tag:blogger.com,1999:blog-29202339929641264262024-03-05T15:33:24.711-03:00Mil Caballitos PersasBlog dedicado, sin pretensión pero con pasión, a la literatura.
Un espacio de encuentro con las letras para quienes leen, escriben, o ambas cosas. Un lienzo también donde plasmar esas ideas que terminan casi siempre en la borra del café.Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.comBlogger101125tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-64809365119383723882013-10-16T10:07:00.000-03:002014-04-05T14:29:12.490-03:00El derecho a Ser<br />
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Hoy se lleva adelante el <a href="http://blogactionday.org/">Blog Action Day</a> y este año el tema sugerido son los <a href="http://www.un.org/es/documents/udhr/">derechos humanos</a>. Viendo como están las cosas en el mundo, y a la vuelta de la esquina, me pareció oportuno sumarme nuevamente a la iniciativa.<br />
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Cuando uno piensa en los derechos humanos la asociación de imágenes es muy explícita. Hagan sino la prueba, cierren los ojos un momento y piensen en eso por un momento. ¿Aparecieron imágenes que representan los derechos humanos o la violación y/o supresión de los mismos?. La carencia nos enseña el valor de lo que nos falta, la pérdida nos conmueve siempre, la oscuridad nos ayuda a entender el alcance de la luz. Entonces, quizás la cuestión es todo lo que asumimos, lo que damos por sentado. Los derechos humanos no son abstracciones grandielocuentes que se pasean por la ONU. Son una realidad palpable, intrínseca a nuestra condición humana, son parte de nuestra vida diaria. ¿Cuántos de estos derechos estoy ejerciendo en este momento? Sentada descalza frente a mi computadora, con varios libros, de poesía, política y filosofía, apilados sobre el escritorio y un café al alcance de la mano. ¿Cuántos? Más de los que se imaginan; porque elegí cómo estoy vestida, qué leo, qué escribo, qué bebo, qué uso le doy a Internet, y elijo estar sentada acá, en la comodidad y seguridad de mi hogar, sin el temor de que alguien venga a derribar mi puerta o un misil haga temblar las paredes de mi casa. En este preciso momento, ¿cuántos millones de personas están en mi situación?¿Cuántas no?. Y ahí empiezo a acercarme al meollo de la cuestión. Si comparto estos derechos con otros, partiendo de la premisa de que nuestra condición humana nos iguala, y de que soy un ser social, no puedo ejercerlos en soledad. Necesito de otros para vivir con estos derechos, necesito que los demás también los respeten y hagan valer en cada una de sus acciones. Y me viene a la mente una frase de Oscar Wilde, poco casual teniendo en cuenta que hoy es, además, aniversario de su nacimiento: "el deber es lo que esperamos que hagan los otros". Porque sí, todo derecho conlleva un deber, y no respetar un derecho es incumplir un deber. Sí, necesito de los otros, necesito compromiso colectivo, pero yo misma soy ese otro del que espero respeto por mis derechos esenciales. Entonces tengo que estar consciente de estos derechos en mi día a día, para no perderlos de vista, para asegurarme de actuar en concordancia con ellos, tengo que ser, en palabras de Gandhi, el cambio que quiero ver en el mundo. ¿Y cómo hago para no perderme en esa suma de cosas que no son tan importantes pero lo parecen? ¿Cómo hago para no dejar de "ver" a las demás personas y a mí misma? Porque estoy rodeada de información y puedo comunicarme con personas de todas partes de mundo, pero los titulares se desvanecen en el instante en que tengo que ocuparme de pagar una factura, preparar el almuerzo para mi hija o correr hasta el andén porque se va el tren. Y esa nena que murió abusada y tiene casi la misma edad de la mía es una nota de tres mil caracteres en la edición matutina, es el comentario de las próximas horas en las redes sociales, pero mañana ya no lo será. Mañana esa niña ya no será para nosotros, como dejó de ser para sí misma cuando murió. ¿Y la tragedia de Lampedussa? ¿Cuántos derechos humanos se incumplieron a lo largo de los años para que esas personas murieran así? ¿Cómo llegaron a ese lugar y momento? No creo que este olvido recurrente se deba a malicia o indiferencia, sino a un mecanismo de defensa frente a nosotros mismos. Pasan cosas que nos conmueven, nos duelen, incluso aterran, y nos obligan a sentir y pensar por encima de nuestra cotidianidad; el velo que cubre nuestros ojos nos es arrebatado de forma violenta y la rueda se detiene por un instante, algunos minutos u horas. Recordamos quienes somos mas allá de nuestros nombres, profesiones, géneros, idiosincracias, etc. Recordamos nuestra humanidad, esa cualidad incuestionable que nos hermana. Por eso dice la Declaración Universal de los Derechos Humanos en sus primeros artículos:<br />
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<b> Artículo 1</b><br />
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros.<br />
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<b> Artículo 3</b><br />
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Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.<br />
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Nada dice explícitamente de ser, ¿pero cuando hablamos del derecho a la vida o a la libertad no estamos hablando del derecho a ser?. Y habla de comportarse fraternalmente los unos con los otros, porque si bien es cierto eso de "mis derechos terminan donde empiezan los del otro", más cierto es aún que mis derechos no existen sin los del otro. No podemos ser verdaderamente libres sin que los demás lo sean, podemos sí, vivir en la creencia de que lo somos, pero definitvamente no es lo mismo. Podemos ajustar el velo con todas nuestras fuerzas, podemos esquivar las situaciones que amenacen con quitarlo. Podemos vivir así porque es un velo, nos permite ver lo suficiente, lo indispensable para seguir adelante. ¿Pero cuánto dejamos de ver?¿Pero cuánto dejamos de percibir, de sentir? ¿Y qué va a pasar cuando necesitemos extender nuestra mano y los demás no puedan verla?. Tengo la firme convicción de que para defender los derechos humanos, hay que aprender a vivir a través de ellos, pero, sobretodo, hay que reconocernos humanos en cada decisión que tomamos, en cada paso que damos. Por eso propongo que, simplemente, ejerzamos el derecho a ser, siempre.<br />
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Dejo otra cita de Oscar Wilde y un fragmento de El príncipe Feliz, de su autoría, para que recordemos también la importancia de elevar nuestra mirada y poder ver más allá del lugar en el cual estamos parados. <br />
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" Vivimos en una época en la cual las cosas innecesarias son nuestra única necesidad"<br />
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Y acá les dejo el enlace para leer completo el<a href="http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/wilde/el_principe_feliz.htm"> cuento </a><br />
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<span style="color: maroon;"><b>"-Cuando estaba yo vivo y tenía un corazón de hombre -repitió la estatua-, no
sabía lo que eran las lágrimas porque vivía en el Palacio de la Despreocupación,
en el que no se permite la entrada al dolor. Durante el día jugaba con mis
compañeros en el jardín y por la noche bailaba en el gran salón. Alrededor del
jardín se alzaba una muralla altísima, pero nunca me preocupó lo que había
detrás de ella, pues todo cuanto me rodeaba era hermosísimo. Mis cortesanos me
llamaban el Príncipe Feliz y, realmente, era yo feliz, si es que el placer es la
felicidad. Así viví y así morí y ahora que estoy muerto me han elevado tanto,
que puedo ver todas las fealdades y todas las miserias de mi ciudad, y aunque mi
corazón sea de plomo, no me queda más recurso que llorar."</b></span><br />
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<span style="color: maroon;"><b> </b><br />
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<br />Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-30964555483104034622012-03-21T10:33:00.008-03:002012-03-21T11:24:40.625-03:00Otra vez otoño...<div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfiBVqdw8hLBfFUymD9nbEbmT8GOn4E2pfUEIiDb76jyi6WRJCywreL5dcqHr3ynqRGWQ7NKQu6WeBNIT8k88DXHlY3IJz_i82qJiSihLkNxpDPKc2hhNdSg-zCEcldi1LV0ovySv_DbpH/s1600/arcimboldo_otono1.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 321px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfiBVqdw8hLBfFUymD9nbEbmT8GOn4E2pfUEIiDb76jyi6WRJCywreL5dcqHr3ynqRGWQ7NKQu6WeBNIT8k88DXHlY3IJz_i82qJiSihLkNxpDPKc2hhNdSg-zCEcldi1LV0ovySv_DbpH/s400/arcimboldo_otono1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5722344123192893234" border="0" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;font-size:78%;" >"Otoño" de Giuseppe Arcimboldo, 1573.</span><br /><br /><br /><div style="text-align: left;"><span style="font-size:100%;">Las hojas de los árboles se encienden y una nueva paleta de colores se despliega. Las mañanas son más frescas, la lluvia alterna con la niebla. Y la alegría dispersa del verano, lentamente, se condensa; muta y fluye disfrazada de tristeza.</span><br /><br />Perdón por el abandono. El pasado año no fue un año de palabras, más bien de hechos y silencios.<br />Pero acá me tienen otra vez, leyendo y escribiendo, deseosa y expectante, con nuevos bríos y nuevos libros.<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0); font-style: italic;"> "Otoño"</span><br /><div style="text-align: right;"> de Octavio Paz <br /><div style="text-align: left;"><br /> <br /></div><br /></div></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size:100%;">En llamas, en otoños incendiados,</span><br /><span style="font-size:100%;">arde a veces mi corazón,</span><br /><span style="font-size:100%;">puro y solo. El viento lo despierta,</span><br /><span style="font-size:100%;">toca su centro y lo suspende</span><br /><span style="font-size:100%;">en luz que sonríe para nadie:</span><br /><span style="font-size:100%;">¡cuánta belleza suelta!</span><br /><br />Busco unas manos,<br />una presencia, un cuerpo,<br />lo que rompe los muros<br />y hace nacer las formas embriagadas,<br />un roce, un son, un giro, un ala apenas;<br />busco dentro mí,<br />huesos, violines intocados,<br />vértebras delicadas y sombrías,<br />labios que sueñan labios,<br />manos que sueñan pájaros...<br /><br />Y algo que no se sabe y dice «nunca» cae del cielo,<span style="font-size:100%;"><span class="messageBody" ft="{"type":3}"><br />de ti, mi Dios y mi adversario.<br /><br /><br /><br /></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: rgb(153, 0, 0); font-style: italic; font-weight: bold;">"Ritmo de otoño"</span><br /><div style="text-align: right;">de Federico García Lorca, 1920 <br /><br /><br /><br /><div style="text-align: left;"><p> Amargura dorada en el paisaje.<br />El corazón escucha. </p> <p> En la tristeza húmeda el viento dijo:<br />Yo soy todo de estrellas derretidas,<br />sangre del infinito.<br />Con mi roce descubro los colores<br />de los fondos dormidos.<br />Voy herido de místicas miradas,<br />yo llevo los suspiros<br />en burbujas de sangre invisibles<br />hacia el sereno triunfo<br />del amor inmortal lleno de Noche.<br />Me conocen los niños,<br />y me cuajo en tristezas.<br />Sobre cuentos de reinas y castillos,<br />soy copa de luz. Soy incensario<br />de cantos desprendidos<br />que cayeron envueltos en azules<br />transparencias de ritmo.<br />En mi alma perdiéronse solemnes<br />carne y alma de Cristo,<br />y finjo la tristeza de la tarde<br />melancólico y frío.<br />El bosque innumerable. </p> <p> Llevo las carabelas de los sueños<br />a lo desconocido.<br />Y tengo la amargura solitaria<br />de no saber mi fin ni mi destino. </p> <p> Las palabras del viento eran suaves<br />con hondura de lirios.<br />Mi corazón durmiose en la tristeza<br />del crepúsculo. </p> <p> Sobre la parda tierra de la estepa<br />los gusanos dijeron sus delirios. </p> <p> Soportamos tristezas<br />al borde del camino.<br />Sabemos de las flores de los bosques,<br />del canto monocorde de los grillos,<br />de la lira sin cuerdas que pulsamos,<br />del oculto sendero que seguimos.<br />Nuestro ideal no llega a las estrellas,<br />es sereno, sencillo:<br />quisiéramos hacer miel, como abejas,<br />o tener dulce voz o fuerte grito,<br />o fácil caminar sobre las hierbas,<br />o senos donde mamen nuestros hijos. </p> <p> Dichosos los que nacen mariposas<br />o tienen luz de luna en su vestido.<br />¡Dichosos los que cortan la rosa<br />y recogen el trigo!<br />¡Dichosos los que dudan de la muerte<br />teniendo Paraíso,<br />y el aire que recorre lo que quiere<br />seguro de infinito!<br />Dichosos los gloriosos y los fuertes,<br />los que jamás fueron compadecidos,<br />los que bendijo y sonrió triunfante<br />el hermano Francisco.<br />Pasamos mucha pena<br />cruzando los caminos.<br />Quisiéramos saber lo que nos hablan<br />los álamos del río. </p> <p> Y en la muda tristeza de la tarde<br />respondioles el polvo del camino:<br />Dichosos, ¡oh gusanos!, que tenéis<br />justa conciencia de vosotros mismos,<br />y formas y pasiones,<br />y hogares encendidos.<br />Yo en el sol me disuelvo<br />siguiendo al peregrino,<br />y cuando pienso ya en la luz quedarme,<br />caigo al suelo dormido. </p> <p> Los gusanos lloraron, y los árboles,<br />moviendo sus cabezas pensativos,<br />dijeron: El azul es imposible.<br />Creíamos alcanzarlo cuando niños,<br />y quisiéramos ser como las águilas<br />ahora que estamos por el rayo heridos.<br />De las águilas es todo el azul.<br />Y el águila a lo lejos:<br />¡No, no es mío!<br />Porque el azul lo tienen las estrellas<br />entre sus claros brillos.<br />Las estrellas: Tampoco lo tenemos:<br />está entre nosotras escondido.<br />Y la negra distancia: El azul<br />lo tiene la esperanza en su recinto.<br />Y la esperanza dice quedamente<br />desde el reino sombrío:<br />Vosotros me inventasteis corazones,<br />Y el corazón:<br />¡Dios mío! </p> <p> El otoño ha dejado ya sin hojas<br />los álamos del río. </p> <p> El agua ha adormecido en plata vieja<br />al polvo del camino.<br />Los gusanos se hunden soñolientos<br />en sus hogares fríos.<br />El águila se pierde en la montaña;<br />el viento dice: Soy eterno ritmo.<br />Se oyen las nanas a las cunas pobres,<br />y el llanto del rebaño en el aprisco. </p> <p> La mojada tristeza del paisaje<br />enseña como un lirio<br />las arrugas severas que dejaron<br />los ojos pensadores de los siglos. </p> <p> Y mientras que descansan las estrellas<br />sobre el azul dormido,<br />mi corazón ve su ideal lejano<br />y pregunta:<br />¡Dios mío!<br />Pero, Dios mío, ¿a quién?<br />¿Quién es Dios mío?<br />¿Por qué nuestra esperanza se adormece<br />y sentimos el fracaso lírico<br />y los ojos se cierran comprendiendo<br />todo el azul? </p> <p> Sobre el paisaje viejo y el hogar humeante<br />quiero lanzar mi grito,<br />sollozando de mí como el gusano<br />deplora su destino.<br />Pidiendo lo del hombre, Amor inmenso<br />y azul como los álamos del río.<br />Azul de corazones y de fuerza,<br />el azul de mí mismo,<br />que me ponga en las manos la gran llave<br />que fuerce al infinito.<br />Sin terror y sin miedo ante la muerte,<br />escarchado de amor y de lirismo,<br />aunque me hiera el rayo como al árbol<br />y me quede sin hojas y sin grito. </p> <p> Ahora tengo en la frente rosas blancas<br />y la copa rebosando vino.<br /></p><p><br /></p><p><br /></p></div></div></div></div></div>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-35116430192322765542011-12-01T11:57:00.003-03:002011-12-01T12:58:46.736-03:00Nicanor Parra: Premio Cervantes 2011<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQNU3_CWGr4-2J-0WnK_igLeM-yAR29nVT41mp8WQkTELXDHzIwJ331UvxfH6TcO1a0EjHW5fiRfFEm93cUT3BrtPhxaRnVVokBtOJvyJlB15gBnZxSYmn-hIib3LNb1WF4ZQ3s_XB9XUb/s1600/elhombre+invisible_dali_1929.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 237px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQNU3_CWGr4-2J-0WnK_igLeM-yAR29nVT41mp8WQkTELXDHzIwJ331UvxfH6TcO1a0EjHW5fiRfFEm93cUT3BrtPhxaRnVVokBtOJvyJlB15gBnZxSYmn-hIib3LNb1WF4ZQ3s_XB9XUb/s400/elhombre+invisible_dali_1929.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5681175355379107938" border="0" /></a><span style="font-size:78%;"><span style="font-style: italic;">"El hombre invisible"</span>- Salvador Dalí (1929)</span><br /><br /><div style="text-align: left;"><br />El poeta chileno Nicanor Parra es, a sus 97 años, el nuevo ganador del Premio Cervantes 2011.<br />Nadie pone en duda que lo merezca, pero ya muchos desconfiaban de que pudieran otorgárselo después de tantos años de postergación; razón por la cual la buena nueva se mezcla con sorpresa. Mejor tarde que nunca dicen por ahí.<br /><br />Pueden leer poemas o antipoemas, discursos, entrevistas y otros textos; ver fotografías y videos, además de datos bio y bibliográficos en el sitio web creado por la Universidad de Chile:<br /><br />http://www.nicanorparra.uchile.cl/index.html<br /><br />Me gustó lo que aparece en la página de biografía<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Misión cumplida: árboles plantados 17</span><br /><span style="font-weight: bold;"> hijos 6</span><br /><span style="font-weight: bold;"> obras publicadas 7</span><br /><span style="font-weight: bold;"> ________________________</span><br /><span style="font-weight: bold;"> Total 30 </span><br /><br /><br /><div style="text-align: left;"> Algunos poemas...<br /><br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-family:arial;"><span style="font-weight: bold; color: rgb(153, 51, 0);"><span style="color: rgb(153, 0, 0);">El hombre imaginario</span> </span>(<span style="font-style: italic;">"Hojas de Parra",</span> 1985)</span><br /></div><br /><br /><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">El hombre imaginario</span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">vive en una mansión imaginaria </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">rodeada de árboles imaginarios </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">a la orilla de un río imaginario</span><span style="font-size:100%;"><br /> <br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">De los muros que son imaginarios </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">penden antiguos cuadros imaginarios </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">irreparables grietas imaginarias </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">que representan hechos imaginarios </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">ocurridos en mundos imaginarios </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">en lugares y tiempos imaginarios</span><span style="font-size:100%;"><br /> <br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">Todas las tardes tardes imaginarias </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">sube las escaleras imaginarias </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">y se asoma al balcón imaginario </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">a mirar el paisaje imaginario </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">que consiste en un valle imaginario </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">circundado de cerros imaginarios</span><span style="font-size:100%;"><br /> <br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">Sombras imaginarias</span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">vienen por el camino imaginario</span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">entonando canciones imaginarias </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">a la muerte del sol imaginario</span><span style="font-size:100%;"><br /> <br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">Y en las noches de luna imaginaria </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">sueña con la mujer imaginaria </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">que le brindó su amor imaginario </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">vuelve a sentir ese mismo dolor </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">ese mismo placer imaginario </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">y vuelve a palpitar </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">el corazón del hombre imaginario</span><span style="font-size:100%;"><br /></span></div><span style="font-size:100%;"><br /><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-size:100%;"><span style=" font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0);font-family:arial;" >Preguntas y Respuestas </span> </span><span style="font-family:arial;">(<span style="font-style: italic;">"Hojas de Parra",</span> 1985)</span><br /></div><span style="font-size:100%;"><br /><br /></span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">¿qué te parece valdrá </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">la pena matar a dios</span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">a ver si se arregla el mundo?</span><span style="font-size:100%;"><br /> <br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-claro que vale la pena</span><span style="font-size:100%;"><br /> <br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-¿valdrá la pena jugarse </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">la vida por<b> </b>una idea </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">que puede resultar falsa?</span><span style="font-size:100%;"><br /> <br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-claro que vale la pena</span><span style="font-size:100%;"><br /> <br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-¿pregunto yo si valdrá </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">la pena comer centolla</span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">valdrá la pena criar </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">hijos que se volverán </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">en contra de sus mayores?