miércoles, 27 de enero de 2010

Aquí no vuelan mariposas

Dibujo realizado por un niño en el ghetto de Terezín



Hay una memoria herida detrás de cada genocidio, detrás de cada guerra, de cada acto cruel perpetrado por y contra la humanidad. Una memoria de dolor y de espanto. Una memoria mutilada por las manos de los asesinos y las de aquellos que los aplaudieron, y las de quienes no hicieron nada habiendo podido hacerlo. Memoria que se escapa de nuestras manos porque aunque queramos asirla no podemos reconocer el movimento de sus alas.

En el ghetto de Terezín, cercano a la ciudad de Praga, vivieron y murieron cerca de 15.000 niños judíos. Allí fueron lo que eran, niños. Recitaron versos enseñados por padres, tíos o abuelos; dibujaron, escribieron... No me atrevo a decir: jugaron. ¿Pudo entrar la palabra juego en uno de esos ghettos?. Muchos dibujos, algunas inscripciones y poemas realizados por ellos se conservan en el Museo Estatal Judío de Praga.

"AQUI NO VUELAN MARIPOSAS"
Es una de las inscripciones que se encontraron escritas en las paredes, por un niño, data del año 1944.


¿Por qué prohíben las flores?


Yo entiendo por qué está prohibido
ingresar alimentos al Ghetto:
los nazis quieren que suframos hambre.
Yo entiendo por qué nos prohíben entrar ropas:
ellos quieren que pasemos frío.
Pero... ¿por qué nos prohíben entrar flores?
Eso no lo puedo entender.
Una flor, con un tallo delgado,
llena de color y aroma agradable.
¿Puede un ser humano prohibir las flores?


Fuente: "Seis millones de veces uno" (libro sobre el holocausto), de Eliahu Toker y Ana E. Weinstein.




Estamos tan heridos... (1949)
de Nelly Sachs


Estamos tan heridos
que creemos morir
cuando la calle nos lanza una mala palabra.
La calle no lo sabe,
pero no soporta semejante carga;
no está acostumbrada a soportar un Vesubio de dolores
sobre ella.
Han sido devastados los recuerdos de los tiempos antiguos,
desde entonces la luz es artificial
y los ángeles ya sólo juegan con pájaros y flores
o sonríen en el sueño de un niño.


Mariposa (1949)
de Nelly Sachs

Qué bello más allá
está pintado en tu polvo.
A través del núcleo de la llama de la tierra,
a través de tu chal de piedra
has sido ofrecida,
red de despedida en la medida del pasado.

Mariposa
¡A todos los seres buenas noches!
las importancias de vida y muerte
se hunden con tus alas
sobre la rosa abajo
que se marchita en el arco de luz que madura hacia casa.

Qué bello más allá
está pintado en tu polvo.
Qué signo real
en el secreto del aire.


Fuente: A media voz


3 comentarios:

Lluís Salvador dijo...

Hola!
Ya sabes que me encanta que vuelvas a escribir. Y gracias por esta entrada. Siempre me ha gustado tu sensibilidad hacia los libros, hacia la poesía. Pero además con este post has demostrado una sensibilidad muy especial hacia un tema terrible. En su brevedad y en su selección de textos, prestas testimonio de memoria. Eso es un valor añadido.
Gracias de nuevo, y un saludo!

Anónimo dijo...

Sencillamente hermoso. Y tristísimo, también. Estuve allí, donde guardaban aquellos dibujos. Nunca podré olvidarlos, qué colores tan tristes, tan apagados, los de aquella mariposa. Son dibujos callados, en silencio.

Mi más sincera felicitación,

Un saludo,


Susana

Veronika dijo...

Lluís:
Hola! Tenía muchas ganas de volver al blog, pero el 2009 fue un año que reclamó mi atención en otros ámbitos.
No me resultó fácil hacer esta entrada... Casi esquivo la fecha conmemorativa, pero, entonces, la frase de Lewis Carroll me disuadió de esa idea. Por estos días, al igual que muchas personas, estoy bastante "sacudida" por la tragedia de Haití (la histórica y la sísmica)... En ese contexto, parecía demasiado y, sin embargo, hay quienes lo están viviendo. No creo que darle vuelta la cara al dolor ajeno sea la mejor forma de lidiar con él; pienso que conciencia y cambio van de la mano, y hay que comprometerse en la medida de las propias posibilidas (y un poco más también)

¡Gracias por tu visita y tus palabras!

Susana: Sí, tristísimo... y terriblemente humano. Las fotografías de Terezín y las de los campos de concentración son desgarradoras, pero ver esos dibujos...Pensar en los niños que los hicieron, te pone en otro lugar... Te hacer caer hacia adentro, muy adentro, sin sostén alguno, sin posibilidad de enunciar un "Por qué?".
Gracias por la visita!


¡Saludos!

Verónika