Entonces, desde este blog con raíces al aire, acompaño el festejo con algunos de sus poetas.
Magda Massacesse
Siento de pronto una mañana
el sabor de mi tierra
inconfundible
Siento que siempre fue así, desde el principio
Que murieron los puntos cardinales
Que sólo el sur navega por mis venas
Siento el olor a tierra
a tierra mía
y es como nacer cada alborada
en esta parcela del planeta
"No sé de árboles"
Sergio Pravaz
Desconozco la historia
de la luna
no sé de árboles
e imagino que un puente
es también el gajo de una mandarina
aún así
cuando sacudo el silencio
puedo ver palabras
que brillan
"Los dos zapatos en el aire"
Jorge Spíndola
que es difícil ser poeta
que es un peligro andar
mostrando las costillas por la calle
o en un libro
yo le digo que no que no es difícil
más jodido es ser acróbata
o albañil en las alturas
no es difícil escribir
lo difícil es no caerse para arriba
o para abajo
que eso fue lo que le pasó al finado justo cárdenas
por ejemplo él llegaba en pedo a la obra
y se ponía a revocar con un pie afuera del andamio
hacía equilibrio
y un día se ve que se olvidó
y apoyó los dos zapatos en el aire
el resto ya se sabe
justo está enterrado a dos metros bajo tierra
y sus hijas dicen que justo está en el cielo
no es difícil ser poeta
(yo escribo palabras al borde del andamio)
5 comentarios:
¡Lindo homenaje! Me ha gustado especialmente el poema de Magda Massacesse. También a mí me mueve algo por adentro... Lo de sentirse parte de un lugar es algo personal de cada uno. Tengo amigos que casi reniegan de su lugar de nacimiento, no lo sienten suyo ni quieren conocerlo. Yo, en cambio, sólo viví siete años en la patria en la que nací (soy de Buenos Aires, ¿sabías?) y ya más de veinte en ésta que me acoge. Perdí el acento, la cotidianidad inmediata y hay un oceáno que me separa. Sin embargo me sigo considerando y sintiendo argentina. Y hay quien no lo entiende, quien piensa que uno es de donde los años ganan. Pero qué quieren, yo estoy ganada de antemano por el sur.
Te entiendo.
Yo viví en seis provincias diferentes, y me fui de la patagonia con un poco menos de ocho años, pero siempre siento nostalgia y pertenencia por esos lares. Creo que no hay que hacer a un lado el hecho de que esos años, aunque lejanos, son cruciales en la vida toda persona. La infancia es, a mi entender, el legado emocional sobre el cual construimos nuestros afectos e imaginación. Vivir en la niñez en cierto lugar te ata para siempre a ese sitio; pero es una atadura que no nos impide crecer, sólo deja un hito a dónde volver cuando hemos perdido contacto con nosotros mismos.
Saludos rayuela! gracias por tus comentarios, siempre disfruto leerlos.
un poco más de ocho años, no un poco menos.ups!
Tienes razón: los primeros años son muy importantes, as piedritas que sustentan la base. Me gusta recordar mi infancia y darme cuenta de la suerte que tuve. Me vine a España recién cumplidos los 7 años y siempre he visto esa edad como un momento de inflexión en vida, una especie de antes y después.
Ya en España he vivido en tres ciudades muy diferentes entre sí, y obviamente en todas tengo grandes recuerdos. Pero es en Buenos Aires en donde se arraiga mi parte más importante.
¡Saludos y qué bueno que escribas después de tantos días!
Estoy paseando or tu blog, me encanta. Veo estas poesías preciosas y leo los comentarios. La nostalgia. Cómo os entiendo. Yo soy española, pero viví tres años en Argentina, creo que parte de mí quedó allí, irremediable, Cuando viajo de nuevo, es como que vuelvo a una casa que me pertenece.
Es una delicia, la nostalgia no debe ser algo amargo, nos hace crecer en dos continentes.
Un aludo, precioso blog.
Teresa
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