</span><span style="font-size:100%;"><br /> <br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-es evidente que sí</span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">que nó</span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><blockquote> <span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;"> que vale la pena</span><span style="font-size:100%;"><br /><br /></span> </blockquote><span style="font-size:100%;"> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-Pregunto yo si valdrá </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">la pena poner un disco </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">la pena leer un árbol </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">la pena plantar un libro </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">si todo se desvanece </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">si nada perdurará</span><span style="font-size:100%;"><br /> <br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-tal vez no valga la pena</span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-no llores</span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><blockquote> <blockquote> <span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;"> -estoy riendo</span><span style="font-size:100%;"><br /></span> </blockquote> </blockquote><span style="font-size:100%;"> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-no nazcas</span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><blockquote> <blockquote> <span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;"> -estoy muriendo</span><span style="font-size:100%;"><br /></span> </blockquote> </blockquote><span style="font-size:100%;"> </span><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-size:100%;"><span style="font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0);">Quién es el que viene ahí </span> </span><span style="font-family:arial;">(<span style="font-style: italic;">"Hojas de Parra",</span> 1985)</span><br /><br /></div><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">que no es mi<b> </b>viejito feo? </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-quién otro va a ser mijita... </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-pase por aquí papá </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">qué bueno<b> </b>que haya venido </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">adónde quiere sentarse </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">en la silla o en el piso </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-en las dos cosas mijita... </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-y qué se quiere servir </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">hay té café y chocolate </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-de las tres cosas mijita...</span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-con pan o con sopaipillas? </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-con pan y con sopaipillas... </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-y por qué llora mi viejo </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-lloro por mi vieja ingrata </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">que se fue y no me llevó... </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-no llore más papacito </span><span style="font-size:100%;"><br /> </span><span style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;">-cómo no voy a llorar..</span><span style="font-size:100%;"><br /></span><span style="font-size:100%;"><br /></span></div></div><br /><div style="text-align: center; font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0);">Cambios de nombre <span style="color: rgb(0, 0, 0); font-weight: normal;">(<span style="font-style: italic;">"Versos de Salón"</span>, 1962)</span><br /><br /></div><br /><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >A los amantes de las bellas letras </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Hago llegar mis mejores deseos</span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Voy a cambiar de nombre a algunas cosas. </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Mi posición es ésta: </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >El poeta no cumple su palabra </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Si no cambia los nombres de las cosas. </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >¿Con qué razón el sol</span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Ha de seguir llamándose sol? </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >¡Pido que se le llame Micifuz</span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >El de las botas de cuarenta leguas! </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >¿Mis zapatos parecen ataúdes? </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Sepan que desde hoy en adelante </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Los zapatos se llaman ataúdes. </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Comuníquese, anótese y publíquese </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Que los zapatos han cambiado de nombre: </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Desde ahora se llaman ataúdes. </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Bueno, la noche es larga </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Todo poeta que se estime a sí mismo </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Debe tener su propio diccionario </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Y antes que se me olvide </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Al propio dios hay que cambiarle nombre </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Que cada cual lo llame como quiera: </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Ese es un problema personal. </span><span style="font-size:100%;"><br /><br /><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-size:100%;"><span style="font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0);">Tres poesías </span> </span><span style="color: rgb(0, 0, 0); font-weight: normal;">(<span style="font-style: italic;">"Versos de Salón"</span>, 1962)</span><br /></div><span style="font-size:100%;"><br /><br /></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >1</span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Ya no me queda nada por decir </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Todo lo que tenía que decir </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Ha sido dicho no sé cuántas veces.</span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span><br /><span style="font-family:arial;"> </span><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >2 </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >He preguntado no sé cuántas veces</span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Pero nadie contesta mis preguntas. </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Es absolutamente necesario </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Que el abismo responda de una vez </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Porque ya va quedando poco tiempo.</span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >3 </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Sólo una cosa es clara: </span><span style="font-size:100%;"><br /><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:100%;" >Que la carne se llena de gusanos.</span><span style="font-size:100%;"><br /><br /><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0);">Fuentes de soda</span> <span style="color: rgb(0, 0, 0); font-weight: normal;">(<span style="font-style: italic;">"Versos de Salón"</span>, 1962)</span><br /><br /><br /><div style="text-align: left; font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Aprovecho la hora del almuerzo<br /> </span><span style="font-size:100%;">Para hacer un examen de conciencia<br /> </span><span style="font-size:100%;">¿Cuántos brazos me quedan por abrir?<br /> </span><span style="font-size:100%;">¿Cuántos pétalos negros por cerrar?<br /> </span><span style="font-size:100%;">¡A lo mejor soy un sobreviviente! <br /><br /> </span> <span style="font-size:100%;">El receptor de radio me recuerda<br /> </span><span style="font-size:100%;">Mis deberes, las clases, los poemas<br /> </span><span style="font-size:100%;">Con una voz que parece venir<br /> </span><span style="font-size:100%;">Desde lo más profundo del sepulcro.<br /><br /> </span> <span style="font-size:100%;">El corazón no sabe qué pensar.<br /><br /> </span> <span style="font-size:100%;">Hago como que miro los espejos<br /> </span><span style="font-size:100%;">Un cliente estornuda a su mujer<br /> </span><span style="font-size:100%;">Otro enciende un cigarro <br /> </span><span style="font-size:100%;">Otro lee Las Últimas Noticias.<br /><br /> </span> <span style="font-size:100%;">¡Qué podemos hacer, árbol sin hojas,<br /> </span><span style="font-size:100%;">Fuera de dar la última mirada<br /> </span><span style="font-size:100%;">En dirección del paraíso perdido!<br /><br /> </span> <span style="font-size:100%;">Responde sol oscuro<br /> </span><span style="font-size:100%;">Ilumina un instante<br /> </span><span style="font-size:100%;">Aunque después te apagues para siempre.<br /></span></div><div style="text-align: left; font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><br /></span></div></div><div style="text-align: left; font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><br /></span></div>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-24222889626973009992011-10-29T10:37:00.018-03:002011-10-29T14:08:02.363-03:00El principado de la infancia<div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span"><u><br /></u></span></div><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0iMG76RLBAKoJIBoUsBwvbYI1R478Nf5AYYqjAV-4PNXS-TDBFvDeLtJH053KpTEdIjkWH0cWwa5dJuGMw9gpIVZARcKrFLiXOD6_PmUc6BOoFeVvh4Foyc3Vz47QVp4PoJP_z9sv-Qg1/s1600/escanear0013.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 288px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0iMG76RLBAKoJIBoUsBwvbYI1R478Nf5AYYqjAV-4PNXS-TDBFvDeLtJH053KpTEdIjkWH0cWwa5dJuGMw9gpIVZARcKrFLiXOD6_PmUc6BOoFeVvh4Foyc3Vz47QVp4PoJP_z9sv-Qg1/s400/escanear0013.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5668908777402679410" /></a></div><div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small; ">El principito, ilustración de Antoine de Saint-Exupéry</span></div><div><div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: left; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; ">Hace dos meses, pude asociarme, finalmente, a una biblioteca pública. El mismo día que me dieron el carnet de socio, me abalancé voraz entre sus anaqueles</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; "> polvorientos para conseguir "nuevo" material de lectura. En l</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; ">a sección de novelas filosóficas hice un hallazgo que me inundó con una maravillosa y palpitante nostalgia. Era un ejemplar de tapa </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; ">de cartón y páginas cosidas de <i><b>El principito</b></i> ( Le petit prince) de <b>Antoine de Saint-Exupéry</b>. Ahí estaba ante mis ojos, el primer libro que </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; ">marcó con huella indeleble mi existencia... Y en la misma edición por la cual yo lo había conocido . El texto original editado por Emecé, con las ilustraciones del autor. Sus tapas y páginas amarillas, ese olor inconfundible a libro añejo que se desprendía del papel, y las manchas de un ocre anaranjado, pro</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; ">ducto de la humedad, me sedujeron como seduce un tubo fluorescente encendido durante una noche verano a polillas y mosquitos. Lo traje conmigo a casa embelesada.</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px; "><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0iMG76RLBAKoJIBoUsBwvbYI1R478Nf5AYYqjAV-4PNXS-TDBFvDeLtJH053KpTEdIjkWH0cWwa5dJuGMw9gpIVZARcKrFLiXOD6_PmUc6BOoFeVvh4Foyc3Vz47QVp4PoJP_z9sv-Qg1/s1600/escanear0013.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiA107B5mDfk2KmAnvR5yEzd8xN4JMastoGRBHZCfZDOQWbKHO_HJFmY4nth5yrn4TIc2S3k7aewJ9IYmKSFIrJ389YLCwmQilDKy1-dZuiXxwyy3808qJpKl63vtjt-_nxZw_cubxTNh5t/s400/escanear0007.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5668914200183948418" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 286px; height: 400px; " /></a></span></span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; ">Esta novela es clásico entre los clásicos y lectura obligada, en muchos casos, desde las instituciones educativas; pero aún así creo que su vigencia actualmente está amenazada por el olvido colectivo. Ya no se lo reedita como antes, ni se lo ve abrigado entre cuadernos en la mochila de los niños. Pero lo más triste, y quizás esto haya sido así desde un principio, es que no está en la lista de lecturas de los adultos. ¿Por qué digo esto? Porque, a</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; "> mi entender, es uno de esos escasos libros que merecen ser releídos en distintas estacione</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; ">s de la vida; un libro que, más allá de los méritos literarios que se le puedan otorgar o no, nos deja, al leerlo, en un lugar que no frecuentamos siendo adultos. Ese lugar mágico y secreto, lleno de incertidumbres y asombro, en el cual nos era tan natural estar cuando éramos niños.</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; "><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; "><i>El principito</i> es una novela que no tiene desperdicio en ninguno de sus párrafos, nos regala frases deliciosas, poéticas y honestas de principio a fin. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; ">Desde la misma dedicatoria podemos intuir que el libro que tenemos frente a nuestros ojos no es un libro cualquiera</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; ">:</span></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px; "><div style="text-align: left; "><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0iMG76RLBAKoJIBoUsBwvbYI1R478Nf5AYYqjAV-4PNXS-TDBFvDeLtJH053KpTEdIjkWH0cWwa5dJuGMw9gpIVZARcKrFLiXOD6_PmUc6BOoFeVvh4Foyc3Vz47QVp4PoJP_z9sv-Qg1/s1600/escanear0013.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_qN06aU-OpcAb-IPkbNHlVbQSxtoU98tb2qurFLh1W2nig2EjUeezX0_GPd_sYwNj9XqDcP-8r0cqUCKBiHTPvDGclCkHBRtejU0MvxTInpBo-zNZXnj-5jhYnciv3pZFB-WUAZ80u2_b/s400/escanear0010.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5668919527648932690" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 390px; height: 400px; " /></a><div style="text-align: center;"><br /></div></div></span></span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; ">¿Quién no recuerda la ilustración de una boa tragándose a un elefante que d</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; ">eviene en un sombrero?</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span"><div style="text-align: left; "><div style="font-size: 16px; text-align: left; "><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0iMG76RLBAKoJIBoUsBwvbYI1R478Nf5AYYqjAV-4PNXS-TDBFvDeLtJH053KpTEdIjkWH0cWwa5dJuGMw9gpIVZARcKrFLiXOD6_PmUc6BOoFeVvh4Foyc3Vz47QVp4PoJP_z9sv-Qg1/s1600/escanear0013.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv4Qir6OFQ8JnuwZavLfAZ5j-fhiu2Sf-HAkeVQ42l4BV1idHpxVDwX-GCRPQOdzUMVSZ4MBbyepGateEKuCun2I5oU16XX63yo-5P6-RFcDYm_iPsQEV5TW3WZ8mce9m5LlIcVVHZaIE7/s400/escanear0011.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5668923601282474866" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 298px; height: 400px; " /></a><div></div></div><div style="font-size: 16px; "><br /></div><div style="font-size: 16px; ">"Mostré mi obra maestra a las personas grandes y les pregunté si mi dibujo les asustaba. Me contestaron: ¿Por qué habrá de asustar un sombrero"</div><div style="font-size: 16px; ">Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digería un elefante. Dibujé entonces el interior de la serpiente a fin de que las personas grandes pudiesen comprender. Siempre necesitan explicaciones. Mi dibujo número 2 era así:</div><div style="font-size: 16px; "><br /></div><div style="font-size: 16px; "><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIOTFpR7l6hyROtK9xwSEWgGU7yx4mvje3dOVyZSj6eCvt9yxHgejqOIFmDzWoyeX0cSweeQCdeJCtt0tNPzftJIAHO0bOTEoE3pC3beCvJXKuQ8VB9GKgsS8C9ffFGJAMgrRVBLlYySE5/s1600/escanear0001.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIOTFpR7l6hyROtK9xwSEWgGU7yx4mvje3dOVyZSj6eCvt9yxHgejqOIFmDzWoyeX0cSweeQCdeJCtt0tNPzftJIAHO0bOTEoE3pC3beCvJXKuQ8VB9GKgsS8C9ffFGJAMgrRVBLlYySE5/s400/escanear0001.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5668928099366965090" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 192px; " /></a></div><div style="font-size: 16px; "><br /></div><div style="font-size: 16px; ">"Las personas grandes me aconsejaron que dejara a un lado los dibujos de serpientes boas abiertas o cerradas y que me interesara un poco más en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática. Así fue cómo, a la edad de seis años, abandoné una magnífica carrera de pintor. Estaba desalentado por el fracaso de mi dibujo número 1 y número 2. Las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas y es cansador para los niños tener que darles siempre y siempre explicaciones"</div><div style="font-size: 16px; "><br /></div><div style="font-size: 16px; ">"Tuve así, en el curso de mi vida, muchísimas vinculaciones con muchísima gente seria. Viví mucho con personas grandes. Las he visto muy de cerca. No he mejorado excesivamente mi opinión. Cuando encontré alguna que me pareció un poco lúcida, hice la experiencia de mi dibujo número 1, que siempre he conservado. Quería saber si era verdaderamente comprensiva. Pero siempre me respondía: "Es un sombrero". Entonces no le hablaba ni de serpientes boas, ni de bosques vírgenes, ni de estrellas. Me colocaba a su alcance. Le hablaba de bridge, de golf, de política y de corbatas. Y la persona grande se quedaba muy satisfecha de haber conocido un hombre tan razonable".</div><div style="font-size: 16px; "><br /></div><div style="font-size: 16px; ">Conocí este libro cuando tenía 6 años y estaba en preescolar, y dejó una impresión muy fuerte en mí. Tanto así, que mi primera pesadilla recurrente contenía muchos elementos de esta novela como símbolos. Es más, sospecho que ha sido la piedra fundacional sobre la cual se gestó mi deseo de escribir.</div><div style="font-size: 16px; ">En esa época, cuando tenía 6 años, era el peor tipo de niña que se pueda ser. Era una niña razonable. Me comportaba muy bien, tenía cuidado de no ensuciar el vestido que me habían puesto (el cual siempre estaba a tono con la cinta de raso de mi cabello), cuidaba meticulosamente mis juguetes y objetos escolares, y siempre recibía felicitaciones en el cuaderno. Los grandes pensaban que yo era una niña seria y responsable, e inteligente porque podía entender cosas que sólo los adultos entienden. Por supuesto que cuando estaba a solas conmigo misma, ya no pensaba en cosas razonables. Me sentaba en la horqueta de un árbol durante horas, imaginando como se sentiría ser esa mariposa blanca que revoloteaba sobre la flor del diente de león... O si el hecho de que me gustaran tanto las gomitas de eucalipto me hermanaba con los koalas. No le mostraba a los grandes mi colección de piedras o esa mancha de humedad que tenía forma de armadillo y estaba justo encima de la ventana. Pero aún así, era una niña razonable que se esforzaba por dibujar sombreros y que creía, erróneamente, que al ser grande podría dibujar lo que quisiera. Quería ser grande, y rápido, porque los grandes parecían saber tantas cosas, porque los grandes podían decir "NO" a secas y sin escuchar reproches. Ser grande parecía una cosa muy buena. </div><div style="font-size: 16px; ">Afortunadamente poco antes de la pubertad algunos eventos que acontecieron en mi vida me permitieron darme cuenta de mi error; afortunadamente, porque gracias a ello pude animarme a ser de vez en cuando una niña poco razonable.</div><div style="font-size: 16px; ">Han pasado muchos años desde entonces, y ya llegué a esa etapa en la cual tengo que esforzarme para comprender las explicaciones que me da un niño, y tengo que preguntarle una y otra vez la misma cosa.</div><div style="font-size: 16px; ">Después de esta reciente lectura de <i>El principito</i> me he dado cuenta que, mal que me pese, no sólo sigo dibujando sombreros sino que además me he vuelto una experta en la materia. </div><div style="font-size: 16px; ">Pero la vida me ha dado una segunda oportunidad para regresar al principado de la infancia, aunque ya no como anfitriona sino como invitada, que no es poco. Tengo una hija pequeña que, emulando al principito, siempre me pide que le haga dibujos. Me hace dibujar elefantes astronautas y dinosaurios multicolores, y también animales que sólo ella conoce. Y yo dibujo, aunque esté cansada o no sea el momento oportuno, porque me doy cuenta de que ese pedido es un obsequio, una pequeña ventana que ella me obsequia para compartir su infancia.</div><div style="font-size: 16px; "><br /></div><div style="font-size: 16px; "> </div><div style="font-size: 16px; "><br /></div><div style="font-size: 16px; "><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZ9X18il0ctwUm0eKGs1-vYIC4zB1TUf8wNWicE7l9ztiu9AS7mJo4aRAuItSzi56ZxD1VY8s1uTt_9rRQhv-TDxnZPYkPGQ8IfhjH3Sd6ZbSuQB_Cnp0OHL8UFbHVA7d9jKs1VH0FiqiP/s1600/escanear0015.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZ9X18il0ctwUm0eKGs1-vYIC4zB1TUf8wNWicE7l9ztiu9AS7mJo4aRAuItSzi56ZxD1VY8s1uTt_9rRQhv-TDxnZPYkPGQ8IfhjH3Sd6ZbSuQB_Cnp0OHL8UFbHVA7d9jKs1VH0FiqiP/s400/escanear0015.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5668937970474128466" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 357px; " /></a></div><div style="text-align: center; "><span class="Apple-style-span">El principito sacando brotes de baobas en el asteroide B 612</span></div><div style="text-align: center; "><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div style="text-align: center; "><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; ">"Si os he referido estos detalles acerca del asteroide B 612 y si os he confiado su número es por las personas grandes. Las personas grandes aman las cifras. Cuando les habláis de un nuevo amigo, no os interrogan jamás sobre lo esencial. jamás os dicen: "¿Cómo es el timbre de su voz? ¿Cuáles son los juegos que prefiere?