció un poco del té que había sobrado.
-No puedo esperar hasta la primavera para chapotear con mi lavado como a mí me gusta. Qué bueno sería poder salpicar un poco de agua- dijo la vecina.
La abundancia de agua pura era el anhelo de todos los nativos de Japón. La nieve derretida se hacía esperar. El agua derramada de una palangana y absorbida por la tierra. Los dientes de león brotando.
Invitó a su vecina a tomar un baño en su tina. Entonces el tren que iba hacia la frontera norte ingresó en el valle. Era tiempo de tener noticias sobre las condiciones en el frente de batalla en el sur.
-Qué grande- dijo la vecina con voz entusiasta disfrutando de su baño caliente.
Y lo era, desde la estación metereológica en el lejano norte donde trabajaba el marido de la mujer, hasta los cielos de los mares del Sur. Ése era el japón de aquellos días.
Cuando la mujer salió al frente de su casa, las flores congeladas que la niebla había formado en las diminutas ramitas del alerce estaban cayendo, se diría que como pétalos de cerezo. Y cuando elevó la vista, la perfección azul del cielo le recordó los mares de su tierra natal.
7 comentarios:
Hola, Verónika:
Gracias por estar ahí, gracias por compartir este día y esta acción, y gracias por la entrada, que combina belleza con compromiso.
Un saludo!
Esta en entrada , me recordó mucho el terremoto y sunami en mi región
Lluís: Gracias a vos por tu visita! Siempre me resulta muy grato contar con tu presencia por acá.
Leox: Gracias por pasar... Bueno, no creo que sea casual el que te haya recordado eso. La ola gigante de Hokusai tiene que ver con el fenómeno de los tsunami, propio de Japón. Lamento haber evocado ese espisodio tan triste en vos.
¡Saludos!
P/D. Ya noté y corregí los errores de tipeo y redacción en la entrada... Gracias por obviarlos, jajaja.
Gracias por la poesía de Benedetti y las demás...El agua, para mí también es vida,...También yo creo que todo empezó con el agua!!
Me ha gustado mucho leerte!!
Un abrazo!!
¡¡Muchas gracias María!! ¡Nos estamos leyendo! :)
Alponcho dijo...
Hola!!
Llegué a tu blog por casualidad, buscando la imagen de Hokusai. Me gustó mucho la entrada y escribo para felicitarte por la misma.
Seguro se podría derivar la entrada hacia otro camino muy interesante si tomas a Hokusai como punto de partida.
La adoración al monte Fuji inicia en buena medida porque al derretirse su hielo, la gente podía tener agua limpia. El Fujiyama era "proveedor" de agua para la población.
La imagen (que es una impresión, no fue pintada al óleo ni acuarela) es innovadora en muchos sentidos: muestra una imagen captada en "instantánea" cuando todavía no existía la fotografía; muestra representaciones de fractales en las olas (cuando todavía no se había llegado al concepto de fractales), utiliza 5 planos, y liga al elemento naturaleza en un entorno de armonía con el ser humano, como una misma cosa.
Saludos!!
Alponcho, bienvenido al blog. Me alegro que te haya gustado la entrada que tenía al agua como tema.
Muchas gracias por tu comentario sobre la imagen de Hokusai y el monte Fuji, me resultó muy interesante y aprendí algo nuevo. Me encanta el ida y vuelta que brinda internet.
¡Saludos!
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