¿Colecciona mariposas?" En cambio, os preguntan: ¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos tiene?¿Cuánto pesa?¿Cuánto gana su padre?" Sólo entonces creen conocerle. Si decís a las personas grandes: "He visto una hermosa casa de ladrillos rojos con geranios en las ventanas y palomas en el techo...", no acertarán a imaginarse la casa. Es necesario decirles: "He visto una casa de cien mil francos". Entonces exclaman: "¡Qué hermosa es!"</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; ">Si les decís: "La prueba de que el principito existió es que era encantador, que reía, y que quería un cordero. Querer un cordero es una prueba de que existe", se encogerán de hombros y os tratarán como se trata a un niño. Pero si les decís: "El planeta de donde venía es el asteroide B 612", entonces quedarán convencidos y os dejarán tranquilo sin preguntaros más. Son así. Y no hay que reprocharles. Los niños deben ser muy indulgentes con las personas grandes."</span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span"> </span></div><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span"><br /></span></div></div></span></div></div></div></div>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-18822258742211429192011-10-16T11:25:00.013-03:002011-10-16T21:50:52.030-03:00Blog Action Day 2011<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhf3a8A3GoFjE0bi84c306w-lATsmZVAkcJx-xkV09ihGAtznJAdhQpzBSXxrpxK7nSPnTzLngm_3dFD03NZVeX8XrSRAwB6Kt0S7Ha0duTZQF_bUzM_i4Nx3PnwjX7eoQoXlle4SrcGDYk/s1600/eljovenmendigo_murillo.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 315px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhf3a8A3GoFjE0bi84c306w-lATsmZVAkcJx-xkV09ihGAtznJAdhQpzBSXxrpxK7nSPnTzLngm_3dFD03NZVeX8XrSRAwB6Kt0S7Ha0duTZQF_bUzM_i4Nx3PnwjX7eoQoXlle4SrcGDYk/s400/eljovenmendigo_murillo.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5664132434644482706" border="0" /></a><span style="font-size:78%;"><span style="font-weight: bold;">El joven mendigo- Bartolomé Murillo (1645)<br /></span></span><br /></div><br /><div style="text-align: center;"><br /></div> <div style="text-align: center;"><span style="color: rgb(153, 0, 0);">"Antes de dar al pueblo sacerdotes, soldados y maestros, </span> <span style="color: rgb(153, 0, 0);">sería oportuno saber si no se está muriendo de hambre."</span> <span style="color: rgb(153, 0, 0); font-weight: bold;"><br /><br />León Tolstoi</span> <span style="color: rgb(153, 0, 0);"><br /><br /><br />"Quien muere de hambre, muere asesinado."</span> <span style="color: rgb(153, 0, 0); font-weight: bold;"><br />Alberto Morlacheti</span><br /></div><br /><br /><br />Este año nuevamente he decidido participar de la que, a mi entender, es la acción bloguera más significativa del año: el <a href="http://blogactionday.org/">Blog Action Day</a><br />En ésta ocasión la consigna era algo así como "¡Vamos a hablar de los alimentos!" En relación al Día Mundial de la Alimentación establecido por la ONU.<br /><br />Curiosamente, pero no arbitrariamente, yo leí eso y pensé "Vamos a hablar del hambre" O sea, la escasez de alimentos. Y es que ésta acción bloguera siempre ha tenido como objetivo generar consciencia o llamar la atención sobre alguna problemática social y/o ambiental que nos afecte a todos, en mayor o menor medida.<br /><br />Entonces, la palabra <span style="font-weight: bold;">HAMBRE</span> apareció en mi mente. Así, grande, en mayúsculas y cuerpo bold.<br />Es una palabra que me tortura terriblemente desde que tengo memoria. No tiene culpa la palabra del triste significado que le hemos endilgado. Pero es así, no queda otra.<br /><br />Y cuando pienso en el hambre, me sucede que una serie de interrogantes se agolpan con desesperación sin encontrar respuestas.<br /><br />¿Por qué hay tantas personas sufriendo hambre? ¿Cómo es que hay niños muriendo de hambre en este mismo instante? ¿Cómo es que yo estoy sentada a la mesa comiendo mientras otros agonizan en el desierto de la indiferencia? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Qué he hecho yo para que esto siga sucediendo? ¿Qué es lo que no he hecho para evitarlo? He tenido la suerte de poder colaborar directa e indirectamente con grupos solidarios, ONGs y familias que requerían alimentos o se dedicaban a dar de comer a personas que se encontraban en situaciones muy precarias. Pero aún así, bien sé yo que ha sido poco; y en muchas ocasiones me consuelo pensando que todavía estoy a tiempo de hacer más, y, más importante aún, que no estoy sola en esto. No estamos solos quienes queremos cambiar la realidad del hambre y la pobreza, y hay que recordarlo siempre para no dejar solos a los que necesitan de nuestro esfuerzo, de nuestras manos y voluntades.<br /><br />Hace un par de años leí un libro de economía en el que se hablaba mucho sobre los bienes elásticos e inelásticos, sobre la demanda y la oferta, y la finitud de los recursos. Mucho de lo que ahí estaba escrito tenía un sentido real y verídico bastante difícil de rechazar, más allá de la ideología que se pueda albergar. Pero no creo que hoy mueran personas porque el alimento no alcanza para todos y la población excede a lo que el planeta puede sustentar (aunque en lo que respecta al agua ya estemos cerca de eso). Más bien lo percibo como una mala distribución de los alimentos, o bien una falta de acceso a los mismos. Sino, ¿cómo podrían haber poblaciones que sufren por una creciente obesidad, fruto de una alimentación poco sana o excesiva, mientras a otras las aqueja la hambruna?<br /><br />Quizás hay un problema de prioridades escondido atrás de ésto, sobre cuáles son las prioridades que todos tenemos individual y colectivamente, o bien de cómo administramos nuestros recursos y cómo entendemos la acción solidaria. Quizás, las sociedades que tienen satisfechas las necesidades más básicas, no pueden concebir una realidad donde éstas sean lo primero de la agenda; quizás esa lejanía vivencial produza un nuevo tipo de astimagtismo social. Quizás, en este mundo que incentiva a gritos el consumismo al mismo tiempo que brinda una enorme variedad de bienes de lujo que consumir, sea difícil convertirse en herramienta de cambio. Quizás también, por otra parte, los medios de comunicación no estén cumpliendo la función de informarnos sobre el tema para que los ciudadanos del mundo podamos enterarnos y movilizarnos, y, en éste punto, es donde un medio masivo como internet se vuelve más valioso y necesario.<br />Quizás haya que pensar en los alimentos como algo más que bienes que vienen bien empaquetados... Quizás debamos mirarlos con mayor reverencia y ver qué tanto de lo que consumimos podría no ser necesario, qué tanto de eso podríamos destinar a alguien más, y cómo, desde nuestro lugar, podemos contribuir a que el acceso a los alimentos sea más equitativo.<br /><br />En un buen ejemplo de serendipia (teniendo en cuenta que en mis efemérides para el día de hoy recuerdo a Oscar Wilde), mientras consultaba una página web de la ONG Banco de Alimentos, encontré una frase de dicho escritor al comienzo de una conferencia:<br /><span style="font-style: italic; color: rgb(153, 0, 0);">"La distribución no ha sido equitativa salvo en el dolor"</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Algunos datos que aporta dicha ONG en su sitio web:</span><br /><p>"Según un informe de la <a href="http://www.fao.org/index_es.htm">FAO</a>, agencia de la ONU para la Agricultura y la Alimentación, actualmente más de <strong>1000 millones de personas padecen hambre</strong>, lo que equivale a casi una sexta parte de la población mundial.</p> <p>A fines de 2008, en la <strong>Argentina</strong>, un entrecruzamiento de datos que realizó el Centro de Lucha contra el Hambre de la UBA, a partir de informes de Unicef Argentina, del Ministerio de Salud de la Nación y de gobiernos provinciales, reveló que ocho niños menores de cinco años mueren a diario por desnutrición."</p><p>Y ahora comparto con ustedes algunos de los pasajes de la conferencia que pueden leer completa <a href="http://www.bancodealimentos.org.ar/images/stories/Discurso_de_Enrique_Valiente_Noailles.pdf">aquí</a>.<br /></p><span style="font-weight: bold;font-family:verdana;font-size:100%;" >Discurso de Enrique Valiente Noailles durante la IX Cena Anual de banco de Alimentos realizada el 27 de </span><span style="font-weight: bold;font-family:verdana;font-size:100%;" >agosto de 2009 </span><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" ><br /></span><br /><span style="font-family:verdana;">"</span><span style="font-family:verdana;">La realidad es que quienes estamos aquí tenemos la posibilidad concreta de aliviar el </span><span style="font-family:verdana;">sufrimiento ajeno, y que aliviar el hambre de una sola persona tiene para cualquiera de </span><span style="font-family:verdana;">nosotros el máximo sentido. </span><br /><br /><span style="font-family:verdana;">¿Por qué hacerlo a través del <a href="http://www.bancodealimentos.org.ar/">Banco de Alimentos</a>?<br /></span><span style="font-family:verdana;">Porque la organización está aprobada y es eficiente, trabaja en </span><span style="font-family:verdana;">red y llega a más de 78.000 personas por mes, atiende a 478 organizaciones entre comedores,</span><br /><span style="font-family:verdana;">hogares de ancianos y hogares de adultos.</span><br /><br /><span style="font-family:verdana;">"¿Cómo es posible que en la Argentina se deba estar en lista de espera para poder comer? </span><span style="font-family:verdana;">Esta es una pregunta que creo que no podemos dejar de hacernos. Ahora bien, ¿nos preocupa </span><span style="font-family:verdana;">realmente el hambre como sociedad? Esta pregunta no tiene respuesta en abstracto, no se </span><span style="font-family:verdana;">responde con palabras. </span><br /><span style="font-family:verdana;">Si no hacemos nada al respecto es un indicador de que no nos preocupa. Es la acción ó la </span><span style="font-family:verdana;">inacción lo único que transparenta nuestros valores.</span>"<br /><br /><span style="font-family:verdana;">"No podemos aceptar, el término aceptar es fuerte en este contexto, el hambre y la pobreza </span><span style="font-family:verdana;">como si fueran datos inevitables o constitutivos de la naturaleza humana, como si fueran los </span><span style="font-family:verdana;">fantasmas de Buda : la muerte, la vejez , el sufrimiento, que son elementos constitutivos de la </span><span style="font-family:verdana;">naturaleza humana ; la pobreza y la desnutrición no son constitutivos de la naturaleza humana . </span><br /><span style="font-family:verdana;">Pero cuánto de la pobreza no es ya un producto de una pobreza de categorías, de un status de </span><span style="font-family:verdana;">la percepción de la consciencia que acepta el fenómeno en vez de rebelarse contra él. ¿Cuánto </span><span style="font-family:verdana;">de la realidad del hambre es habilitada por una forma honda de resignación? ¿</span><span style="font-family:verdana;">Por la ausencia de un deseo profundo de transformación."<br /><br /><span style="font-weight: bold;">http://www.bancodealimentos.org.ar/</span><br /><span style="font-weight: bold;"></span><br /><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold; font-style: italic; color: rgb(153, 0, 0);">El Hambre</span><br /><br /><div style="text-align: right; font-weight: bold;"><span style="font-size:85%;"><span style="color: rgb(0, 0, 0);">Poema de Miguel Hernández (El hombre acecha, 1937-1939)</span><br /></span></div></div><span style="font-family:verdana;"><br /></span><div style="text-align: left;">I<br /></div><br />Tened presente el hambre: recordad su pasado<br />turbio de capataces que pagaban en plomo.<br />Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,<br />con yugos en el alma, con golpes en el lomo.<br /><br />El hambre paseaba sus vacas exprimidas,<br />sus mujeres resecas, sus devoradas ubres,<br />sus ávidas quijadas, sus miserables vidas<br />frente a los comedores y los cuerpos salubres.<br /><br />Los años de abundancia, la saciedad, la hartura,<br />eran sólo de aquellos que se llamaban amos.<br />Para que venga el pan justo a la dentadura<br />del hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.<br /><br />Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,<br />los que entienden la vida por un botín sangriento:<br />como los tiburones, voracidad y diente,<br />panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.<br /><br />Años del hambre han sido para el pobre sus años.<br />Sumaban para el otro su cantidad los panes.<br />Y el hambre alobadaba sus rapaces rebaños<br />de cuervos, de tenazas, de lobos, de alacranes.<br /><br />Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas,<br />cicatrices y heridas, señales y recuerdos<br />del hambre, contra tantas barrigas satisfechas:<br />cerdos con un origen peor que el de los cerdos.<br /><br />Por haber engordado tan baja y brutalmente,<br />más abajo de donde los cerdos se solazan,<br />seréis atravesados por esta gran corriente<br />de espigas que llamean, de puños que amenazan.<br /><br />No habéis querido oír con orejas abiertas<br />el llanto de millones de niños jornaleros.<br />Ladrábais cuando el hambre llegaba a vuestras puertas<br />a pedir con la boca de los mismos luceros<br /><br />En cada casa, un odio como una higuera fosca,<br />como un tremante toro con los cuernos tremantes,<br />rompe por los tejados, os cerca y os embosca,<br />y os destruye a cornadas, perros agonizantes.<br /><br /><br /><br />II<br /><br /><br />El hambre es el primero de los conocimientos:<br />tener hambre es la cosa primera que se aprende.<br />Y la ferocidad de nuestros sentimientos,<br />allá donde el estómago se origina, se enciende.<br /><br />Uno no es tan humano que no estrangule un día<br />pájaros sin sentir herida en la conciencia:<br />que no sea capaz de ahogar en nieve fría<br />palomas que no saben si no es de la inocencia.<br /><br />El animal influye sobre mí con extremo,<br />la fiera late en todas mis fuerzas, mis pasiones.<br />A veces, he de hacer un esfuerzo supremo<br />para acallar en mí la voz de los leones.<br /><br />Me enorgullece el título de animal en mi vida,<br />pero en el animal humano persevero.<br />Y busco por mi cuerpo lo más puro que anida,<br />bajo tanta maleza, con su valor primero.<br /><br />Por hambre vuelve el hombre sobre los laberintos<br />donde la vida habita siniestramente sola.<br />Reaparece la fiera, recobra sus instintos,<br />sus patas erizadas, sus rencores, su cola.<br /><br />Arroja sus estudios y la sabiduría,<br />y se quita la máscara, la piel de la cultura,<br />los ojos de la ciencia, la corteza tardía<br />de los conocimientos que descubre y procura.<br /><br />Entonces solo sabe del mal, del exterminio.<br />Inventa gases, lanza motivos destructores,<br />regresa a la pezuña, retrocede al dominio<br />del colmillo, y avanza sobre los comedores.<br /><br />Se ejercita en la bestia, y empuña la cuchara<br />dispuesto a que ninguno se le acerque a la mesa.<br />Entonces sólo veo sobre el mundo una piara<br />de tigres, y en mis ojos la visión duele y pesa.<br /><br />Yo no tengo en el alma tanto tigre admitido,<br />tanto chacal prohijado, que el vino que me toca,<br />el pan, el día, el hambre no tenga compartido<br />con otras hambres puestas noblemente en la boca.<br /><br />Ayudadme a ser hombre: no me dejéis ser fiera<br />hambrienta, encarnizada, sitiada eternamente.<br />Yo, animal familiar, con esta sangre obrera<br />os doy la humanidad que mi canción presiente.<br /><br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-style: italic; font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0);">Nanas de la Cebolla<br /><br /></span><div style="text-align: left;"><span style="font-style: italic; font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0);"><span style="color: rgb(0, 0, 0);font-size:85%;" ><span style="font-weight: bold;"><span style="font-style: italic;">Poema de Miguel Hernández, dedicado a su hijo.<br />( Estando preso bajo el régimen franquista, recibe una carta de su esposa contándole que solamente contaban con pan y cebolla para comer)</span></span></span><span style="color: rgb(0, 0, 0);"> </span> </span> <br /></div><br /></div><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> La cebolla es escarcha</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> cerrada y pobre.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Escarcha de tus días</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> y de mis noches.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Hambre y cebolla,</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> hielo negro y escarcha</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> grande y redonda.</span> <p style="text-align: left;"><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> En la cuna del hambre</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> mi niño estaba.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Con sangre de cebolla</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> se amamantaba.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Pero tu sangre,</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> escarchada de azúcar</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> cebolla y hambre.</span> </p><p style="text-align: left;"><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Una mujer morena</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> resuelta en lunas</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> se derrama hilo a hilo</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> sobre la cuna.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Ríete niño</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> que te traigo la luna</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> cuando es preciso.</span> </p><p style="text-align: left;"><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Tu risa me hace libre,</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> me pone alas.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Soledades me quita,</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> cárcel me arranca.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Boca que vuela,</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> corazón que en tus labios</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> relampaguea.</span> </p><p style="text-align: left;"><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Es tu risa la espada</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> más victoriosa,</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> vencedor de las flores</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> y las alondras.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Rival del sol.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Porvenir de mis huesos</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> y de mi amor.</span> </p><p style="text-align: left;"><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Desperté de ser niño:</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> nunca despiertes.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Triste llevo la boca:</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> ríete siempre.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Siempre en la cuna</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> defendiendo la risa</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> pluma por pluma.</span> </p><p style="text-align: left;"><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Al octavo mes ríes</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> con cinco azahares.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Con cinco diminutas</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> ferocidades.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Con cinco dientes</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> como cinco jazmines</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> adolescentes.</span> </p><p style="text-align: left;"><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Frontera de los besos</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> serán mañana,</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> cuando en la dentadura</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> sientas un arma.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Sientas un fuego</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> correr dientes abajo</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> buscando el centro.</span> </p><p style="text-align: left;"><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> Vuela niño en la doble</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> luna del pecho:</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> él, triste de cebolla,</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> tú satisfecho.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> No te derrumbes.</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> No sepas lo que pasa</span><br /><span style="font-family:Arial,Helvetica;"> ni lo que ocurre.</span><br /></p>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-35653417082761381492011-06-13T10:15:00.006-03:002011-06-13T12:17:09.575-03:00Feliz día del Escritor<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrOw0DuNZFWOX2hzUyna-RQPSZFqo-4zB1yp8Kd_6y45kVvFOC9xbFUsBqOP_yQW2S_1eW2PGn4_ftSDHCMEvBw9pxrtYPXM9EIpZ9ru-VdGiWYq9YFKZeDm5RizsL4HOoTraCaxBo3A5t/s1600/Dutch-Town-on-a-River-by-Moonlight-xx-Aert-van-der-Neer.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 246px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrOw0DuNZFWOX2hzUyna-RQPSZFqo-4zB1yp8Kd_6y45kVvFOC9xbFUsBqOP_yQW2S_1eW2PGn4_ftSDHCMEvBw9pxrtYPXM9EIpZ9ru-VdGiWYq9YFKZeDm5RizsL4HOoTraCaxBo3A5t/s400/Dutch-Town-on-a-River-by-Moonlight-xx-Aert-van-der-Neer.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5617694962573363634" border="0" /></a><span style="font-size:78%;"><span style="font-style: italic;">Aert </span><em style="font-style: italic;">Van der Neer</em></span><br /><br /><br /><em></em></div><div style="text-align: left;"><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" ><em><br /></em></span><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" ><span style="color: rgb(204, 0, 0);"><span style="font-family:verdana;">La blanca soledad</span></span></span> <br /> <span style="font-size:85%;"><span style="font-style: italic;">de Leopoldo Lugones</span></span><br /><br />Bajo la calma del sueño,<br />calma lunar de luminosa seda,<br />la noche<br />como si fuera<br />el blanco cuerpo del silencio,<br />dulcemente en la inmensidad se acuesta...<br />Y desata<br />su cabellera,<br />en prodigioso follaje<br />de alamedas.<br /><br />Nada vive sino el ojo<br />del reloj en la torre tétrica,<br />profundizando inútilmente el infinito<br />como un agujero abierto en la arena.<br /><br />El infinito,<br />rodado por las ruedas<br />de los relojes,<br />como un carro que nunca llega.<br /><br />La luna cava un blanco abismo<br />de quietud, en cuya cuenca<br />las cosas son cadáveres<br />y las sombras viven como ideas,<br />y uno se pasma de lo próxima<br />que está la muerte en la blancura aquella.<br /><br />De lo bello que es el mundo<br />poseído por la antigüedad de la luna llena.<br />y el ansia tristísima de ser amado,<br />en el corazón doloroso tiembla.<br /><br />Hay una ciudad en el aire,<br />una ciudad casi invisible suspensa,<br />cuyos vagos perfiles<br />sobre la clara noche transparentan.<br /><br />Como las rayas de agua en un pliego,<br />su cristalización poliédrica.<br />Una ciudad tan lejana,<br />que angustia con su absurda presencia.<br /><br />¿Es una ciudad o un buque<br />en el que fuésemos abandonando la tierra.<br />Callados y felices,<br />y con tal pureza,<br />que sólo nuestras almas<br />en la blancura plenilunar vivieran?...<br /><br />Y de pronto cruza un vago<br />estremecimiento por la luz serena.<br />Las líneas se desvanecen,<br />la inmensidad cámbiase en blanca piedra,<br />y sólo permanece en la noche aciaga<br />La certidumbre de tu ausencia.<br /><br /><br /></div><span style="font-family: verdana; color: rgb(0, 0, 0);font-family:Georgia;font-size:100%;color:#84B0D6;" ></span><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinpWlYjK8IvDE__wwQ9wXFeZsmJRRrftGXdp22Xdz6tHVf7tOEokXm3Crmxu1nsSUYydyGMmLFEfqjbdgug0B59RJYk45yFfj6W7uwkvr4MHDgtPSgf4_piB_G62-RR9VlChRs5xQbpB_M/s1600/Leopoldo-Lugones-2.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 256px; height: 362px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinpWlYjK8IvDE__wwQ9wXFeZsmJRRrftGXdp22Xdz6tHVf7tOEokXm3Crmxu1nsSUYydyGMmLFEfqjbdgug0B59RJYk45yFfj6W7uwkvr4MHDgtPSgf4_piB_G62-RR9VlChRs5xQbpB_M/s400/Leopoldo-Lugones-2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5617692742708494898" border="0" /></a><span style="font-style: italic;font-size:78%;" >Retrato de Leopoldo Lugones</span><br /><br /><br /><br /><br /><div style="text-align: left;"><br /></div></div>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-18785130347737936792011-03-26T11:00:00.002-03:002011-03-26T11:35:52.260-03:00Pensando en esa pequeña cosa...<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPos-X_2KyIOcsA82WVwoujn_EWupzicfGH46mhyd62DtOW4nQrTrPLv8pJnvkwz15w2I7_60BIVCfJmN5_Py75ZsUoc0ApdXclSv9Un3l0j2eMYpnWAVgMo6IW8RbrLrJi7vt5Pe0D-hj/s1600/melancol%25C3%25ADa_edvuardmunch_1895.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 296px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPos-X_2KyIOcsA82WVwoujn_EWupzicfGH46mhyd62DtOW4nQrTrPLv8pJnvkwz15w2I7_60BIVCfJmN5_Py75ZsUoc0ApdXclSv9Un3l0j2eMYpnWAVgMo6IW8RbrLrJi7vt5Pe0D-hj/s400/melancol%25C3%25ADa_edvuardmunch_1895.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5588388747582373138" border="0" /></a><span style="font-weight: bold;font-size:78%;" >"Melancolía"- Edvard Munch (1895)</span><br /><br /><br /><br /><div style="text-align: left;">...Llamada felicidad.<br /><br />"El grito silencioso" de Kenzaburo Oe, sigue gritando silenciosamente desde la mesita de luz. Lo tomo y lo dejo desde hace meses, y cada vez que vuelvo a él debo releer el capítulo anterior para"ponerme en clima". El libro consta de sólo doscientas sesenta y siete páginas... Estoy atascada en la página ciento treinta y cinco. Sinceramente, aún no puedo concluír si es por falta de empatía con el protagonista de la novela o bien por una fuerte sensación de rechazo que me generaron ciertos pasajes, lo cierto es que no puedo decidirme a avanzar con su lectura... Pero tampoco he desistido completamente, y es por eso que sigue ahí, asechando, en ruidosa latencia.<br /><br />Mientras tanto he leído y releído otros libros, muchos de los cuales pasaron sin mayor relevancia. Entre los releídos se encuentra el clásico de ciencia ficción "Un mundo feliz" de Aldous Huxley. Dada mi propensión a la melancolía, no sé si fue un feliz idea releer esta novela. Pero bueno, por cuestiones azarosas me encontré una de las últimas tardes del pasado verano, leyéndolo.<br /><br />Quería compartir el fragmento que me pareció más interesante...<br /><br /><span style="font-style: italic;">"El salvaje movió la cabeza.</span><br /><br /><span style="font-style: italic;">-A mí todo esto me parece horrendo.</span><br /><br /><span style="font-style: italic;">-Claro que lo es. La felicidad real siempre aparece escuálida por comparación con las compensaciones que ofrece la desdicha. Y, naturalmente, la estabilidad no es, ni con mucho, tan espectacular como la inestabilidad. Estar satisfecho de todo no posee el encanto que supone mantener una lucha justa contra la infelicidad, ni el pintoresquismo del combate contra la tentación o contra una pasión fatal o una duda. La felicidad nunca tiene grandeza."</span><br /><br />Un planteo provocativo, de esos que nos incitan a pensar.<br /><br /><br /><br /><br /></div></div>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-71963232199611614552011-01-13T11:37:00.010-03:002011-01-14T23:15:04.283-03:00Viaje a Oriente<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi510pM3hjHUo3g4uNWfoizzdDcKwUiYTUw7EGuxoAPWJTFfgKpR9cz0eWRvCHSjR9vbMG1IfKNsAmojhyphenhyphenaffEzUpFoo8TZFv0eHK344bA4whlHjT47ntrNZqhkeVZb8HtVgqV_F5t24-uE/s1600/viaje_oriente.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 279px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi510pM3hjHUo3g4uNWfoizzdDcKwUiYTUw7EGuxoAPWJTFfgKpR9cz0eWRvCHSjR9vbMG1IfKNsAmojhyphenhyphenaffEzUpFoo8TZFv0eHK344bA4whlHjT47ntrNZqhkeVZb8HtVgqV_F5t24-uE/s400/viaje_oriente.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5561680412380744258" border="0" /></a><br /><br />Esta novela corta de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Hermann_Hesse">Hermann Hesse</a> bien podría llamarse "Viaje a sí mismo". Es más, podría resumir todo el argumento en dicha afirmación; pero, entonces, perdería la oportunidad de fatigar a mis amigos lectores con mis sinuosas e inacabables oraciones y desvaríos.<br /><br />Y sí, soy una lectora incorregible. Recaí en los clásicos, otra vez... No puedo evitarlo. Cada vez que siento que necesito leer "en serio" busco un autor clásico. Igualmente, puedo decir a mi favor que en esta ocasión la lectura me encontró a mí y no, yo a ella. En una mesa de saldos descubrí este precioso librito y no pude dejarlo pasar; el diseño de esta edición de Paidós es muy actual, tiene ese aspecto retro-chic que está de moda y fácilmente cautiva a cualquier diseñador... A mí me generó cierta nostalgia, me recordó viejas colecciones que sólo se consiguen en cajones de ofertas en ferias, con ejemplares maltratados y páginas resecas. Tiene un tamaño muy conveniente para ser llevado a todas partes, papel blanquísimo de buen gramaje que permite una cómoda lectura, y una relación tamaño/peso que se siente muy bien en la mano. No me miren con suspicacia... Vamos, seamos honestos. ¿Quién no huele un libro nuevo? ¿Quién no lo mira del derecho y del revés? ¿Quién no deja correr las yemas de los dedos por la cubierta?. En fin, es un librito sensorialmente muy agradable.<br /><br />Este libro-librito, esperaba su turno para ser leído. Nunca me parecía el momento oportuno para dar inicio a su lectura. Hasta que surgió un viaje, curiosamente, a la República <span style="font-style: italic;">Oriental</span> del Uruguay. Me iba de viaje a oriente, menuda indirecta, y quería llevar un par de novelas que no hicieran mucho bulto en mi bolso de mano; entonces, el libro-librito se presentó ante mis ojos en todo su esplendor.<br /><br />Leí Viaje a Oriente una mañana, apenas amanecido el día, oyendo el romper de las olas y oliendo la brisa salada que llegaba hasta mí rodando desde una duna. Razón por la cual, cualquier libro que hubiese leído en ese momento me habría parecido bueno y pletórico de bellas palabras. Están advertidos. Pero, haciendo a un lado ese idílico escenario de lectura, puedo decir que me gustó leerlo y enriqueció ciertas ideas propias con nuevas metáforas.<br />En cierta forma, me dió la sensación de que Hesse cuestiona de manera burlona un prejuicio muy vigente que tiene que ver con las búsquedas metafísicas y espirituales. Esa creencia de que viajando a un destino exótico y místico, llámese India o Tíbet, por dar un ejemplo, encontraremos las respuestas a nuestras más intricadas preguntas; podremos beber hasta saciarnos de la fuente de la sabiduría y experimentar la iluminación de Buda. Creo que, ya sea yendo a un ashram, a un monasterio budista o, simplemente, en plan turista, a los lugares mencionados, volveremos tal como partimos si no buscamos primero ese saber dentro de nosotros mismos. Parece, o al menos así lo entendí yo, que Hesse pensaba algo por el estilo al respecto. Y de eso trata este libro, y casi sino toda la obra de este autor, de la búsqueda más antigua que ha emprendido el ser humano, la búsqueda de sí mismo, la búsqueda del ser. ¿Quién soy? ¿Quién estoy siendo? ¿Cómo y por qué ser? ¿Cómo puedo ser feliz siendo quien soy?<br />"Viaje a oriente" también nos recuerda esa cualidad que destacan humanistas y filósofos, cuando de ser y, sobretodo, de ser felices se trata: el valor. Bien definido por la RAE como<span class="eAcep"> "Cualidad del ánimo, que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los peligros</span>". Pienso que, efectivamente, la felicidad es una gran empresa que deberíamos emprender con resolución y convicción, sin perder nunca de vista quienes somos, y sin sosobrar ante la mirada ajena.<br /><br />Reza una canción del compositor cubano Silvio Rodríguez...<br />La cobardía es asunto<br />de los hombres, no de los amantes.<br />Los amores cobardes no llegan a amores<br />ni a historias, se quedan allí.<br />Ni el recuerdo los puede salvar,<br />ni el mejor orador conjugar. *<br /><br />Ni el amor, ni la felicidad, ni la vida misma parecen accesibles, o hasta posibles cuando ni siquiera tenemos el valor de ser quien, nos guste o no, ya estamos siendo. Puedo sonar pretenciosa al decir esto, y lo soy, porque me asumo como una autoridad en lo que a cobardía se refiere, ejem.<br />Y no estoy diciendo nada nuevo, lo sé, tampoco Hesse lo hacía... ¡Pero cuánto nos cuesta hacerles un espacio a estas ideas en nuestra vida-valija!<br /><br />Les deseo a todos un buen viaje.<br /><br /><br /><br />Fragmentos...<br /><br /><br />..."Naturalmente, estos sucesos solamente pueden impresionar a aquellas personas que estén poseídas por nuestro mismo espíritu. Por eso tal vez los hechos relatados suenen pobres y necios en los oídos profanos; pero todos y cada uno de los que vivieron aquellos días mágicos de Bremgarten podrían confirmar cuanto he dicho, añadiendo por su cuenta mil detalles a cual más bello. Siempre recordaré aquellos días: el reflejo de las colas de los pavos reales en los árboles cuando se mostraba la Luna; el brillo de las sirenas junto a las bronceadas rocas de la orilla del río; la figura enjuta de Don Quijote montando la primera guardia bajo los castaños; el brillo de los últimos cohetes por encima de la torre del castillo, bajo el manto negro de la noche; detalles hermosos que jamás olvidaré"...<br /><br />..."Ya empieza a anochecer-dijo-, y pronto comenzará a llover. No sé gran cosa de las hazañas que llevó a cabo David, e ignoro si realmente fueron tan grandes como aseguran. Y, con toda sinceridad, tampoco conozco mucho sus salmos. No quisiera decir nada en contra de ellos. Pero de que la vida sea algo más que juego, de esto no me convencería ni el mismo David. La vida es bella y feliz precisamente cuando es esto: juego. Naturalmente que podemos hacer de la vida todo lo imaginable; podemos convertirla en un deber, en una guerra o en una cárcel, pero no por ello se hace más hermosa. ¡Hasta la vista; he tenido un gran placer...!"...<br /><br />Extraídos de "Viaje a Oriente", de Hermann Hesse. Colección El arco de Ulises, Editorial Paidós, 2008. Traducción de Víctor Scholz.<br /><br />*La estrofa pertenece a la canción "Óleo de una mujer con sombrero" de Silvio Rodríguez. Les recomiendo escucharla, es muy lírica.Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-12938160184191634742010-12-31T20:28:00.004-03:002010-12-31T20:33:23.535-03:00Felíz Año Nuevo<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh49ul9j-ofOv8Ej0qel_rFM_D-jJRsTTqyFflMUQfNgSc347THTjqxLQnJj5asa5WOIV4_6WVB9MSMb-KvRZ_jgE9gQU7B8mWaodvbdBesOzIGc5veeuJPsGTVPzoPomDKJxGoasIYozXo/s1600/dreams%252Cnew%252Cyear%252Canother%252Cyear%252C%252C%252C%252C%252Clots%252Cof%252Cnew%252Cdre%252Cquote%252Cetc%252Cfotografia-eca289288951d18c5b4e4d39dcabdb4d_h.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 266px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh49ul9j-ofOv8Ej0qel_rFM_D-jJRsTTqyFflMUQfNgSc347THTjqxLQnJj5asa5WOIV4_6WVB9MSMb-KvRZ_jgE9gQU7B8mWaodvbdBesOzIGc5veeuJPsGTVPzoPomDKJxGoasIYozXo/s400/dreams%252Cnew%252Cyear%252Canother%252Cyear%252C%252C%252C%252C%252Clots%252Cof%252Cnew%252Cdre%252Cquote%252Cetc%252Cfotografia-eca289288951d18c5b4e4d39dcabdb4d_h.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556992477941046754" border="0" /></a><br /><span style="font-size:100%;"><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="color: rgb(153, 51, 0);"><span style="font-size:100%;"><span style="color: rgb(153, 0, 0);">Mis mejores deseos para todos mis amigos lectores. </span><br /><span style="color: rgb(153, 0, 0);">¡Gracias por haberme acompañado durante el año que finaliza!</span><br /></span><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></span></div>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-65170763368386064502010-11-20T08:59:00.010-03:002011-01-14T23:19:55.975-03:00Cometas en el cielo<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJjkSBmKIajlAEF9hFRQ1o6IZZC56WyBxMoxP0oEVFz1wjPTRcbxh88CiM9ZR_LNk4vtE_dhBq1fNPpFols64bx-2PqLJgA7E5URZccp5ed9QQz2N-o0QtlMvkJQ1wi6E3da4dCQufEr64/s1600/afaganistan200940_20044171.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 262px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJjkSBmKIajlAEF9hFRQ1o6IZZC56WyBxMoxP0oEVFz1wjPTRcbxh88CiM9ZR_LNk4vtE_dhBq1fNPpFols64bx-2PqLJgA7E5URZccp5ed9QQz2N-o0QtlMvkJQ1wi6E3da4dCQufEr64/s400/afaganistan200940_20044171.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5541606423671260418" border="0" /></a><br /><br />Seis o cinco años atrás, escuché hablar de una novela llamada "Cometas en el cielo" (<span style="font-style: italic;">The kite Runner</span>); era un éxito de ventas, y se la adjetivaba como: "fuerte", "violenta", "dramática", "emotiva", etc, etc, etc. Lo cierto es que a mí, personalmente, me había intrigado el título. Acababa de iniciar la escritura de un nuevo poemario al cual había decidido llamar "El país de los barriletes" ( acá en Argentina nos referimos a las cometas como barriletes) y, justamente, se trata de un conjunto de poemas que tienen como tema central a la infancia (infancia-abandono, infancia-violencia, infancia-nostalgia, infancia-sueño, infancia-juego, infancia-familia: infancia.) Entonces me dije "Qué curioso" porque me habían comentado que la historia giraba en torno a dos niños afganos. Pasaron los años, ya no sa hablaba tanto del libro y salió otro del mismo autor, llamado "Mil soles espléndidos". Me dije: ¡Qué título maravilloso, extremadamente poético! Tengo que leer alguna de estas novelas" Así, en imperativo, tengo qué. En fin, cuestión que recién hace unos cuatro meses leí la primer novela de Khaled Hosseini.<br />Han sido muchas sensaciones encontradas. Por empezar, dejé, intencionalmente, que pasara cierto tiempo desde su lectura, porque deseaba saber cómo me iba a sentir al respecto cuando el primer impacto se hubiese disipado.<br />Apenas comencé a leer el libro, me di cuenta de que no me encontraba ante una obra maestra de estilo; era, a fin de cuentas, un libro de lectura bastante accesible, que fluía sin mayores pretensiones. También aparecieron las señales de alerta, que anunciaban la naturaleza del hecho dramático central del argumento... O sea, el autor me preparaba, o no tanto, para el golpe bajo que llegaría inexorablemente. Y digo no tanto, porque en realidad el autor no advierte, sino que prepara un clima expectante que realza el efecto dramático. Llego al séptimo capítulo, donde cobra sentido el nombre del libro... Y ¡zas! me asesta el golpe, yo, que no me hago a un lado, lo recibo de plano. Pero era evidente, me digo, por qué otra razón se hubiera empecinado el autor , una y otra vez, en hablar del bueno de Hassan. Hassan el nene<span style="font-style: italic;"> hazara</span>, que es leal en el maltrato, que se muestra siempre honesto y humilde, noble con los villanos, sonriente y valiente en medio de la injusticia... Hassan es, por momentos, inverosímil de bueno. Hassan, el de la cara redonda y los ojos achinados, Hassan el buen amigo. Y uno, leyendo, se va diciendo "¿Qué va a pasarle a Hassan?"... Y uno mira con desconfianza al protagonista de la historia, a ese narrador en primera persona: Amir, el niño afgano de buena familia, el señorito que busca ser reconocido como hijo de su padre. Intuímos, sabemos, que no está a la altura de las circunstancias. Nos damos cuenta rápidamente de que no es tan honesto, ni tan noble, ni tan valiente como Hassan... No es buen amigo. Pienso "de cobardes está lleno el infierno" y me resigno ante lo inevitable.<br />Pero no, no todo se resume al capítulo séptimo. Quedarían muchos golpes bajos por venir. En cierta forma, el que sean varios, hace que cada vez sea más fácil digerirlos o, incluso, tragarlos sin masticar. Me quedó además la sensación de que me jugó en contra mi sensibilidad hacia determinados temas. Otros, creo, no deben haber estado tan predispuestos a sufrir con el argumento. Un mes después de leerlo seguía emocionalmente afectada; no tanto por el libro en sí, sino porque sé que la realidad de muchos niños, en Afganistán y en tantos otros sitios del mundo, se parece demasiado a la de Hassan... Y hasta la superan en violencia y dolor.<br />La novela no es amable, y tampoco respetuosa. Es políticamente correcta por momentos, en demasía, y en otros no tanto. Y, sin embargo, cosas para apreciar positivamente encontré varias: el antihéroe que encarna el protagonista; su culpa, su intento de redención a medias, que lo hacen más creíble y, asimismo, no le permite al lector sacarse el malestar de encima. No todo puede revertirse en la vida. No todo mal puede borrarse. Y nos deja un final, casi feliz; o bien, todo lo feliz que una historia, como la narrada, nos permite imaginar. No es un final alegre, pero nos deja entrever que, más tarde, quizás lo sea.<br />Otro aspecto a destacar me pareció la mención de ese eterno conflicto psicológico con la figura del padre. La búsqueda de la propia identidad frente a un padre que se muestra, o se percibe, omnipotente, infalible. La necesidad de ser reconocido por él, en ese camino tortuoso que se incia en la pubertad y, supuestamente, termina en la edad adulta. Y todo lo bueno, y todo lo malo que hacemos por, desde y para nuestros padres.<br />Hace cuatro meses la novela me impactó. Hoy, cuatro meses después, pocas imágenes de la misma me quedan. Es un buen libro si uno siente que está emocionalmente entumecido. Si se busca una lectura reflexiva, no creo que sea la mejor opción. Sin embargo, no lean mis palabras con tono ácido; no es esa mi intención. Disfruté este libro, aunque no lo considere relevante ante el paso del tiempo. Lo volvería a leer. Y sí, la novela hace pie en aspectos reales de la sociedad afgana... Y no, no creo que sea una novela testimonial. Notas de color étnico y drama. Y las cometas, por supuesto... Cometas que, en este caso, tienen un hilo revestido de vidrio molido. Imagínense.<br /><br /><br />Fragmentos...<br /><br /><br />"La tradición local cuenta que, una vez, mi padre luchó en Baluchistán contra un oso negro sin la ayuda de ningún tipo de arma. De haber sido cualquier otro el protagonista de la historia, habría sido desestimada por<span style="font-style: italic;"> laaf</span>, la tendencia afagana a la exageración; por desgracia, una enfermedad nacional. Cuando alguien alardeaba de que su hijo era médico, lo más probable era que el muchacho se hubiese limitado a aprobar algún exámen de biología en la escuela superior. Sin embargo, nadie ponía en duda la autenticidad de cualquier historia relacionada con Baba.Y si alguien la cuestionaba, bueno, Baba tenía aquellas tres cicatrices que descendían por su espalda en un sinuoso recorrido. Me he imaginado muchas veces a Baba librando esa batalla, incluso he soñado con ello. Y en esos sueños nunca soy capaz de distinguir a Baba del oso."<br /><br /><br />"Un mínimo de dos docenas de cometas surcaban ya el cielo. Eran como tiburones de papel en busca de su presa. En cuestión de una hora, la cantidad se dobló y el cielo se pobló de brillantes cometas rojas, azules y amarillas. Una fresca brisa revoloteaba en mi cabello. El viento era perfecto para volar, soplaba con la fuerza justa para sustentar la cometa arriba y facilitar los barridos. A mi lado, Hassan sujetaba el carrete, con las manos ensangrentadas ya por el hilo"<br /><br /><br />de "Cometas en el Cielo", Khaled Hosseini. Ediciones Salamandra, 2009.Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-76526503813432601072010-10-31T10:12:00.009-03:002011-01-13T14:30:26.188-03:00Entre fantasmas y calabazas<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgifh2EV7IV-Hk9_bdcUSIBDJu4WgXqGVR0L-sJ0rRpTGkV_ymhhKjAE1WxNTg7tPN3I7hz37kzgfvalYlboeRiqZch_i9c3vUja3L1JcYoSbF_Gm9el8VBFvBVvI8VC0o3aY0VoZ-dfPEy/s1600/vintage-halloween-decor-idea2.JPG"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 272px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgifh2EV7IV-Hk9_bdcUSIBDJu4WgXqGVR0L-sJ0rRpTGkV_ymhhKjAE1WxNTg7tPN3I7hz37kzgfvalYlboeRiqZch_i9c3vUja3L1JcYoSbF_Gm9el8VBFvBVvI8VC0o3aY0VoZ-dfPEy/s400/vintage-halloween-decor-idea2.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5534205667797443554" border="0" /></a><span style="font-size:78%;">Imagen perteneciente al sitio web PoeticHome</span><br /></div><br /><br /><span style="color: rgb(153, 51, 0);font-family:courier new;" ></span><br /><span style="color: rgb(153, 51, 0);font-family:courier new;" > Miedo</span><br /><span style="color: rgb(153, 51, 0);font-family:courier new;" > Pánico</span><br /><span style="color: rgb(153, 51, 0);font-family:courier new;" > Terror</span><br /><br />¿Alguien no ha conocido alguna de estas emociones?¿Alguien no las ha conocido todas?<br /><br />Desde un simple exámen, pasando por la primer cita, la entrevista laboral, la factura de gas invernal, hasta llegar a ese retrato polvoriento que hay colgado en cierta pared en casa de nuestra abuela, si uno mira ese retrato a medialuz, les aseguro, una sonrisa grotesca aparece súbitamente; infinidad de situaciones pueden provocarnos pavor y hacernos temblar como si nuestro esqueleto no fuese más que un recuerdo.<br /><br />Y, claro, todo empieza en la infancia. Las primeras pesadillas, los gritos enmudecidos, los sudores nocturnos.<br />Cuando era pequeña, mis hermanos menores solían acercarse a mi cuarto a mitad de la noche. Si un mal sueño interrumpía su descanso, o el recuerdo de aquella película de terror vista a escondidas saltaba sobre su almohada, llegaban sigilosos hasta mi cama. Era eso o acudir a mamá, pero ella compartía el lecho con alguien más: papá. Éste, sin ser demasiado estricto, consideraba como un acto de cobardía mayúsculo el que uno se sometiera al miedo; nada de dormir acompañado o compartir cama, cada uno en su lugar y, como toda luz, el uso de la razón. Esta situación tenía un agravante, que mi padre, por pertenecer a una fuerza de seguridad y estar acostumbrado a realizar guardias nocturnas, tenía el sueño muy ligero... Con lo cual cualquier intento de incursión en su habitación podía ser descubierto antes de lograr su cometido: despertar a mamá y arrastrarla hasta nuestra cabecera. Es por todo esto que mis hermanos acudían a mí, su hermana mayor. Pero también se les presentaba un nuevo inconveniente conmigo, le temían a mi habitación.Repleta de adornos, libros viejos, muñecas y muñecos, les parecía que la mitad de los objetos que habían en ella cobraban vida al caer la noche. Entonces, la mejor solución era llevarme hasta su propio cuarto, persuadida por sus ruegos llorosos y susurrantes.<br />Pero a decir verdad, no eran ellos los únicos que tenían miedo. Y, en más de una ocasión, yo misma me sentí agradecida de poder abandonar aquellos ojos que se volvían extremadamente brillantes en la oscuridad... O aquel rechinar de la puerta del viejo armario. A veces, sin embargo, no me quedaba más que repetir el viejo ritual de niña aterrorizada en la oscuridad. Aferrarme a la sábanas con fuerza y llevarlas por encima del mentón, y cerrar los ojos como si mi vida dependiera de ello... Hasta que, sea lo que fuere, que yo sentía ahí parado junto a mí, desapareciese. Y mientras, sentir el golpeteo incesante de mi corazón bombeando a todo vapor, el leve sudor humedeciendo mi frente, y mis nudillos convertidos en blancas piedritas de espanto.<br />¡El amanecer qué benévolo se nos presenta tras noches como ésas!. Un bálsamo piadoso se derrama desde la ventana con la claridad del día. Descanso al fin.<br /><br />Afortunadamente, los años han pasado... Ahora puedo encender la luz a mi antojo... Y, ¿por qué no? ponerme a leer un relato de terror con fantasmas a los que nada les debo, y vampiros que sólo beben sangre, y no sueños.<br /><br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="color: rgb(153, 51, 0); font-weight: bold; font-style: italic;">"La larva"</span><br /><div style="text-align: right;"><span style="font-weight: bold;">Rubén Darío <br /><br /></span><br /><div style="text-align: left;">Como se hablase de Benvenuto Cellini y alguien sonriera de la afirmación que hace el gran artífice en su <span style="font-style: italic;">Vida</span>, de haber visto una vez una salamandra, Isaac Codomano dijo:<br /><br />-No sonriáis. Yo os juro que he visto, como os estoy viendo a vosotros, si no una salamandra, una larva o una ampusa.<br />Os contaré el caso en pocas palabras.<br />Yo nací en un país en donde, como en casi toda América, se practicaba la hechicería y los brujos se comunicaban con lo invisible. Lo misterioso autóctono no desapareció con la llegada de los conquistadores. Antes bien, en la colonia aumentó, con el catolicismo, el uso de evocar las fuerzas extrañas, el demonismo, el mal de ojo. En la ciudad en que pasé mis primeros años se hablaba, lo recuerdo bien, como de cosa usual, de apariciones diabólicas, de fantasmas y de duendes. En una familia pobre, que habitaba en la vecindad de mi casa,ocurrió, por ejemplo, que el espectro de un coronel peninsular se apareció a un joven y le reveló un tesoro enterrado en el patio. El joven murió de la visita extraordinaria, pero la familia quedó rica, como lo son hoy mismo los descendientes. Aparecióse un obispo a otro obispo, para indicarle un lugar en que se encontraba un documento perdido en los archivos de la catedral. El diablo se llevó a una mujer por una ventana, en cierta casa que tengo bien presente. Mi abuela me aseguró la existencia nocturna y pavorosa de un fraile sin cabeza y de una mano peluda y enorme que se aparecía asola, como una infernal araña. Todo eso lo aprendí de oídas, de niño. Pero lo que yo vi, lo que yo palpé, fue a los quince años; lo que yo vi y palpé del mundo de las sombras y de los arcanos tenebrosos.<br />En aquella ciudad, semejante a ciertas ciudades españolas de provincia, cerraban todos los vecinos las puertas a las ocho, y a más tardar, a las nueve de la noche. Las calles quedaban solitarias y silenciosas. No sé oía más ruido que el de las lechuzas anidadas en los aleros, o el ladrido de los perros en la lejanía de los alrededores.<br />Quien saliese en busca de un médico, de un sacerdote, o para otra urgencia nocturna, tenía que ir por las calles mal empedradas y llenas de baches, alumbrado apenas por faroles de pétroleo que daban luz escasa colocados en sendos postes.<br />Algunas veces se oían ecos de música o de cantos. Eran las serenatas a la manera española, las arias y romanzas decían, acompañadas con la guitarra, las ternezas románticas del novio a la novia.Esto variaba desde la guitarra sola y el novio cantor, de pocos posibles, hasta el cuarteto, septuor, y aún orquesta completa y un piano, que tal o cual señorete adinerado hacía sonar bajo las ventanas de la dama de sus deseos.<br />Yo tenía quince años, un ansia grande de vida y de mundo. Y una de las cosas que más ambicionaba era poder salir a la calle, e ir con la gente de una de esas serenatas. Pero ¿cómo hacerlo?<br />La tía abuela que cuidó de mi niñez, una vez rezado el rosario, tenía cuidado de recorrer toda la casa, cerrar bien todas las puertas, llevarse las llaves y dejarme bien acostado bajo el pabellón de mi cama. Más un día supe que por la noche habría una serenata. Más aún: uno de mis amigos, tan joven como yo, asistiría a la fiesta, cuyos encantos me pintaba con las más tentadoras palabras. Todas las horas que precedieron a la noche las pasé inquieto, no sin pensar y preparar mi plan de evasión. Así, cuando se fueron las visitas de mi tía abuela- entre ellas un cura y dos licenciados- que llegaban a conversar de política o jugar al tute o al tresillo, y una vez rezadas las oraciones y todo el mundo acostado, no pensé sino en poner en práctica mi proyecto de robar una llave a la venerable señora.<br />Pasadas como tres horas, ello me costó poco pues sabía en dónde dejaba las llaves, y además, dormía como un bienaventurado. Dueño de la que buscaba, y sabiendo a qué puerta correspondía, logré salir a la calle, en momentos en que, a lo lejos, comenzaban a oírse los acordes de violines, flautas y violoncelos. Me consideré un hombre. Guiado por la melodía, llegué pronto al punto donde se daba la serenata. Mientras los músicos tocaban, los concurrentes tomaban cerveza y licores. Luego, un sastre, que hacía de tenorio, entonó primero <span style="font-style: italic;">A la luz de la pálida luna</span>, y luego <span style="font-style: italic;">Recuerdas cuando la aurora... </span>Entro en tantos detalles para que veáis cómo se me ha quedado fijo en la memoria cuanto ocurrió esa noche para mí extraordinaria. De las ventanas de aquella Dulcinea, se resolvió ir las de otra. Pasamos por la plaza de la Catedral. Y entonces... He dicho que tenía quince años, era en el trópico, en mí despertaban imperiosas todas las ansias de la adolescencia... Y en la prisión de mi casa, de donde no salía sino para ir al colegio, y con aquella vigilancia, y con aquellas costumbres primitivas... Ignoraba, pues, todos los misterios.Así,¡cuál no sería mi gozo cuando, al pasar por la plaza de la Catedral, tras la serenata, vi, sentada en una acera, arropada en su rebozo, como entregada al sueño, a una mujer! Me detuve.<br />¿Joven?¿Vieja?¿Mendiga?¿Loca?¡Qué me importaba! Yo iba en busca de la soñada revelación, de la aventura anhelada.<br />Los de la serenata se alejaban.<br />La claridad de los faroles de la plaza llegaba escasamente. Me acerqué. Hablé; no diré que con palabras dulces, más con palabras ardientes y urgidas. Como no obtuviese respuesta, me incliné y toqué la espalda de aquella mujer que no quería contestarme y hacía lo posible por que no viese su rostro. Fui insinuante y altivo. Y cuando ya creía lograda la victoria, aquella figura se volvió hacia mí, descubrió su cara, y ¡oh espanto de los espantos! aquella cara estaba viscosa y deshecha; un ojo colgaba sobre la mejilla huesona y saniosa; llegó a mí como un relente de putrefacción. De la boca horrible salió como una risa ronca; y luego aquella "cosa", haciendo la más macabra de las muecas, produjo un ruido que se podría decir así:<br />-¡Kgggggg!...<br />Con el cabello erizado, di un gran salto, lancé un gran grito. Llamé.<br />Cuando llegaron algunos de la serenata, la "cosa" había desaparecido.<br />Os doy mi palabra de honor, concluyó Isaac Codomano, que lo que os he contado es completamente cierto.<br /><br /><br /><span style="font-size:85%;"><span style="font-style: italic;">Extraído de "Verónica y otros cuentos fantásticos" de Rubén darío, Editorial Alianza, 1995.</span></span><span style="font-weight: bold;"><span style="font-size:85%;"><br /></span></span><span style="font-size:85%;"><span style="font-weight: bold; font-style: italic;"></span></span></div><span style="font-weight: bold;"><br /></span></div></div>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-33593425930347803102010-10-15T09:00:00.020-03:002011-01-13T14:16:22.975-03:00Agua<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQnyn3fLu37lyAYr6Jv85wZpCmbAeXAee3NaEzbcZ0NG-kPg47j4-F5kJ5qaUsg7XLdBRNSK4eljddfLNUYqUn1C0gwsrH6YCmEztiXpoL9qEvYJ1d_CBDjYt5AAZaNIWQpRAYBomRvWtM/s1600/hokusai_1280-1024.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQnyn3fLu37lyAYr6Jv85wZpCmbAeXAee3NaEzbcZ0NG-kPg47j4-F5kJ5qaUsg7XLdBRNSK4eljddfLNUYqUn1C0gwsrH6YCmEztiXpoL9qEvYJ1d_CBDjYt5AAZaNIWQpRAYBomRvWtM/s400/hokusai_1280-1024.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5528241843057273730" border="0" /></a><span style="font-size:85%;"><span style="font-style: italic;">"La gran ola de Kanagawa</span>" de Katsushika Hokusai</span><br /><br /><br /><div style="text-align: left;"><span style="font-size:100%;"><br />Esta célebre imagen me hizo cambiar lo que iba a escribir a partir de esta línea.<br />Una ola gigantesca, feroz, se alza como una garra sobre las frágiles embarcaciones. Desconociendo la obra de Hokusai, uno podría pensar que aquí da muestras de ser esclavo de su tiempo. Un artista del siglo XIX mostrando la fuerza incontenible de la naturaleza... Esa fuerza anárquica, irracional y salvaje que el hombre por fin llegaba a domesticar a través de la revolución industrial y el desarrollo de maquinaria. Pero no es así, Hokusai sólo nos muestra uno de los tantos rostros de una naturaleza que observaba con fascinación y reverencia... ¿Acaso deja de ser una ola de gran belleza por su ánimo crispado?.<br />Entonces pienso en ese hombre moderno regocijándose en autosatifacción, proclamándose vencedor frente a la tiránica naturaleza. Ese hombre que parece decir "¡Miren! ¡He podido domar a la bestia!"...¿Por qué?. Miles de años atrás busco mi respuesta. Recuerdo a Jack London y su "Antes de Adán" hablando de miedos que sobreviven al cuerpo y se incorporan al proceso evolutivo. Los primeros seres humanos, los últimos homínidos, luchando por sobrevivir. Amenazados por otros animales, por tormentas, por el frío y el viento... Y esa bestia azul de garras ondulantes. Miedo acumulándose en sus células, impotencia también. Sobrevivir hasta el día en que pudiesen dejar de temerles.Pensándolo así, concluyo, caprichosamente, que el deseo del hombre por modificar y someter su entorno responde más a una necesidad primitiva y emocional que al exaltado triunfo de la razón y la civilización.<br />Y acá estamos, un par de siglos después, implorándole a la bestia malherida que resista. Aterrados ante la idea de que muera; sabiendo que hemos de morir con ella.<br /><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-size:100%;"> ********************************************************************<br /><br /></span><div style="text-align: left;">Agua.<br />H2O<br />Océanos, mares, ríos, lagos, lagunas, arroyos, manantiales, fuentes.<br />Fuentes.<br />Agua,<br />fuente de vida.<br /><br />Siempre escuché esa afirmación "Agua, fuente de vida". Y cada vez pensé "Por supuesto, ¿no es el agua dónde dicen los biólogos que empezó la vida? ¿no está por eso el planeta tierra compuesto en mayor parte por agua?¿no es el agua condición indispensable para que todo ser vivo siga siéndolo?".<br />Agua, fuente de vida. ¿Pero qué tipo de fuente? Me pregunto en este instante. Fuente como principio u origen de algo, evidentemente. Sí, evidente. Lo dejo ahí.<br />Agua como principio u origen de vida. Acá me doy cuenta de que estoy complicada porque acabo de ingresar al territorio de una de mis grandes incertidumbres. ¿Qué es la vida?¿la vida nos precede o sólo existe a través de quienes la contenemos y podemos hacer uso de ella?¿ o la vida nos contiene y sólo somos una manifestación de ella?. No importa ahora. Me acabo de enterar de que la vida se origina en el agua y yo soy posterior a ella. Y me doy cuenta de que no puedo disociarlas de ninguna manera. Agua-vida.<br />Pero hoy estoy hablando del agua para suscribir al <a href="http://blogactionday.change.org/">Blog Action Day</a>, para llamar la atención sobre algo que nos tiene a muchos preocupados: el agua como recurso natural y sus problemas. El agua siendo contaminada. El mal uso del agua. La falta de agua.<br />Hoy estoy hablando de la vida siendo contaminada. El mal uso de la vida. La falta de vida.<br />Pocos se atreverían a decir en voz alta, y con total soltura, que la vida puede venderse embotellada en una góndola de supermercado. O que pueden usarse millones de vidas para extraer oro... No, al menos, desde la época de la colonia. Hay que ser políticamente correctos.<br />Sin embargo, por ejemplo, se emplean más de un centenar de litros de agua potable, e incluso agua pura de manantiales cordilleranos, para extraer oro... Más de un centenar de litros por segundo. Miles por hora. Millones de litros en un día.<br /><br />Hace dos días el mundo entero festejaba el rescate éxitoso de los treinta y tres mineros atrapados en una mina de oro, en Chile. Todos nos alegramos. ¿Quién, además de los directivos de la minera, pudieron pensar que el oro que hay ahí abajo valía más que esas treinta y tres vidas?. Hace dos días nadie. ¿Y hoy? ¿cuántas vidas se están poniendo en peligro en este momento para extraer ese oro?. ¿Cuántas vidas dependen de esos millones de litros de agua potable que se envenenan con cianuro?.<br /><br />No voy a detallar todas las formas en que se contamina y se desperdicia el agua. No voy a enumerar todas las consecuencias de esa contaminación. Hay tantas personas haciéndolo; hay tantas ONGs trabajando en eso, mejor informadas que yo. Sólo quiero que recordemos que el agua es vida y no podemos <span style="font-style: italic;">tomarla</span> con levedad. ¿Porqué debatimos acaloradamente sobre la eutanasia, sobre la despenalización del aborto o la pena de muerte, pero no sobre cómo las empresas, gobiernos e individuos dan uso al agua?.<br /><br />Hay personas muriendo de sed hoy, ahora. No estamos hablando a futuro, aunque también debiéramos hacerlo. Hay personas a las que se les niega lo más esencial: la vida.<br /><br />Enlaces útiles:<br /><br /><a href="http://www.water.org/">www.water.org</a><br /><br /><a href="http://blogactionday.change.org/">Blog Action Day 2010</a><br /><br /><a href="http://www.greenpeace.org/argentina/contaminaci-n/agua">Greenpeace Argentina: agua</a><br /><br /><br /><br />Y queriendo volver a la fuente de este blog confieso que, a mí, personalmente, el agua me da paz. Oír a la lluvia mojándolo todo. Ver la corriente ovillarse una y otra vez. Sentir el agua pasando entre mis manos y el suspiro de la ola llegando a mis pies . Beber hasta saciar mi sed. Dejarme mecer por el vaiven del agua. Son sensaciones que me dan paz. Y sólo encuentro paz donde hay verdad, donde puedo sentirme y ser verdadera. El agua me deja ser. ¿No es una hermosa obviedad?<br /><br />Acá abajo les dejo un poema y un cuento.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-style: italic; color: rgb(153, 51, 0); font-weight: bold;">El mar viene del mar</span><br /><div style="text-align: right;">de Don Mario Benedetti.<br /><br /><div style="text-align: left;">El mar viene del mar<br />muere naciendo<br />simulacro de dios<br />baba del cielo<br /><br />Viene del mar el mar<br />mar de sí mismo<br />desierto sin memoria<br />y sin olvido<br /><br />el mar se lleva el mar<br />pero en la noche<br />las resacas no vuelven<br />al horizonte<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="color: rgb(153, 51, 0); font-weight: bold;">Mizu (<span style="font-style: italic;">Agua</span> de "Historias en la palma de la mano")</span><br /><div style="text-align: right;">del maestro Yasunari Kawabata<br /><br /><br /><div style="text-align: left;">Apenas la mujer llegó de su pueblo desde Japón para casarse, al hombre lo transfirieron a una estación de observación metereológica en la cadena de montañas de Hsing-an en Manchuria. Lo que más sorprendió a la mujer fue que una lata de aceite llena de agua- un agua turbia y sucia- costara siete <span style="font-style: italic;">sen</span>. Sólo imaginar que con ella tendría que enjuagarse la boca o lavar el arroz le daba náuseas. En seis meses, las sábanas y la ropa interior se habían amarilleado. Y, para empeorar las cosas, en diciembre el pozo se congeló hasta la superficie. Los peones les traían bloques de hielo de algún lugar, y ella los usaba alguna que otra vez para un baño, después de largos preparativos. No era éste un lugar para despilfarros. ¡Qué bendición calentar sus entumecidos huesos! Recordó el baño en su hogar como si se tratara de un sueño imposible. La toalla blanca en la mano, sumergida hasta los hombros en el agua caliente que embellecía sus brazos y piernas.<br />-Disculpe, pero ¿no le habrá quedado un poco de agua?, ¿me podría prestar un poquito?- una vecina apareció, cargando una botella de arcilla.- Estoy lavando mis cacerolas por primera vez en mucho tiempo, me descuidé y usé toda la que tenía.<br />Ya no tenía agua, pero le ofreció un poco del té que había sobrado.<br />-No puedo esperar hasta la primavera para chapotear con mi lavado como a mí me gusta. Qué bueno sería poder salpicar un poco de agua- dijo la vecina.<br />La abundancia de agua pura era el anhelo de todos los nativos de Japón. La nieve derretida se hacía esperar. El agua derramada de una palangana y absorbida por la tierra. Los dientes de león brotando.<br />Invitó a su vecina a tomar un baño en su tina. Entonces el tren que iba hacia la frontera norte ingresó en el valle. Era tiempo de tener noticias sobre las condiciones en el frente de batalla en el sur.<br />-Qué grande- dijo la vecina con voz entusiasta disfrutando de su baño caliente.<br /><br />Y lo era, desde la estación metereológica en el lejano norte donde trabajaba el marido de la mujer, hasta los cielos de los mares del Sur. Ése era el japón de aquellos días.<br />Cuando la mujer salió al frente de su casa, las flores congeladas que la niebla había formado en las diminutas ramitas del alerce estaban cayendo, se diría que como pétalos de cerezo. Y cuando elevó la vista, la perfección azul del cielo le recordó los mares de su tierra natal.<br /><br /></div><br /></div></div></div></div></div><br /></div></div><span style="font-size:100%;"><br /><br /></span></div><br /></div><br /><br /><script type="text/javascript" src="http://www.change.org/widgets/content/petition_scroller_js?width=600&causes=all&color=00B1FF&partner=1654-164"></script>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-9699236578435213212010-09-23T21:08:00.011-03:002010-11-27T14:11:56.375-03:00¿Quién lo hizo?<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFT1x2ZBG-VrRctR29AJQHSb83j9rUupNk8W2nC366qFaypuPd_qaAe85-PuyzkLSfEGqj7tlu_EmY4TfBjlanB3fYFMSUq62SvVUum_jJWB2oZJgGDzVk5cyVDOngNvw4wEqVqPR3m37Z/s1600/munch_autoretrato.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 306px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFT1x2ZBG-VrRctR29AJQHSb83j9rUupNk8W2nC366qFaypuPd_qaAe85-PuyzkLSfEGqj7tlu_EmY4TfBjlanB3fYFMSUq62SvVUum_jJWB2oZJgGDzVk5cyVDOngNvw4wEqVqPR3m37Z/s400/munch_autoretrato.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5520267646270383794" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">"Autoretrato"-Edvuard Munch<br /><br /></span><div style="text-align: left;"><br />Si no existe esa incógnita como premisa no es una novela policial. ¿Quién lo hizo?.<br />Tres palabras que funcionan como el mejor disparador universal de conjeturas. Incluso en los blogs tenemos la variante literaria, encarnada en ese: ¿Quién lo escribió?; juego en el cual, avezados lectores, ponen a prueba su memoria y dotes detectivescas para dar con el autor de un texto.<br /><br />Cuando se mencionan las palabras "novela", "detective", "policial", "misterio", en cualquier conversación de sobremesa, seguramente alguien menciona a Conan Doyle, Agatha Christie o , más recientemente, Larsson, Mankell, entre otros autores. Nunca nombran a Wilkie Collins.<br />Evidentemente, quedan excluídas las conversaciones entre lectores empedernidos de este género, o bien lectores con frondosos antecedentes que bien pudieran conocer a dicho autor.<br /><br />Hoy se cumple un nuevo aniversario de la muerte de William Wilkie Collins, narrador y dramaturgo inglés, que tiene el poco despreciable mérito de ser considerado padre de la novela policial. Cuestión que no debe ser tan así pero tampoco deja de serlo. Y hasta que alguien demuestre, de manera contudente e incuestionable, que estamos en un error diciendo esto, seguiremos repitiéndolo.<br /><br />La primer novela policial que leí fue "La piedra lunar" ( The moonstone), escrita por Collins en el año 1868. Clásica entre las clásicas del género. Claro que yo no sabía eso cuando la leí; la encontré juntando polvo en un estante, y la devoré en un par de calurosas tardes de Enero. Podrá parecer lenta para los tiempos que corren, podrá pecar de simple en el argumento... Y seguramente, si hubiese sido escrita actualmente no recibiría el visto bueno de ningún editor (le faltarían homicidios y escenas de contenido sexual); pero a mí me gustó. Los primeros libros son así, como los primeros amores... Se quedan con nosotros sin importar qué o cómo.<br /><br />Es una novela con un detective: el Sargento Cuff, un detective con cierta debilidad por las rosas y la floricultura. Un mayordomo: Gabriel Betteredge, lector místico de "Robinson Crusoe". Una mujer joven, bella y rica: Miss Rachel Verinder. Un héroe romántico, pretendiente de la susodicha joven mujer, bella y rica: Franklin Blake. Un tercero en discordia: Godfrey Ablewhite. Hay otros personajes característicos del género: el abogado de la familia, el médico, la criada, etc, etc, etc. Y la clave que da nombre al libro: una joya maldita. Un diamante hindú conocido como "La piedra lunar". Obviamente con todos estos elementos se puede construír algo interesante... Si se sabe cómo, por supuesto. Algo novedoso para la época fue, a mi entender, la construcción coral del relato. La historia se "reconstruye" para el lector a través de varios personajes que ofician de narradores. El recurso no resulta tan efectivo para sumarle complejidad, pero sí ayuda a mantener el interés cuando ciertos eventos resultan de resolución muy evidente para el que lee. En esta novela, el lector sabe tanto como el detective sobre lo acontecido; razón por la cual no hay mucho margen para dar giros inpesperados en la trama. Son flaquezas que encuentro ahora, después de haber leído otros libros. Pero hay que tener en cuenta el aporte insoslayable que resultó ser para novelas posteriores. Todo parece fácil de hacer cuando ya está hecho.<br /><br />La imágen que usé para el post es la misma que ilustra el ejemplar que leí de La piedra lunar. Pareció muy pertinente.<br /><br /></div></div>Cosas de la casualidad... Acabo de mirar por el ventanal del balcón. Hay una exquisita luna llena, bien redonda y amarilla. Un poco de neblina. Un ambiente ideal para dar inicio a algún misterio, ¿no?.<br /><br />Fragmentos:<br /><br /><br />"- Si mira usted en torno suyo, cosa que muy poca gente hace- dijo el Sargento Cuff-comprobará usted que los gustos de un hombre se hallan, la mayor parte de las veces, en pugna total con lo que hace. Muéstreme dos cosas más antagónicas que un ladrón y una rosa y me comprometo a cambiar mis preferencias... Si no es ya demasiado tarde para realizar tal cosa, a esta altura de mi vida. ¿No le parece, señor jardinero, que la rosa de damasco es un buen injerto para las otras variedades más frágiles? ¡Ah! En mi opinión, sí. He aquí al ama. ¿No es ésa Lady Verinder?.<br /><br />La había visto antes que yo o el jardinero... Y eso que ambos sabíamos hacia qué lado mirar para dar con ella y él no. Comencé, pues, a pensar ahora que se trataba quizá de un hombre más listo de lo que supusimos a primera vista."<br /><br /><br />"Ni un solo vestigio de su existencia advertí en el plantío. Cuando, después de trasponerlo, avancé por los médanos en dirección a la costa, pude verla con su pequeño sombrero de paja y la sencilla capa gris que usaba siempre para disimular, de la mejor manera posible, su hombro deforme. Allí estaba, solitaria, dirigiendo su vista, a través de las arenas movedizas, en dirección al mar."<br /><br />Fuente: "La piedra lunar"- Centro Editor de America Latina- 1979.Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-51917212972638130892010-08-01T09:46:00.005-03:002011-03-26T11:38:11.529-03:00Esa imagen que queda en la cabeza...<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4CuFv_qEIZD8ufvwROo-Q2VPD9SJCQV4qi5zUt4hVJvhvhyphenhyphenP17BEmgMKr4MBHGM9yggjfHqQaplutM8-V4klf3czGTSgwJw-KH-0rMGYicGlrIP4DwPPFihpWM-L39wwuEJb1_UfmBfqr/s1600/NightcapLR.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 396px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4CuFv_qEIZD8ufvwROo-Q2VPD9SJCQV4qi5zUt4hVJvhvhyphenhyphenP17BEmgMKr4MBHGM9yggjfHqQaplutM8-V4klf3czGTSgwJw-KH-0rMGYicGlrIP4DwPPFihpWM-L39wwuEJb1_UfmBfqr/s400/NightcapLR.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5500427347437896866" border="0" /></a><span style="font-style: italic;font-size:85%;" >"Nightcap" de Duy Huynh</span><br /><br /><br /><div style="text-align: left;">En un principio, iba a comentar uno de los últimos libros que leí. Pero cuando empecé a escribir, esa caprichosa formación de vagones llamada "asociación de ideas", me dejó en un lugar diferente. El libro en cuestión no me gustó en demasía, sin embargo me dejó un par de imágenes fuertes y "generadoras" en la cabeza. Hay libros que tienen ese efecto aunque carezcan de cierto mérito literario. Por otra parte, mi lectura actual, que está siendo algo accidentada, me incrustó una imágen bastante poderosa en el cerebro... Por desgracia, esa imágen violenta mi sensibilidad, así que me causa un gran displacer tenerla ahí.<br /><br />Supongo, asumo, quizás erróneamente, que no soy la única a la que le sucede esto cuando lee. Muchas veces al terminar un libro, una o más imágenes se quedan rebotando en mi consciencia, y también en mi inconsciente. Algunas veces estas imágenes, ya sea por cierta idea que encierran, por otras que evocan en mí o por determinada emoción que acentúan, generan a su vez otras imágenes y pensamientos; por eso las llamo "generadoras". Hace poco descubrí que hay libros que me ayudan a escribir, que "fertilizan", por decirlo rudamente, mis palabras. No lo hacen de forma consciente, pero tienen un efecto innegable. Esos libros suelen cumplir con dos condiciones: me gustan de forma perdurable y sostenida, y son generosos en imágenes generadoras. O sea que además del placer que me brindan como lectora, me ayudan como poeta.<br />Es un descubrimiento que puede parecerles obvio, pero a mi me costó algún tiempo sacar esta conclusión en limpio. Les menciono dos de estos libros, a modo de ejemplo: El viejo y el mar, de Hemingway; y Bestiario de Cortázar.<br /><br />Entonces, a raíz de toda esta nube de pensamientos, terminé sopesando algunas lecturas. Quizás haya bestsellers, y otros que no llegan a serlo, que sólo me sirven para sostener, con su peso, otros más delgados que siempre amagan con caerse del estante... Pero algunos me obsequiaron, en su momento, una imágen de esas que no dejan de dar brincos para llamar mi atención. Razón por la cual, creo que leerlos no fue en vano.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div><div style="text-align: left;"><br /></div><span style="font-style: italic;"></span></div>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-38990817315591649102010-07-11T19:26:00.008-03:002010-07-14T13:52:44.489-03:00La casa y el mundo<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieBcdJEdUsXD34wTIdd0LKMYm3xETPFvaNd7nI-gxHdy5PwY6C6FJiU6h2mm8mQc4GCzUKXWEij_cq9UWW5s4joaGXZoKphubtWnkISWy3L8AbRXbsaIL_K2N5GaD7-gf0jE6kiAzlXjWh/s1600/polaroid,house,photography-fc807c66bf6adc0bc67af9183a5c3e35_h.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 322px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieBcdJEdUsXD34wTIdd0LKMYm3xETPFvaNd7nI-gxHdy5PwY6C6FJiU6h2mm8mQc4GCzUKXWEij_cq9UWW5s4joaGXZoKphubtWnkISWy3L8AbRXbsaIL_K2N5GaD7-gf0jE6kiAzlXjWh/s400/polaroid,house,photography-fc807c66bf6adc0bc67af9183a5c3e35_h.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5492811910196904178" border="0" /></a><br /><br /><br />Hace diez días finalicé la lectura de la novela que presta su nombre a este post. El libro pertenece a <span style="font-weight: bold;">Rabindranath Tagore</span>, autor que me es familiar por su poesía y sus maravillosos aforismos, pero del cual desconocía su obra en narrativa. En cierta forma, se podría decir que abordé esta novela condicionada por el personaje que encarna su autor; y por esto me disculpo de antemano.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">La casa y el mundo</span> es una novela bastante corta, con pocos personajes y un argumento que se desarrolla através de diálogos y monólogos. La ausencia de acciones concretas y la construcción de un clima expectante, hicieron que los primeros capítulos me parecieran algo sinuosos... Por momentos llegaron a impacientarme. Se anuncia explícita e implícitamente un acontecimiento desafortunado, cuyo origen queda a la vista desde el segundo capítulo... Y para el cuarto capítulo ya puede considerarse como algo consumado, aunque tal vez, de hecho, nunca suceda.<br />Si bien por momentos disminuía mi interés en el argumento, seguí leyendo. Leí hasta que me topé con una pared, que resultó ser la tapa posterior del libro. Entonces moví la cabeza de arriba hacia abajo hasta dar con el pie de página; ¿faltan páginas?, me preguntaba. Acudí al índice. No, no faltaban. Efectivamente, la novela había concluído. Sin embargo, no pude quitarme de encima la sensación de que me habían robado algo. Quizás el estilo de la novela me hizo esperar, falsamente, cierto epílogo que nunca fue escrito.<br />No es una historia de final abierto, el final simplemente se aleja... Sale de la casa, en el cuerpo de uno de los personajes principales, y me deja viéndolo alejarse.<br />Voy a adelantar mi juicio personal sobre esta lectura antes de seguir con el ¿análisis? de la misma: valió la pena, el saldo fue positivo. Aprendí un poco más de la cultura hindú-bengalí; y tuve también ocasión de reflexionar sobre un tema que me interesa bastante: la política, las ideologías y su relación con la sociedad.<br /><br />Los personajes que dan cuerpo a la historia son cuatro:<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Bimala</span>: Es el primer personaje en dar su voz al relato. Se trata de una rani, una princesa hindú, un miembro de una casta superior de la sociedad bengalí. Está casada con un maharajá y <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Zamindar">zamindar</a> (algo así como un señor feudal) de la región, Nikhil.<br />Bimala es felíz dentro del rol que le toca. Se siente realizada al haber encontrado un marido que la ama y disfruta de ser una especie de reina dentro del acotado mundo en que se mueve: la casa, y ese detrás de escena que esconde la <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Purdah">purdah </a>("cortina", la costumbre de ocultar a las mujeres de la vista de cualquier hombre que no sea un miembro del núcleo familiar). Sin embargo, la intromisión de Sandip, un viejo amigo de Nikhil y líder carismático de un moviento popular, descubre en ella inquietudes que mantenía silenciadas.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Nikhil</span>: es un maharajá, un príncipe hindú y zamindar, señor que posee tierras y colonos a cargo, con todo lo que esto implica. Es un hombre joven, rico y privilegiado, pero también culto y educado, con un profundo deseo de superación. Es discípulo de Chandranath babu, maestro que lo ayuda en su búsqueda de sabiduría y de un bien mayor. Ama a Bimala y desea que ella deje atrás la purdah y los prejuicios de clase, quiere que ella vea al mundo con otros ojos, los suyos. Este deseo, aunque en cierta forma loable, lo aleja de ella. Nikhil es una persona pacífica, que adhiere al<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_Swadeshi"> swadeshi</a>, el movimiento nacionalista que busca reivindicar lo autóctono desde el consumo y la producción con fines comerciales; sin embargo, no rechaza lo extranjero, se rehúsa a demonizar lo foráneo entendiendo que también es necesario para el desarrollo de su nación.<br />Nikhil es un nombre de origen sánscrito, que quiere decir algo así como "el hombre sin vínculos, sin lazos". Refiriéndose a la persona que ha dejado atrás los vínculos personales, el apego, para lograr mayor sabiduría. Queda en claro, leyendo la novela, que la elección de dicho nombre se debió a algo más que a un capricho del autor.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Chandranath babu</span>: maestro arquetípico. Es por momentos un alter ego del propio Rabindranath Tagore. Si bien intenta vivir y transmitir su filosofía, su forma de entender las cosas y el mundo, en todo momento; es a su vez una persona con los pies en la tierra, capaz de hacer a un lado las ideas cuando el sentido común o el bienestar del prójimo se imponen.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Sandip:</span> de este personaje diré para empezar que, en cierto punto de la lectura, me hizo exclamar en voz alta: "¡Es un político!"; como quien hace un descubrimiento desagradable. Y realmente lo es y de la peor clase, a mi entender por supuesto. Sandip es un vendedor de ideologías, una persona con gran poder de persuasión y carisma, que sabe dar discursos encendidos y lograr adhesiones, especialmente entre esos individuos ávidos de banderas que enarbolar: los estudiantes universitarios. Disfruta de la amistad de Nikhil, de los réditos económicos que dicha amistad le confiere; pero rechaza el tipo de persona que éste encarna, lo considera débil, ingenuo.<br />Sandip exclama "¡Bande mataram!" a cada paso, como grito de guerra, frase alusiva a un himno nacionalista. Está decidido a llevar al swadeshi hasta sus últimas consecuencias, desestimando los problemas que con ello trae a su propio amigo y a otros sectores de la sociedad. Piensa que los fines justifican los medios y que él es quién debe dirigir a los demás hacia esa meta.<br /><br /><br />Hay algo atemporal en esta novela, que hace que pueda trasladarse hasta nuestros días. Ese algo que convierte a muchos libros en clásicos supongo. Transmite de forma sútil, casi furtiva, un entendimiento profundo del comportamiento del individuo y la sociedad frente y dentro de un movimiento ideológico. Retrata al político extremista, al seguidor apasionado, al idealista apolítico y al sabio, el que ejerce liderazgo sin estridencias siendo él mismo un ejemplo a seguir; a todos estos personajes que podemos encontrar dentro de nuestra propia realidad.<br />El título, la casa y el mundo, hace referencia a ese mundo que representa la casa para Bimala, una mujer; pero también al refugio en el cual el hombre recrea y piensa el mundo. Una parte en el todo.<br /><br /><br />Fragmentos:<br /><br />..."-No sería una tiranía egoísta, sino una tiranía en beneficio del país.<br />-Tiranizar para el país es tiranizar al país. Temo que no puedas comprender esto nunca.<br /><br />Después de estas palabras dejé a Bimala."<br /><br /><br />"- El país no es la tierra, son los hombres que ella sustenta-continuó mi maestro- ¿Han lanzado ustedes siquiera una mirada a esos hombres? No, pero ya quieren imponerles la sal que han de comer y los vestidos que han de usar. ¿Por qué han de sufrir esta tiranía? ¿Y por qué hemos de permitir nosotros que la soporten?<br />-Nosotros no usamos más que sal hindú, azúcar hindú y ropa hindú.<br />-Háganlo si con ello creen calmar su excitación y alimentar su fanatismo; ustedes son ricos; en ustedes los gastos no hacen mella. La gente pobre no les molesta a ustedes, a pesar de lo cual quieren someterla a sus tiránicos caprichos. La vida de esa gente es en todo momento una lucha para obtener con qué vivir. Ustedes no pueden imaginarse lo que significa para estos desventurados una diferencia de algunos<span style="font-style: italic;"> pices</span>; ustedes no tienen nada en común con ellos. Ustedes han pasado su vida en una esfera superior y ahora bajan hasta los pobres para hacerlos instrumentos de su cólera. ¡Es una cobardía!"...<br /><br /><br />fuente: "La casa y el mundo" de Rabindranath Tagore. Editorial Sol 90, edición de 2003.Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-2040886925625386282010-06-25T09:12:00.010-03:002010-06-30T09:57:09.186-03:00Cortando flores a un costado del camino...<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkRQSgpcHy5l9qJj3-nLAOJX4jIKYCfFkRqoVlj9WrES5ab-775elyJ2PbKY5Wbx397M8xSVFFiGgSn4aEIM-yeXY_siJXY8qnptcpQ1iveW-h1a7BT9BOiF_LRcash1jjJ97IolrvHOrk/s1600/ikebana2.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 336px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkRQSgpcHy5l9qJj3-nLAOJX4jIKYCfFkRqoVlj9WrES5ab-775elyJ2PbKY5Wbx397M8xSVFFiGgSn4aEIM-yeXY_siJXY8qnptcpQ1iveW-h1a7BT9BOiF_LRcash1jjJ97IolrvHOrk/s400/ikebana2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5486685094529293570" border="0" /></a><br /><br /><br /><br />...Así, un poco jugando, un poco en serio,<br />sin darnos cuenta,<br />hemos llegado al centenar de posts.<br /><br />¡Gracias amigos lectores!<br /><br />Y ahora, a lo que venía. Voy a comentar mi última lectura.<br /><br /><br />Se trata de una novela titulada <span style="font-weight: bold;">"Flores de un sólo día"</span>, la autora es una profesora de letras nacida en Estados Unidos, de ascendencia japonesa, y radicada en Argentina desde hace varios años, <span style="font-weight: bold;">Anna Kazumi Stahl</span>.<br /><br />[Disgresión:<br />Esta novela fue o es uno de esos libros que me colocó frente a un dilema: el de la crítica negativa.<br />Consciente o inconscientemente, siempre trato de no comentar los libros que no me gustan. Los comentarios desfavorables que pueda hacer sobre un libro, siempre me dejan una sensación molesta... Creo que, más allá de que trate de hacerlo con moderación, hay algo de crueldad en la crítica.<br />Un libro es el hijo mimado de alguien. Aún los libros que consideramos "malos" llevan sus horas de trabajo; cargan con las expectativas y sueños del autor, de sus colaboradores, del editor, incluso con los de la persona que hizo el diseño de tapa. Y viene uno, el lector a decir que no le gusta. Pobre libro... ¿qué mal nos hizo?. ]<br /><br />El libro gira en torno a dos personajes: <span style="font-weight: bold;">Aimée</span> y su madre <span style="font-weight: bold;">Hanako</span>; y trata, básicamente, sobre la identidad de ambas (siendo inmigrantes forzosas y teniendo encima un bagage multicultural) y de la relación que hay entre ellas.<br />Hay dos cosas que hubiese podido saber con sólo leer la novela: que el autor es una mujer y que es profesora de letras. Todavía estoy tratando de discernir si esto es malo o bueno (el hecho de haberme dado cuenta, y si es bueno para una escritora quedar asociada a lo que han denominado "literatura de género"). Pero es así.<br />Se percibe la mano femenina en la forma en que va tejiendo, o desovillando, el relato. El modo en que trata a los personajes y sus emociones, lo sugiere.<br />Quizás un error sea confundir a la narradora con la protagonista de la historia, desestimando el proceso de creación. Anna no es Aimée. Una vez hecha esta salvedad, el relato gana cierto crédito.<br />La novela no es de mi gusto personal, pero no por ello deja de tener aspectos interesantes. Hay una referencia constante y obligada al arte del <a href="http://www.jardinjapones.org.ar/culturajaponesa/disciplinas/arte.arreglo.floral/ikebana.htm"><span style="font-weight: bold;">ikebana</span></a>. Acercándonos un poco más a esta expresión del arte janponés que, erróneamente, confundimos con algún artilugio de la decoración de interiores. El ikebana tiene aspectos fascinantes, rebosa de simbologías; busca transmitir con sus flores, y demás elementos que lo componen, lo mismo que se transmite a través de los versos. Una tarea por demás difícil si se lo piensa.<br /><br />Lo que no me gustó...<br /><br />Los personajes están sobre-descriptos. Esto es para mí, y no tiene que serlo para los demás, un fallo del narrador y uno muy frecuente; especialmente en novelas que tienden a ser muy accesibles, muy "abordables", para aquellos que son sólo lectores esporádicos ( por gusto o por falta de tiempo). Nos describen y explican hasta el hartazgo desde la apariencia hasta las motivaciones del personaje; entonces, en lugar de construírse, de recrearse, en mi psiquis, lo tengo ahí parado, por delante del relato, como maniquí en escaparate. Los personajes parecen no desarrollarse, no crecen dentro del que lee... Y, al terminar el libro, los abandono a su suerte sin el menor miramiento.<br /><br />El argumento en sí me pareció algo pobre y excesivamente sentimental, por momentos algo inverosímil. Hubieron un par de capítulos que me recordaron ciertos libritos de Corín Tellado (sin intención de desmerecer dicho tipo de lecturas, que, como todo libro, tienen su lugar y su momento en la vida del lector). El ritmo de la narración se me hizo lento en los primeros capítulos; ganó dinamismo con la introducción de algunos nudos a resolver. Siendo concisa, lo que más me disgustó fue el desenlace... Me pareció muy desacertado, me dió la impresión de que le restaba gravedad, intensidad, a la historia. Un final al mejor estilo hollywoodense.<br /><br />Igualmente, puede resultar una lectura entretenida y, probablemente, después de leer esta novela uno sienta el deseo de acercarse a una florería.<br /><br />Hago una observación que, pienso, puede resultar de utilidad. Este libro me llegó a través de una conocida que encarna un tipo de lectora con gustos algo diferentes a los míos. Ella siempre me da a leer libros que yo no elegiría, y se lo agradezco. Me incentiva a abrir mis horizontes literarios y, de vez en cuando, encuentro algún libro que me sorprende favorablemente.<br />Es una lectora pasional, con gusto por las novelas de autoras latinoamericanas: Isabel Allende, Marcela Serrano, Gioconda Belli, Laura Restrepo; y autores contemporáneos como Luis Sepúlveda. Le atraen también las historias que ahondan en ciertos modelos freudianos; así como también aquellas que transmiten una idea de lucha frente a la adversidad, una búsqueda de la propia verdad. Una lectora culta que busca novelas que reflejen, de algún modo, su forma de pensar y sentir sobre la vida misma.<br />Si eres, sos, este tipo de lector, lectora, quizás disfrutes este libro más que yo.<br /><br /><br />Los fragmentos...<br /><br />"Para Hanako era un día como sólo otros dos o tres de su vida. Por lo inconcebibles que fueron. Y por el daño que causa una experiencia que carece agresivamente de sentido. Puntos tenaces en la vida de cada uno, impresos en terribles detalles inmutables. Pero así cómo están, grabados, así se quedan. Ésa es la ventaja que uno tiene: no fluyen en las corrientes de los otros días, más comunes, más acumulativos. Son terribles y estáticos, permanecen como veneno estacionado, como una especie de vacuna, que tal vez duele pero sobre todo previene"...<br /><br /><br />"Mientras tanto, en otra parte de la ciudad, Aimée y Hanako están en el departamento; salen del cuarto lleno de flores y van hacia la cocina. Son las dos de la misma estatura; caminan al mismo tiempo; se asemejan en los movimientos fluidos de los brazos delicados, las piernas delgadas. Preparan la comida, y están juntas en ese silencio que comparten, que no es frío, sino cálido y continente, como un ambiente en sí. Al tiempo, vuelven a las flores. Hoy son gladiolos naranjas y lirios atigrados, amapolas escarlatas y ramas verdes de pino. Hanako elige entre ellos y comienza- con lentitud sensual, con contemplación- a armar el arreglo que es lo primero que ve Fernando cuando llega a su casa, como un saludo de bienvenida que es todos los días igual y cada vez disinto."<br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Fuente: "Flores de un sólo día", de Anna Kazumi Stahl. Editorial Seix Barral, primera edición, año 2002.<br /><br />Para aprender sobre el ikebana:<br />http://www.jardinjapones.org.ar/culturajaponesa/disciplinas/arte.arreglo.floral/ikebana.htm<br /><br /></span>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-76273372581490125732010-06-18T10:29:00.004-03:002010-06-25T11:11:42.469-03:00Adiós...<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgON1Fpsl5ChD8Co-1c6eZCNlXvUwOX98Excifg9KZ94z4LoZ8Z-uQNwLW-I8vaT-yE7f1oUlmkOHVnYSKmkdhaz7OWh15fZYX5F6ZYEPWeGuUM2S-duOJVD5fRxHIwYp7jXWj2top91nEP/s1600/libros_1.jpg"><br /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgfqzbqfqaKNeqHUXp-AYcvt-DMlCyKBIVCCcQJncdARxbLPZw5GH0w68seKZuhjQiyISgCoIdOJ54uevLvrYl_DCvQq8t6A9p5qBADD8c21cshoQTuiwHf2mcuZQQ1iwnwWpc28qvSUX_/s1600/jose_saramago_consistencia_suenos3.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 294px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgfqzbqfqaKNeqHUXp-AYcvt-DMlCyKBIVCCcQJncdARxbLPZw5GH0w68seKZuhjQiyISgCoIdOJ54uevLvrYl_DCvQq8t6A9p5qBADD8c21cshoQTuiwHf2mcuZQQ1iwnwWpc28qvSUX_/s400/jose_saramago_consistencia_suenos3.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5484106789748168066" border="0" /></a><br /><br />Se nos fué otro grande, se nos fué Saramago.<br />Me consuelo, egoísta, recordando que me queda mucho por leer de su obra, con lo muy bueno, lo bueno y lo menos bueno ... Y entonces me acuerdo de su último libro y los potenciales libros, los no-escritos, y todas las palabras que habrán quedado huérfanas... boyando en el silencio.<br /><br /><div style="text-align: left;">Salgo al balcón y miro el cielo, nublado, triste acaso... Me digo: "Y ahora va estar escribiendo nuevas historias en ese cielo en el que no creía". Él no creía, pero yo lo pienso ahí. Sentado junto a Don Mario y su poesía de gorrión.<br /><br /><br />Uno de sus poemas...<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Tengo el alma quemada</span><br /><br /><div style="text-align: left;">Tengo el alma quemada<br />por saliva de sapo<br />fingiendo que descubro<br />tapo<br /><br />La palabra me infecta<br />bajo la piel de apariencia<br />pongo remedio seguro<br />paciencia<br /><br />En esta mal no se vive<br />pero tampoco se muere<br />cuando el ave no vuela<br />corre<br /><br />Quien no llega a las estrellas<br />las puede ver desde la tierra<br />quien no tiene voz para el canto<br />berrea<br /><br /><br /><br /><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgON1Fpsl5ChD8Co-1c6eZCNlXvUwOX98Excifg9KZ94z4LoZ8Z-uQNwLW-I8vaT-yE7f1oUlmkOHVnYSKmkdhaz7OWh15fZYX5F6ZYEPWeGuUM2S-duOJVD5fRxHIwYp7jXWj2top91nEP/s1600/libros_1.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 315px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgON1Fpsl5ChD8Co-1c6eZCNlXvUwOX98Excifg9KZ94z4LoZ8Z-uQNwLW-I8vaT-yE7f1oUlmkOHVnYSKmkdhaz7OWh15fZYX5F6ZYEPWeGuUM2S-duOJVD5fRxHIwYp7jXWj2top91nEP/s400/libros_1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5484109750036292514" border="0" /></a></div></div></div>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-34297645252153361142010-04-19T11:56:00.005-03:002010-04-24T10:12:52.041-03:0036ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisowklxwXvk-arF5GT-igol7mcznIaZYAKN2LARvP3dfPjmXi7NZvoAgm6saUm3M_fyX6eRai0RRi59lZH2w0pexdPACBuGqKakSYlb0quMq71_WsNxO2-s2r3-aYVVRUpriBNN96onWHQ/s1600/mar-de-libros.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisowklxwXvk-arF5GT-igol7mcznIaZYAKN2LARvP3dfPjmXi7NZvoAgm6saUm3M_fyX6eRai0RRi59lZH2w0pexdPACBuGqKakSYlb0quMq71_WsNxO2-s2r3-aYVVRUpriBNN96onWHQ/s400/mar-de-libros.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5463678192719143922" border="0" /></a><br /><br /><br /><div style="text-align: left;">El pasado jueves <span style="font-weight: bold;">22 de Abri</span>l dió inició la <a href="http://www.el-libro.org.ar/">36ª Feria del libro</a>, cuyo lema es <span style="font-weight: bold;">"Festejar con libros 200 años de historia"</span>... Parece que, este año, la referencia al bicentenario es obligatoria en todos los ámbitos. No pongo en duda la importancia de dicho aniversario, sino que me da la impresión de que transformarlo en un slogan no es la mejor forma de incentivar a la reflexión sobre el curso del país, de dónde venimos y hacia dónde vamos.<br />La Feria concluirá el día <span style="font-weight: bold;">10 de Mayo</span> y, hasta entonces, se puede asistir a las conferencias y firmas de ejemplares; participar de la <span style="font-weight: bold;">Feria Internacional de Poesía</span>; o bien, simplemente recorrer los diferentes stands, práctica que me resulta más interesante cuando se trata de los de editoriales con menos presencia en librerías de cadena.<br />Entre los autores extranjeros invitados se encuentran, por ejemplo: <span style="font-weight: bold;">Fernando Vallejo, Enrique Vila-Matas, John Katzenbach, Almudena Grandes, Darío Jaramillo, Alessandro Baricco y Yutaka Hosono.</span><br />Acerca de la firma de ejemplares, les comento a los que sean padres que la autora infantil <span style="font-weight: bold;">Canela</span> va a estar firmando ejemplares; así mismo, los amantes de las buenas ilustraciones y el género fantástico tienen motivos para regocijarse, van a poder contar con la presencia de <span style="font-weight: bold;">Ciruelo </span>durante todo el desarrollo de la Feria.<span style="font-weight: bold;"></span><br /><span style="font-weight: bold;">La Feria Internacional de Poesía </span>comenzará mañana, domingo 25, en la Sala Jorge Luis Borges y contará en su primer día con una recitación a cargo del escritor español <span style="font-weight: bold;">Antonio Gamoneda.</span><br /><br /></div>Finalmente, los horarios de apertura y cierre son los siguentes: domingos a jueves de 14:00 a 22:00, viernes y sábados de 14:00 a 23:00, Sábado 1.º de mayo de 14:00 a 01:00.<br /><br />Valor de la entrada: lunes a jueves: $12,00 y viernes a domingos: $15,00.<br /><br />Pueden acceder al <a href="http://www.el-libro.org.ar/internacional/programa/">Programa General de Actividades</a> y demás información en el sitio web del evento (es el link que está al comienzo del post)<br /><br />Espero que esta gacetilla les sea útil. ¡Saludos!Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-40799027156824798902010-03-04T10:32:00.006-03:002010-04-27T14:45:00.186-03:00Dime qué lees y te diré quién eres...<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0F338TRzVDMb6Z26AXukWBv9Tc38ARaQUSZmX85fTLj9G0fH2jQgDM2-8BF21gDKIi1XkKrMOzHvCyQjbJHfIka2Mgy5FEiCLN0SjWz2N8s2RK8gqeZveOCBSB8Qui-EQjsdFefl6qpF9/s1600-h/Delphin_Enjolras-005.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 329px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0F338TRzVDMb6Z26AXukWBv9Tc38ARaQUSZmX85fTLj9G0fH2jQgDM2-8BF21gDKIi1XkKrMOzHvCyQjbJHfIka2Mgy5FEiCLN0SjWz2N8s2RK8gqeZveOCBSB8Qui-EQjsdFefl6qpF9/s400/Delphin_Enjolras-005.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5444771277764842610" border="0" /></a><span style="font-size:85%;"><span style="font-style: italic;">"Mujer joven leyendo junto a una ventana", Delphin Enjolras</span></span><br /><br /><br /><br /><div style="text-align: left;">En un <a href="http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2010/03/03/_-02151712.htm">artículo</a> de la revista cultural Ñ, el escritor Martín Serra habla del lector como personaje; en todo momento en oposición a la figura del escritor. Menciona el aspecto esquivo, el anonimato en el cual el lector se desenvuelve como tal, y el misterio que se construye a su alrededor. La figura enigmática del lector, el cual arma su obra lejos del ojo público (la biblioteca personal) y el escritor que es conocido, o reconocido, justamente por la obra que publica. En todo momento deja en claro que la figura del lector es a su entender más interesante. Y yo pensé: para él, que es escritor. Me refiero a que ese interés que despierta el lector, como personaje, con sus peculiaridades, también tiene que ver con la mirada propia del escritor.<br /><br />En muchas ocasiones, debido a la gran pasión que despiertan en mí los libros, he pensado que quizás debería volverme bibliotecaria. Entonces, podría manipular esos libros viejos y gastados; olerlos, ordenarlos e incluso restaurarlos. Había pasado por alto, sin embargo, otro aspecto: el encuentro con los lectores, con las personas que hacen uso de esos libros. Tomé conciencia de esto gracias al blog de <span style="font-weight: bold;">Leox</span>, un lector que trabaja como bibliotecario. En su blog, llamado <a href="http://devolucionyprestamo.blogspot.com/">"Devolución y préstamo"</a>, tiene una sección o categoría en la cual caracteriza, de manera muy amena, a ciertos lectores que concurren a la biblioteca en la cual trabaja. Me pareció muy interesante ese enfoque, esa invitación a fantasear y conjeturar sobre la persona detrás de la ficha de lecturas. Después recordé como muchas veces observo los gestos de un extraño en el tren, en la parada del colectivo, haciendo la cola en el supermercado... Me detengo a contemplar porque algún detalle en la apariencia de esa persona captó mi atención, o bien porque manifestó cierta emoción que encontró eco en mí. Observo por un momento y luego imagino, creo un personaje para esa persona que realmente no conozco. Pero siempre he creído que incurro en esa observación de un otro desconocido porque tengo la mirada condicionada, porque tengo el hábito de captar y retener todo lo que me rodea... Percibir para crear y , en mi caso, escribir. Concluyo, que como escritora me resultaría más que interesante ese encuentro con los lectores.<br />Pero también es cierto que, como lectora, a veces me detengo a leer sobre el autor del libro que estoy leyendo. Me interesa, aunque no en misma medida que su obra, conocer a la persona escondida detrás de las palabras. En este sentido, corro con ventaja; es más probable satisfacer la curiosidad que siente el lector sobre el escritor, que viceversa.<br />¿Cuándo leemos estamos construyendo un personaje?¿Constituye nuestra biblioteca (<a href="http://milcaballitospersas.blogspot.com/2008/09/la-biblioteca-propia.html">material o abstracta</a>) la obra de nuestro yo-lector? ¿Cómo somos cuando leemos?.<br /><br />Fragmento del <a href="http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2010/03/03/_-02151712.htm">artículo</a>:<br /><br />"<span style="font-weight: bold;">La lectura es el último lugar privado</span>. Se pueden contar sus síntomas y fenómenos exteriores, pero el castillo íntimo de la lectura –ese momento de silencio agazapado entre un animal y su presa– permanecerá inaccesible hasta el fin de los tiempos. A riesgo de plasmar una acrobacia retórica impostada, podría confesar lo siguiente: me interesa más saber quién es el otro (por eso leo todo lo que puedo) que saber quién soy (por eso escribo lo menos posible)."<br /> Martín Serra Bradford, escritor y crítico.<br /></div></div>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-65501140589917007832010-02-15T09:33:00.010-03:002010-02-15T11:51:39.041-03:00Volver a la escuela...<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi30RqZUPxt1l3jsyf0sD5aSfO5HL_Jvp9krfr7jc-y2_OrtfCZtKlf_22zUTSfJ_qqojhyAkuzUYK2YOue5_wx0kDVpDCbpvPqXKUmSa07iHusmWZyX0V0oU35Yr15R9juqMg7ypvQi13s/s1600-h/escuelita+rural-photo.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 243px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi30RqZUPxt1l3jsyf0sD5aSfO5HL_Jvp9krfr7jc-y2_OrtfCZtKlf_22zUTSfJ_qqojhyAkuzUYK2YOue5_wx0kDVpDCbpvPqXKUmSa07iHusmWZyX0V0oU35Yr15R9juqMg7ypvQi13s/s400/escuelita+rural-photo.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5438470566559278002" border="0" /></a><span style="font-size:85%;"><span style="font-style: italic;">"Escuelita rural" de Antonio Berni, 1956</span></span><br /><br /></div><br />Acá, en un par de semanas, inicia el Ciclo Lectivo 2010. O sea que están todas las madres fréneticas, comprando guardapolvos o uniformes, mochilas y carpetas; forrando y rotulando cuadernos... Y, para colmo, haciendo malabares con su presupuesto porque, como todos los años, los útiles escolares están más caros (no pueden ser la excepción siendo que todo aumenta).<br />¿Los niños? Bien, creo. Aguardan el inicio de clases sin el menor entusiasmo, o temor siquiera. Apáticos hasta la médula. La escuela o colegio no les interesa, no despierta expectativas en ellos, la consideran un lugar de paso (extrañamente éste dura varios años). Quizá porque los adultos no los participan en esta etapa (donde se elige y se proyecta), pero contrariamente les dan el poder dentro de las aulas (permitiéndoles hacer lo que les venga en gana).<br />En Buenos Aires, se dan además otras situaciones totalmente inverosímiles. Te encontrás con madres conversando sobre si tal o cual colegio tiene tal o cual convenio con determinada universidad prestigiosa, y están inscribiendo a sus hijos para Sala de 2 años. Es la nueva modalidad, optar por una institución privada (porque la pública, que solía ser mejor, va en picada) y asegurarse un lugar en aquella que les ofrece una mejor relación precio/calidad. Se paga lo más que se pueda, resignando otros gastos, para que el niño o niña, hable inglés fluidamente a los diez años, use la PC dentro del ámbito escolar y tenga en claro que el mundo está constituído por "bienes" y no, ideas. Dado que cada vez son más los padres que entienden que el futuro (léase socioeconómico) de sus hijos va a estar condicionado por el colegio al cual asisten, la demanda aumenta... Y se dificulta la obtención de vacantes, por eso el apremio (y el negocio redituable). Hay listas de espera hasta el 2013, en Nivel Inicial. Y esto no se da sólo en las clases medias (siempre deseosas de que sus hijos abandonen finalmente la rueda de hámsters en la cual vivieron sus padres), sino también de los sectores más humildes que empiezan a sumarse a esta tendencia.<br />Queda en evidencia que la educación en Argentina ya no es, si alguna vez fue, universal y pública. Digo yo, ¿no sería mejor recuperar la escuela pública( mejorar la formación de los educadores y sus salarios; brindar planes de estudio de calidad y actividades extracurriculares; cambiar las pautas de convivencia y normas disciplinarias; refaccionar y ampliar la infraestructura)... Y así, quizás, por ejemplo, mejorar el consumo (que tanto desvela al gobierno); quizás así el dinero que se destina a los aranceles de los colegios privados pueda redireccionarse a préstamos inmobiliarios, compra de automotores, etc, etc. Sólo por hablar del aspecto económico (que es el único que les interesa).<br />¿No es una locura que una persona que trabaja en el servicio doméstico destine el 50% de su salario al pago de un colegio privado? Esa persona desea que su hijo hable inglés como su empleador, del cual ella no entiende una palabra, y que consiga un mejor trabajo en quince años. No está equivocada la señora, la educación es la base de todo y la herramienta más efectiva de cambio social; pero ella está pagando un costo demasiado alto. Lo que la señora ignora es que ella está pagando, con trabajo y sacrifio, el abandono del gobierno.<br /><br />Perdonen el desahogo, pero este país parece, cada vez más, una creación de Lewis Carroll.<br /><br />Finalmente, me asombra que los padres suelen preguntar, durante las visitas a las instituciones educativas privadas y en las entrevistas con sus directivos, por el costo de los aranceles, el nivel de inglés con el que se egresa, si el establecimiento cuenta o no con campo de deportes, si se realizan viajes con fines educativos o sociales... Pero muy pocas veces preguntan por la existencia de una biblioteca, por el lugar que se le da a la lectura en los planes de estudio, o por actividades artísticas y culturales. ¿Será que la lectura no es primordial cuando hablamos de educación?<br /><br /><div style="text-align: center;">-------------------------------<br /></div><span style="font-style: italic;"><br />Fragmento de una entrevista realizada a Jaime Barylko (filósofo, pedagogo e invesigador argentino, fallecido en el año 2002), en el año 2000 por Rosana Ramonda para el diario <a href="http://www.lmcordoba.com.ar/">La Mañana de Córdoba </a><br />Y reproducida en el sitio web educativo <a href="http://presencias.net/">Presencias de Música</a><br /><br /></span><span style="font-weight: bold;">¿Y es imposible enseñar a pensar?</span><br /><br />-Obviamente, porque pensar no es un conocimiento, en realidad es una actividad.<br />No se puede enseñar a pensar, lo máximo que se puede hacer es nutrir la mente y la vida con elementos que después resulten excitantes y lo hagan pensar.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Entonces cuál cree usted que debería ser la meta a alcanzar?</span><br /><br />-Lo que hay que considerar es qué necesitamos darles y provocarles a los niños ante este mundo de cambios perpetuos.<br /><br /><br />Uno de los aspectos es proporcionarles las herramientas para que desarrollen los procesos de pensamiento y los contenidos básicos para seleccionar la información y situarse ante ella.<br />Otro de los aspectos, el más serio, es cómo construir personas morales y felices. Porque la finalidad no está ni en la matemática ni en la física ni en la química ni en la filosofía, tampoco está en la inserción laboral.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Considera que la inserción laboral no debe ser preocupación de la escuela?</span><br /><br />-Yo estoy completamente en contra de ese "tubo" que se quiso hacer de la escuela al trabajo, es un tubo completamente fracasado. La escuela tiene que ser la escuela.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Y qué es la escuela?</span><br /><br />-La escuela es un foco de crecimiento a la altura de los tiempos. Tiene que formar a la persona como ser humano, como ser mental, como ser emocional. Lo fundamental es que tiene que estar a la altura de los tiempos.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Cree que está desfasada la escuela respecto a ello?</span><br /><br />-La escuela está muy desfasada respecto no sólo de las necesidades sociales, sino también de la altura de los tiempos. Con esto quiero decir que no está en correspondencia con el nivel actual de la civilización y de la cultura.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿En qué se manifiesta el desfasaje del que habla?</span><br /><br />-La escuela necesita reeducarse. La escuela es una función de la sociedad y en la medida en que la sociedad, la cultura y la civilización cambian, la escuela debe replantearse su rol, su función en estas nuevas circunstancias. Y está desfasada en cuanto a que sigue un programa de estudios que, yo creo, tiene como doscientos años.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Y los cambios introducidos por la Transformación Educativa?</span><br /><br />-No se cambió nada. Esa transformación no existe. Es un acto político. La hicieron políticos, es una ley que hicieron los políticos, y los políticos de educación no saben nada.<br /><br /><b>¿Cree entonces que es responsabilidad de los políticos que la educación esté como está?</b><br /><br />-Y sí, porque son responsabilidad de ellos los programas, la formación docente, la posibilidad de acceso de todos los niños a la educación y particularmente de los que tienen escasos recursos. La otra responsabilidad es de los hogares y de la sociedad.<br /><br /><b> En cierta manera, usted considera que la familia tiene responsabilidad en la generación de políticas educativas</b><br /><br />-Así es; creo que en la medida en que son responsables de la educación de sus hijos, no lo son exclusivamente en sus hogares. Es decir, su responsabilidad no se reduce a enseñarles cómo sentarse a la mesa, o a masticar la comida con la boca cerrada ni mucho menos a pedir permiso, decir gracias o por favor. La responsabilidad abarca también aspectos más macro.<br />Ellos deben plantearle a los políticos qué educación quisieran para sus hijos. Porque cuando vas a la escuela, tomas lo más querido de tu vida, un hijo, y lo entregas para que hagan con él algo que no programaste, de lo que no participaste.<br />La educación del futuro va a necesitar absolutamente de la integración de los padres.Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-40577391132641343462010-01-27T10:18:00.010-03:002010-01-29T08:34:54.642-03:00Aquí no vuelan mariposas<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhH1SXTr_4JzGhxRQxmwNEsN8ziFNRWHo2vxpncI7aofFdDXc3E9ZoDfpc1OFQOezucXpmGhTrDbj25IjC4Ges6wZRoo1f3w9RI2Pjz3tvRGUe8pVuAiTmlMJm1C7_bfmSN3mHKJAAgb35U/s1600-h/holocausto.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 284px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhH1SXTr_4JzGhxRQxmwNEsN8ziFNRWHo2vxpncI7aofFdDXc3E9ZoDfpc1OFQOezucXpmGhTrDbj25IjC4Ges6wZRoo1f3w9RI2Pjz3tvRGUe8pVuAiTmlMJm1C7_bfmSN3mHKJAAgb35U/s400/holocausto.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5431423492688966626" border="0" /></a><span style="font-size:85%;"><span style="font-style: italic;">Dibujo realizado por un niño en el ghetto de Terezín<br /><br /><br /><br /></span></span><div style="text-align: left;">Hay una memoria herida detrás de cada genocidio, detrás de cada guerra, de cada acto cruel perpetrado por y contra la humanidad. Una memoria de dolor y de espanto. Una memoria mutilada por las manos de los asesinos y las de aquellos que los aplaudieron, y las de quienes no hicieron nada habiendo podido hacerlo. Memoria que se escapa de nuestras manos porque aunque queramos asirla no podemos reconocer el movimento de sus alas.<br /><br />En el ghetto de Terezín, cercano a la ciudad de Praga, vivieron y murieron cerca de 15.000 niños judíos. Allí fueron lo que eran, niños. Recitaron versos enseñados por padres, tíos o abuelos; dibujaron, escribieron... No me atrevo a decir: jugaron. ¿Pudo entrar la palabra juego en uno de esos ghettos?. Muchos dibujos, algunas inscripciones y poemas realizados por ellos se conservan en el Museo Estatal Judío de Praga.<br /><br />"AQUI NO VUELAN MARIPOSAS"<br />Es una de las inscripciones que se encontraron escritas en las paredes, por un niño, data del año 1944.<br /></div><span style="font-size:85%;"><span style="font-style: italic;"></span></span><br /><br /><span style="font-weight: bold;font-family:georgia;" >¿Por qué prohíben las flores?</span><br /><br /><div style="text-align: left;"><span style="font-weight: bold;"><span style="font-weight: bold;"><br /></span></span>Yo entiendo por qué está prohibido<br />ingresar alimentos al Ghetto:<br />los nazis quieren que suframos hambre.<br />Yo entiendo por qué nos prohíben entrar ropas:<br />ellos quieren que pasemos frío.<br />Pero... ¿por qué nos prohíben entrar flores?<br />Eso no lo puedo entender.<br />Una flor, con un tallo delgado,<br />llena de color y aroma agradable.<br />¿Puede un ser humano prohibir las flores?<span style="font-weight: bold;"><span style="font-weight: bold;"><br /></span></span></div><span style="font-size:85%;"><span style="font-style: italic;"><br /></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-style: italic;"><span style="font-family:verdana;"><span style="font-family:georgia;"><span style="font-family:arial;"><span style="font-style: italic;"><span style="font-family:georgia;"> <span style="font-size:100%;"><span style="font-weight: bold;"><br /></span></span></span></span></span></span></span></span><div style="text-align: left;"><span style="font-size:85%;"><span style="font-style: italic;">Fuente:</span><span style="font-weight: bold;"> "Seis millones de veces uno" </span>(libro sobre el holocausto)<span style="font-weight: bold;">, </span>de Eliahu Toker y Ana E. Weinstein.</span><br /></div><span style="font-style: italic;"><span style="font-family:verdana;"><span style="font-family:georgia;"><span style="font-family:arial;"><span style="font-style: italic;"><span style="font-family:georgia;"><span style="font-size:100%;"><span style="font-weight: bold;"><br /><br /><br /><br /></span></span></span></span></span></span></span></span><span style=";font-family:georgia;font-size:100%;" ><span style="font-weight: bold;">Estamos tan heridos...</span></span><span style="font-family:georgia;"> (1949)</span><br /><div style="text-align: right;font-family:georgia;">de <span style="font-weight: bold;">Nelly Sachs <br /> </span><br /></div><div face="georgia" style="text-align: right;"><br /><div style="text-align: left;">Estamos tan heridos<br /></div></div><div style="text-align: left;font-family:georgia;">que creemos morir<br />cuando la calle nos lanza una mala palabra.<br />La calle no lo sabe,<br />pero no soporta semejante carga;<br />no está acostumbrada a soportar un Vesubio de dolores<br />sobre ella.<br />Han sido devastados los recuerdos de los tiempos antiguos,<br />desde entonces la luz es artificial<br />y los ángeles ya sólo juegan con pájaros y flores<br />o sonríen en el sueño de un niño.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">Mariposa </span>(1949)<br /></div></div><span style="font-style: italic;font-family:georgia;" ></span></div><div style="text-align: right; font-family: georgia;">de <span style="font-weight: bold;">Nelly Sachs <br /><br /></span><div style="text-align: left;">Qué bello más allá<br />está pintado en tu polvo.<br />A través del núcleo de la llama de la tierra,<br />a través de tu chal de piedra<br />has sido ofrecida,<br />red de despedida en la medida del pasado.<br /><br />Mariposa<br />¡A todos los seres buenas noches!<br />las importancias de vida y muerte<br />se hunden con tus alas<br />sobre la rosa abajo<br />que se marchita en el arco de luz que madura hacia casa.<br /><br />Qué bello más allá<br />está pintado en tu polvo.<br />Qué signo real<br />en el secreto del aire.<br /><br /><br /><span style="font-style: italic;"><span style="font-size:85%;">Fuente:<a href="http://amediavoz.com/sachs.htm#Mariposa"> A media voz</a></span></span><br /><br /></div><div style="text-align: left;"><span style="font-weight: bold;"></span><span style="font-style: italic;"><span style="font-family:georgia;"><span style="font-family:georgia;"></span></span></span><br /><span style="font-style: italic;"><span style="font-family:georgia;"></span></span></div></div>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-82461422978135057882009-12-21T07:52:00.005-03:002009-12-21T08:05:20.569-03:00Felíz Navidad<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjBrSr-EP-SwSY6R7AxSj3UsN-YY4XnB8z4F-2PEFWzLKK1BuQr8K1A8AStrLCEuKqCo0O-DDMriDpUyboF-Bsz9n3XbTn9utFKivVfAGPj12SEvNt6MKkf_Un6i7yzHkaNH6UbPPOpRQO/s1600-h/books,christmas,tree,creative,design,photography,book-b45be62af7e241d0b46a408005c9c566_h.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 263px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjBrSr-EP-SwSY6R7AxSj3UsN-YY4XnB8z4F-2PEFWzLKK1BuQr8K1A8AStrLCEuKqCo0O-DDMriDpUyboF-Bsz9n3XbTn9utFKivVfAGPj12SEvNt6MKkf_Un6i7yzHkaNH6UbPPOpRQO/s400/books,christmas,tree,creative,design,photography,book-b45be62af7e241d0b46a408005c9c566_h.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5417640961291104274" border="0" /></a><br /><br />Gracias por seguirme acompañando y por enriquecer cada lectura, cada post, con sus palabras.<br />Es reconfortante saber que, más allá de que el momento de encuentro con el libro sea solitario, el amor por el mismo es compartido.<br />Volveré al blog en este 2010 que ya se asoma... Y seré mil caballitos.<br /><br />Gracias.Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-67228397286733272832009-08-06T09:47:00.007-03:002010-02-16T20:35:00.174-03:00De página a página, de rama en rama...<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmGzuW_KParHBfwEiJSb6R7FpC7fxuWxjvB4s5iIAMTThTuA_ba72hvG6LaYRHNaiUluq3jIoYNE16o8OOuJ5Fw_YMh0vDKbsvoGb4Z_wzMHYI4hzN94aAk0nEdDsPKDLrWCLDwm-FkBDU/s1600-h/ireading_lost-in-the-magic-hour.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 314px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmGzuW_KParHBfwEiJSb6R7FpC7fxuWxjvB4s5iIAMTThTuA_ba72hvG6LaYRHNaiUluq3jIoYNE16o8OOuJ5Fw_YMh0vDKbsvoGb4Z_wzMHYI4hzN94aAk0nEdDsPKDLrWCLDwm-FkBDU/s400/ireading_lost-in-the-magic-hour.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5366845401102309298" border="0" /></a><br /><br /><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">"El barón rampante"</span> es uno de esos libros que todo lector, que se precie de serlo, seguramente ha leído; y probablemente lo ha hecho en la adolescencia (período lector en que se devoran clásicos y cómics casi con el mismo afán). Sin embargo, éste era uno de los eternos libros en mi extensa lista de lecturas pendientes; pendientes porque me intrigan o despiertan mis ansias, y no me resigno a no leerlos (mejor tarde que nunca).<br />Lo terminé de leer hace rato ya, casi dos meses. Y cuando pensaba en posibles ilustraciones para el texto, me vino a la cabeza el último post que hice para el blog. No me imagino una novela más propicia para la estética de Miyazaki que ésta. Ahora no me abandona la delirante idea de que alguien le acerque una adaptación al realizador japonés y, así poder ver, un Cosimo animado.<br /><br />La lectura de esta obra de <span style="font-weight: bold;"><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Italo_Calvino">Italo Calvino</a> </span>me devolvió la sensación gratificante y estimulante que ocasiona leer un buen libro. Un excelente libro. Aunque se me hace difícil concebir toda una vida encaramada a los árboles, no pude evitar dejarme llevar por ese rumor a hojas y páginas, a follaje que puede estar encuadernado o no. Mientras leía me llegaba el aroma a pino y roble, a papel áspero y tapas de cuero, con un dejo a mar, allá a lo lejos. Y página a página me fui descolgando de las ramas, temerosa de volver, muy pronto, a tocar tierra. Recordé ciertas lecturas de mi infancia recostada sobre el tronco de un viejo paraíso, o bien sentada en la horqueta de un aguarabay como si la misma fuera una poltrona. Pero más que nada, me sentí transportada a esa casita en el árbol que construímos con la lectura de un libro-amigo, ése que vino para quedarse y acompañarnos.<br /><br />Les dejo el link de un artículo escrito por Ítalo Calvino, titulado <a href="http://www.edicionesdelsur.com/articulo_209.htm"><span style="font-style: italic;">"Por qué leer los clásicos"</span></a><br /><a href="http://www.edicionesdelsur.com/articulo_209.htm">http://www.edicionesdelsur.com/articulo_209.htm</a><br />Y otro en el que cuenta cómo <a href="http://www.lamaquinadeltiempo.com/prosas/calvino01.htm">escribe</a><br /><a href="ttp://www.lamaquinadeltiempo.com/prosas/calvino01.htm">http://www.lamaquinadeltiempo.com/prosas/calvino01.htm</a><br /><br />Fragmento:<br /><br />"<span style="font-weight: bold;">También Cosimo, como Óptimo Máximo, era el único ejemplar de una especie. En sus sueños con los ojos abiertos se veía amado por bellísimas jóvenes; pero ¿cómo encontraría el amor, él, allá en los árboles? En sus fantasías conseguía no imaginarse el lugar donde aquellas cosas sucederían, si en el suelo o allá arriba donde ahora estaba; se figuraba un lugar sin lugar, como un mundo al que se llega andando hacia arriba, no hacia abajo. Eso es: quizá era un árbol tan alto que subiendo por él se tocaba otro mundo, la luna. " </span>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com17tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-621500100733408142009-06-24T11:17:00.019-03:002009-08-06T12:47:18.391-03:00Los mundos encantados de Miyazaki<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsQ-028pSWNa8Ig_Jt0jZI0e_BEnqTrl09uvWZeJVAaGiGiGz9JLtb933Kd0jqkioYLBBAraJ3twqCuQyq8dPLyhqpGcwhitZDar5KCCHofn8AU_K8ceLE5lX-6SlZiYte7bpgsezfBRgQ/s1600-h/105361847_2779c43f91_o.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 390px; height: 250px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsQ-028pSWNa8Ig_Jt0jZI0e_BEnqTrl09uvWZeJVAaGiGiGz9JLtb933Kd0jqkioYLBBAraJ3twqCuQyq8dPLyhqpGcwhitZDar5KCCHofn8AU_K8ceLE5lX-6SlZiYte7bpgsezfBRgQ/s400/105361847_2779c43f91_o.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5350924826390792418" border="0" /></a><br /><br /><br />La imágen que me antecede es el castillo vagabundo (o ambulante) de la película <span style="font-weight: bold;">"El íncreible castillo vagabundo" o "El castillo vagabundo de Hauru"</span> (<span style="font-style: italic;">Hauru no Ugoku Shiro)</span>, de <span style="font-weight: bold;">Hayao Miyazaki</span>, que se estrenó en el año 2004.<br />¿Quién es Hayao Miyazaki? Un magnífico cuentacuentos. Un constructor de mundos. Un idealista.<br />Afamado mangaka (creador de cómics y/o novelas gráficas), productor, ilustrador y director de animé (animación japonesa), responsable de títulos como: <span style="font-weight: bold;">"Nausicaa del valle del viento"</span> (1984), <span style="font-weight: bold;">"Laputa: el castillo en el cielo"</span>(1986),<span style="font-weight: bold;"> "Mi vecino Totoro"</span>(1988), <span style="font-weight: bold;">"Princesa Mononoke"</span>(1998), <span style="font-weight: bold;">"El viaje de Chihiro"</span>(2001), etc. Sus creaciones han acompañado a generaciones enteras en todo el mundo y también, cabe destacar, han inspirado a nuevas generaciones de realizadores. Su genial talento e inusual estilo le mereció incluso el reconocimiento de Hollywood y sus grandes estudios.<br /><br />Hoy vi por enésima vez la película que ilustra el post; y no deja de maravillarme. Ese castillo que parece construído por algún niño de cuatro años, precario y caprichoso. Una especie de acumulación de trastos viejos, pero con cierto aspecto orgánico insoslayable. Atiborrado de detalles que pasan desapercibidos a primera vista. Así son todos los elementos en los relatos de Miyazaki, desafían el realismo adulto y nos imponen la mirada mágica e inocente del niño.<br />Esta película es una de mis favoritas porque los personajes principales están muy bien desarrollados, a través de cada pequeño gesto y acción descubrimos un poco más de su carácter; y su historia está llena de ternura.<br />Hauru, el mago seductor e histriónico, que intenta huir permanentemente de la guerra y de sus propios demonios; es un personaje dual, difícil de captar en toda su dimensión hasta el final. Por otro lado está Sophie, una jóven sencilla y compasiva, que trabaja haciendo sombreros. Sóphie es valiente y determinada, pero se considera poca cosa para los demás. A estos protagonistas, se suma una vieja bruja despechada, un demonio-fuego irreverente y divertido, un espantapájaros gentil y enigmático, una niño aprendiz de mago, etc, etc... En una ambientación que recuerda a la europa de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, con un paisaje que sufre, a cada momento, la irrupción de la guerra y su maquinaria.<br /><br />No es sólo su estilo de ilustración y arte lo que merece elogio; sinó también la forma en que construye la narración, que deja vericuetos sobre los cuales hay que volver cuando llega el desenlace; y sus personajes, que van de la comedia al drama con la mayor naturalidad, aunque sea en un contexto por demás extravagante. También es frecuente el uso del absurdo y del grotesco, como elementos estéticos y discursivos.<br /><br />Las películas de Miyazaki, así como el resto de sus obras, siempre hablan de la guerra en oposición a la naturaleza y a las cosas bellas de la vida; nos muestra la fragilidad del equilibrio sobre el cual construímos nuestras certezas. Siempre hay niños y siempre hay abuelos en sus relatos; y nos muestra el entendimiento que hay entre éstos, aunque parezcan vivir en las antípodas. Miyazaki parece sugerir contínuamente que somos los adultos quiénes no entendemos de qué se trata vivir, que somos nosotros quiénes escapamos permanentemente de lo que es significativo. Los adultos subestimamos a los niños, considerándolos lejos de todo saber; y despreciamos a nuestros viejos, por inútiles. Descartamos la mirada de la inocencia, el asombro, y la voz de la experiencia, por igual.<br />Miyazaki construye mundos fantásticos a partir de metáforas y emociones universales, casi siempre enraízadas en la infancia.<br /><span style="font-weight: bold;">"Ponyo en el arrecife"</span> (<span style="font-style: italic;">Gake no ue no Ponyo)</span>, su último largometraje, por ejemplo, cuenta su propia versión de La sirenita. Y lo hace en un lenguaje a prueba de adultos... Les aseguro que cualquier niño pequeño la entiende, aún en japonés. Pero un adulto corre el riesgo de quedarse afuera. Sin ser de mis preferidas, contiene algunas imágenes muy poderosas.<br />Desdea la pequeña <span style="font-weight: bold;">Heidi</span>, que era felíz sólo por corretear entre las cabras, sin importarle su condición pobre; hasta la jóven Sophie convertida en una abuelita nonagenaria; Miyazaki nos reclama que cambiemos nuestra mirada sobre el mundo, que recuperemos la capacidad de conmovernos.<br /><span style="font-weight: bold;">Pixar-Disney</span>, estrena por estos días una película inspirada en su obra: <span style="font-weight: bold;">UP</span>. Todavía no la ví. Seguramente lo haga, parece buena. Pero dudo, perdonen mi escepticismo, que pueda disfrutar de ella viéndola once veces.<br /><br />Enlaces:<br /><a href="http://www.ghibliworld.com/"><br />www.ghibliworld.com</a><br /><a href="http://www.ghibli.jp/">www.ghibli.jp</a><br /><a href="http://www.nausicaa.net/">www.nausicaa.net</a><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjM-ll35CkstylKq16dBhLLz8p5CSCF9twmYYssnU88wBKkO9ETu580v_d7ol_QGnPFk_Fc3s9B__JhrcXXNkUzyzY4H2SL1bdPjscejpW7-v54GPo3fKhJbGRAVw4G-RLqPYjx4x5NINsY/s1600-h/howlsmovingcastle.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 211px; height: 250px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjM-ll35CkstylKq16dBhLLz8p5CSCF9twmYYssnU88wBKkO9ETu580v_d7ol_QGnPFk_Fc3s9B__JhrcXXNkUzyzY4H2SL1bdPjscejpW7-v54GPo3fKhJbGRAVw4G-RLqPYjx4x5NINsY/s400/howlsmovingcastle.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5350924296214973042" border="0" /></a>Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2920233992964126426.post-48021965592673577842009-05-21T14:16:00.003-03:002009-05-21T15:00:21.190-03:00¿Dónde leemos?<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgC9Rq3aeVMWhADcbxqrJlEt_SxNIYVhyphenhyphenUxrPl0aEhx65yfHHpk3WLDBoeGc_2zDfsVAt89tCw5DcKFjNbdyU65Nj_Ft-4nRnqVtY4VaiACpXtDjwMDWTa6aGCJ1o7mM8RoC2-_4fhzLVUg/s1600-h/funny-ea25dd49dc18efa257a0661022edd960_h.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 271px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgC9Rq3aeVMWhADcbxqrJlEt_SxNIYVhyphenhyphenUxrPl0aEhx65yfHHpk3WLDBoeGc_2zDfsVAt89tCw5DcKFjNbdyU65Nj_Ft-4nRnqVtY4VaiACpXtDjwMDWTa6aGCJ1o7mM8RoC2-_4fhzLVUg/s400/funny-ea25dd49dc18efa257a0661022edd960_h.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5338338367593294818" border="0" /></a><br /><br />Hace poco leí en algún sitio, no recuerdo dónde (probablemente en algún blog o suplemento cultural), sobre el tiempo que desperdiciamos diariamente y que podríamos dedicarle a la lectura. El artículo hablaba de los viajes en subte, colectivo o tren, de las esperas y cuánto tiempo acumulan a lo largo de un año o una vida. Y me hizo pensar en una viejo impedimento que tengo como lectora: no puedo leer en espacios públicos, salvo quizás el diario o alguna poesía suelta.<br />Tampoco puedo leer en bibliotecas públicas, aunque esto bien puede deberse al hecho de no haber encontrado una en la cual me sienta cómoda.<br />Me gusta estar sola cuando leo, puedo hacerlo al aire libre o confinada en mi cuarto, pero es imperioso que no hayan otras personas cerca; así como también que no haya algún compromiso u horario que cumplir de forma inmediata. Necesito abandonarme, entregarme a la lectura, aunque sea por poco tiempo.<br />Muchas veces leo en la cama; pero no como antesala al sueño. Me sitúo en la cama como si ésta fuera una isla y me desparramo a gusto. Lo importante es sentirme a gusto, rodearme de papeles y papelitos que uso para marcar páginas y registrar frases o palabras, o bien alguna libretita donde hacer anotaciones. A veces, también traigo otros libros que sé que no he de leer en ese momento, pero me da un placer adicional el tenerlos ahí... Me vence la gula bibliofílica; los coloco al alcance, como una especie de cesta llena de frutas jugosas, sabiendo de antemano que he de quedar satisfecha antes de poder devorarlos en su totalidad. Llego rápidamente a dos conclusiones: primero, que soy una lectora del ámbito privado y, segundo, que soy una lectora hedonista.<br />Pero bueno, teniendo en cuenta que los libros son mi gran pasión, no veo que esté tan mal que ese momento de deleite sea sólo para mí. Por otra parte, el tiempo que empleo para trasladarme en subte o tren, por ejemplo, cumple una función vital y, muchas veces, menospreciada: la contemplación del otro y del todo, el descubrimiento del detalle fútil y las coincidencias incoducentes, y ese vagabundeo mental que termina alimentando algunos de mis versos. Pensar, aún cuando con ello no alcancemos una idea original o bien, el saber , siempre es algo bueno.<br /><br />¿Ustedes dónde leen?<br /><br /><br /><br />Nunca me dormí leyendo, pero la imágen que adjunté a esta entrada me provocó ganas de ir a dormir una siesta.Veronikahttp://www.blogger.com/profile/14877592114182956468noreply@blogger.com12